En líneas generales, la facturación que SAP ha obtenido en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal de 2009, cerrado el pasado 30 de junio, ha disminuido un diez por ciento con respecto al mismo periodo de 2008 al alcanzar un total de 2.576 millones de euros. Y es que su negocio de software se ha visto mermado en un 40 por ciento, “resultado del complicado entorno operativo mundial debido a la crisis económica y a la difícil comparación de estos resultados con los del segundo trimestre de 2008, que fue anterior a la crisis económica que irrumpió en los mercados globales en el tercer trimestre de 2008”, comenta la compañía en un comunicado. Igualmente, el área de servicios de soporte y mantenimiento de software también se ha reducido un cinco por ciento sumando 1.953 millones de euros.
Sin embargo, gracias a la férrea política de contención de costes, SAP ha conseguido aumentar su beneficio operativo de 593 a 647 millones de euros, esto es un nueve por ciento más. El beneficio neto también ha subido levemente hasta los 423 millones de euros, 15 millones más que hace un año. Aún así las ganancias de la compañía se han visto afectadas negativamente por los cargos de restructuración que han alcanzado los cinco millones de euros. Para el total del año, SAP espera que estos costes ronden los 200 millones de euros.
Por otro lado, ha conseguido incrementar en 4,4 puntos porcentuales su margen operativo, que se ha situado en el 25,1 por ciento. Y el cash flow se ha incrementado en un 34 por ciento sobre 2008 con 1.830 millones de euros.
De cara al ejercicio completo, SAP ha anunciado que continuará con su política de ahorro de costes con el fin de adaptar el tamaño de la compañía a las actuales condiciones de mercado y reducir el impacto de la recesión global. SAP tiene la intención de reducir su fuerza de trabajo globalmente hasta los 48.500 empleados a finales de 2009. Y espera que el margen operativo esté en el rango de los 25,5-27 por ciento.