Fue un problema en la pasada edición de OpenWorld y lo vuelve a ser en esta. España acude con pocos clientes y partners al mayor evento que organiza Oracle en todo el mundo. Sólo Everis, Indra y Capgemini han mandado a algún empleado a conocer de primera mano cuáles son los planes de una de las compañías clave de la informática corporativa en la actualidad.
El dato contrasta con el del vecino Portugal. Y es que hasta una veintena de consultoras e integradores de tecnologías del país luso se han desplazado a San Francisco. El esfuerzo es grande, sobre todo si se tiene en cuenta que es el partner el que corre con la mayor parte de los gastos asociados al viaje.
En cuanto a los clientes, hasta 19 empresas españolas, casi siempre grandes cuentas, están presentes en OpenWorld. Los hay de muy variados sectores, desde operadoras como Telefónica, Euskaltel y Orange, a entidades financieras y aseguradoras como Bankinter, Cetelem y Mapfre, pasando por firmas de distribución como Mercadona o entidades deportivas como el Fútbol Club Barcelona. Sin embargo, la representación aquí también es escasa, toda vez que desde Holanda, donde el sector TI es la mitad del español, han acudido más de cien profesionales.
Al partner y al cliente español le sigue costando mucho desplazar a su personal a este tipo de eventos, a pesar de que, en muchos casos, es la mejor manera de formarle, tenerle a la última y hacer networking (casi siempre estos eventos provocan el contacto profesional).
Esta escasa representación, en cualquier caso, no se justifica si se echa un vistazo a los parámetros que ha alcanzado el gigante de las bases de datos en España. Y es que la filial local reporta ventas de tecnología por un valor de 350 millones de euros al año, emplea a alrededor de 1.100 empleados y cuenta con una base de socios comerciales de unas 400 compañías. Demasiado para lo poco que se les ve por San Francisco.
