¿Qué puede contarnos sobre su casa matriz?
CSC es una compañía global que factura 17 billones de dólares, y se posiciona como una de las firmas más grandes en el área de consultoría, outsourcing e integración de sistemas independiente de cualquier producto de hardware y software. La multinacional se creó en 1959 muy vinculada al sector público de Estados Unidos, y se ha ido diversificando con una vocación sectorial. Estamos organizados por centros de competencia para cada una de esas áreas porque la aportación de valor hay que hacerla sectorialmente adaptándonos a las necesidades del cliente.
¿Y acerca de la subsidiaria española?
CSC España nació a partir de una adquisición de una compañía alemana en 1996 y que desde entonces ha ido embarcándose en diferentes retos. En el año 2000, estábamos ocupados en diversificar nuestra oferta, pues al principio estábamos muy enfocados en servicios SP. En los últimos dos años ya contamos con una cartera importante de servicios con una fuerte focalización sectorial. Somos unos 50 empleados y facturamos unos 40 millones de euros. Los ingresos se reparten al 50 por ciento entre servicios de Consultoría e Integración de Sistemas y Servicios de Outsourcing. Nuestros principales sectores de actuación son Banca y Seguros, Farmacia, Administración y Servicios.
¿En qué puede diferenciarse frente a otras grandes consultoras?
Nuestro distintivo se puede resumir en la aproximación al cliente por valor. No nos acercamos a clientes que requieren tener una solución de mantenimiento que consiste en tener muchas personas (no hacemos ‘body shopping’). Sin embargo, la aproximación cobra valor cuando el cliente considera que ese mantenimiento de aplicaciones empieza a ser muy costoso y busca una solución en la que alguien se haga responsable del servicio y que este se haga identificando unos indicadores de negocio o niveles de servicios (SLA). Por tanto, orientamos nuestra de aproximación al cliente con una oferta de SLAs y KPIs. En la parte de consultoría propiamente dicha, el acercamiento parte de entender muy bien el problema de negocio que está teniendo y aportar una solución cerrada destinada a aportar la mejora de aquel aspecto del negocio.
¿Cómo se despliegan los proyectos?
El proyecto lo realizamos normalmente con personal nuestro que puede ser desde desarrollo de software a la implantación de productos, búsqueda de soluciones de mercado y adaptación de las mismas en la casa del cliente. Para ello contamos con un gran programa de alianzas con los distintos constructores de software incluso con otras competidores. Nuestro foco es aportar la mejor solución a cada cliente con lo mejor que tengamos en la casa y lo mejor que haya en el mercado.
La Administración es un foco de negocio muy interesante para su compañía ¿De qué manera abordan este mercado?
La AAPP es un foco nuevo para CSC España, a diferencia del resto del mundo. Estamos yendo a la Administración Pública con soluciones nuevas, que no son implantaciones clásicas que muchos de nuestros competidores llevan años realizando. Hay soluciones que hemos realizado con éxito en otros países como en Francia. Ofrecemos aplicaciones que contemplan la firma digital, bienestar social o colaboración del ciudadano.
¿Cree que el nivel de desarrollo de la eAdministración es el correcto?
Por supuesto, queda mucho por hacer. En España, tenemos la ventaja de que existen muchas administraciones y por lo tanto compiten en el servicio al ciudadano. Esto genera cierta inquietud en el sector público respecto a estas nuevas soluciones. No creo que estemos muy por detrás, yo le pondría buena nota. El hecho de la existencia de tantos organismos plantea retos y oportunidades de integración de información del ciudadano entre los distintos entes públicos.
SOA es otra de las especialidades de CSC, ¿qué aporta a las organizaciones?
La filosofía SOA entra en compañías donde para dar respuesta a los distintos aspectos de negocios hay que dar diferentes soluciones, y la integración en una sola solución de toda la complejidad de negocio es prácticamente misión imposible, o es imposible en cuanto al ‘timing’. Por tanto, SOA aporta muchísimo en cuanto a una buena arquitectura de sistemas y da la posibilidad de acercarnos al proceso de negocio.
¿Y cuál es su encaje en la AAPP?
La AAPP administra desde hospitales hasta servicios al ciudadano. Es absolutamente impensable que cualquier administración pueda reunir todos estos servicios en una sola plataforma. Por lo tanto, tener una arquitectura entre todos estos servicios que se dispensan al ciudadano, le permitirá el acceso electrónico al ciudadano a través de servicios telemáticos. Si tengo una estructura de servicios dispersos, qué mejor que poner una infraestructura que me permita acceder a ellos de manera comprensible y fácil.
¿Es consciente la Administración de esta necesidad?
Sí lo es, aunque no existe una auténtica implantación de la filosofía SOA, está más ocupada en temas organizativos. Este tipo de retos lleva tiempo ponerlos a cabo. La ventaja es que una vez se implanta SOA en un servicio concreto, este es trasladable a los siguientes servicios.
Su previsión inicial de negocio oscilaba entre el seis y el ocho por ciento. ¿Mantienen esos ratios de crecimiento?
Estamos por encima de estos presupuestos de primeros de año y nuestras previsiones se sitúan en el 17 por ciento, aunque hay que tener en cuenta que nuestro cierre fiscal es el próximo mes de abril. Estamos teniendo un buen crecimiento, apoyado en clientes clave y dar soluciones innovadoras y de futuro. Lo cual nos permite tener confianza en estos tiempos que se avecinan. Como estamos muy acostumbrados a examinar el retorno de la inversión que nuestras soluciones aportan al cliente, en tiempos de crisis las empresas cuidan mucho este capítulo.
¿La reducción del presupuesto por parte de la Administración y de las empresas se empieza a percibir en el mercado?
Hay un efecto de desconcierto, estamos en el momento más complicado para realizar predicciones. Las reducciones son para todos y, en este sentido, nosotros con prudencia pero con decisión seguimos apostando por el crecimiento de la compañía y por aumentar nuestra cuota de mercado, aportando el valor que el cliente espera de nosotros.