El mercado de los componentes está seriamente tocado, se cierne la incertidumbre sobre él y los fabricantes se debaten entre seguir con grandes lanzamientos o limitarse a sobrevivir. Según Kingston Technology, “para los fabricantes de memoria, tanto de DRAM como de NAND, parece evidente que la gestión de riesgos será una prioridad en la agenda de este año”. Para la compañía esto se resume en: “reducción de costes, gestión del cash flow, control del retorno de la inversión realizada e intentar reingresar la rentabilidad neta”.
“Ninguna de estas premisas es fácil de alcanzar a través de una irreflexiva maximización de la producción, solución que la industria adoptó en un pasado reciente”, alerta Kingston. Como consecuencia de esto, el número de obleas que actualmente se ha puesto en producción, se ha reducido, los planes de inversión han quedado congelados y los desembolsos propuestos para el área de I+D son, cada vez más, analizados al milímetro.
En esta tessitura, no todos los fabricantes de DRAM pueden hacer en este momento una transición completa de los básicos chips DDR2 a la prometedora tecnología DDR3. Y lo que es aún más importante, un incremento en la demanda de sistemas basados en DDR3 durante la segunda mitad de 2009; “podría pillar a muchos fabricantes desprevenidos”, asegura el fabricante..
Se está viviendo la transición de un mercado equilibrado a una crisis de desabastecimiento. Los recortes recientes se están produciendo en un mercado que ha estado experimentando un exceso de oferta durante varios años. Los que están preocupados por esta escasez, deben vigilar cuidadosamente con qué proveedor de memoria van a trabajar. “La estabilidad financiera, la cuota de mercado global, la estabilidad de la marca y una red de distribución bien construida son elementos a tener muy en cuenta a la hora de elegir un proveedor”, cocluye Kinsgton.