“Las soluciones actuales no son suficientes, se basan en ficheros de firmas que cada vez consumen mayor ancho de banda y deben evolucionar hacia la nube para descargar el trabajo de nuestros clientes”, explica Urzay. El objetivo es que la propia ‘nube’ de Panda, formada por una red de Data Center gestionados por PandaLabs, y que se compone de 100 servidores capaces de manejar 8 Tbytes de información, sea quien se encargue de gestionar la información “maximizando la capacidad de detección y minimizando el consumo de los recursos de los usuarios, y automatizando toda la recogida, clasificación y vacunas”, señala el CTO de Panda.
El sistema recoge y almacena de forma centralizada trazas de comportamiento de programas, rasgos de ficheros, nuevos ejemplares de malware captados por la comunidad. A continuación, analiza y clasifica automáticamente miles de muestras diarias y por último el ‘conocimiento extraído’ se entrega en forma de servicios web o a través de actualizaciones del fichero de firmas. En la actualidad, cuatro millones de ordenadores forman parte de esta red de Inteligencia Colectiva. El conocimiento acumulado recoge 9 millones de ejemplares, 96 millones de procesos maliciosos y 340 millones de correlaciones de malware. Según María José Miranda, responsable de Ventas de Panda, “los principales servicios que ofrecemos son Malware Radar (detección de malware), alerta de ataques dirigidos (especialmente para banca y comercio electrónico), Internet Transactions (detección de clientes infectados) y Trustlayer (servicio de correo limpio)”. Ya hay un buen número de clientes, entre los que Miranda señala, por ser recientes, Bankinter y la Caixa que han contratado el servicio de alerta de ataques dirigidos. Según la responsable de ventas, esta nueva área de negocio va a suponer para Panda Security un incremento en su facturación del 14 por ciento.
