Una de las áreas que soportan mayor crecimiento y dificultad para los departamentos de informática de hoy es la del almacenamiento de datos. El abaratamiento del coste de compra del Gigabyte ha desbocado literalmente los costes de almacenar no sólo la información válida sino a menudo también la innecesaria e improductiva para la empresa. Ahora el desafío para los responsables de informática es poner orden en el caos y racionalizar la gestión del almacenamiento de la información de la empresa. Para ello, deberán recurrir a las medidas de gestión novedosas. Lo que se ha venido a denominar almacenamiento bajo demanda o ‘storage on demand’ es una de las fórmulas, o lo que es lo mismo: cómo gestionar mejor los datos y su almacenamiento, aprovechando y optimizando los recursos y reduciendo los costes.
Para ello, es preciso mitigar riesgos, que no sólo consiste en conseguir una copia de seguridad y restauración rápida y fiable, sino también en evaluar el valor de los datos para el negocio, identificar las amenazas y ofrecer un rápido acceso a los datos.
La eficiencia del almacenamiento, el back up continuo y la automatización fundamentan la necesidad de la gestión del almacenamiento bajo demanda. La eficiencia en el almacenamiento es vital para hacer frente a las necesidades de capacidad manteniéndose dentro de los magros presupuestos. La estrategia de almacenamiento bajo demanda, mediante la gestión adecuada de los recursos y el aprovisionamiento dinámico utilizará los recursos inactivos o infrautilizados en función de lo que necesite el negocio. La redirección de tareas a los servidores ociosos en función de la carga de trabajo mediante el uso de políticas establecidas o aprovisionamiento automático es uno de los pilares del almacenamiento bajo demanda. En ese sentido, las herramientas de gestión -con un único punto de control y de gestión unificado- permiten conocer qué se está haciendo, cómo y qué resultados estamos obteniendo, alimentando la automatización de políticas, optimizando así la eficiencia, disponibilidad y accesibilidad a los datos.
Por su parte, el back up continuo permitirá recuperaciones instantáneas de los datos. Este concepto se basa en la distinción de ‘clases’ de datos y el uso de un gestor de políticas que ‘conocerá’ nuestras clases de datos junto a un gestor de back ups centralizado y conducido por dichas políticas.
Parte fundamental para la consecución de los aspectos anteriores sólo es posible mediante la automatización de los procesos. El almacenamiento se verá beneficiado por la incorporación de herramientas de automatización basadas en políticas predefinidas y ajustadas a las necesidades del negocio (ejecución de copias, encapsulación de procedimientos operativos; gestión dinámica de recursos, aprovisionamiento, etc.).
Ciertamente, la aplicación del concepto de almacenamiento bajo demanda no es inmediata puesto que todas las empresas cuentan con infraestructuras heredadas que no han sido precisamente creadas pensando en la optimización de recursos. Pero no podemos obviar las ventajas de este modelo, considerando la adopción de esta filosofía antes de iniciar nuevos desembolsos en más hardware.
Jordi Gascón, director técnico de Computer Associates.
