De acuerdo con la última encuesta llamada ‘Disaster Recovery Survey’ elaborada por Symantec, donde se deduce además que las pruebas de recuperación ante desastres mejoran con respecto a años anteriores, aunque siguen siendo uno de los principales retos debido a su cada vez mayor impacto en los clientes y en los ingresos. Así, el 40 por ciento de los encuestados declaró que las pruebas de recuperación ante desastres tienen un impacto sobre los clientes de la empresa y casi un tercio (27 por ciento) aseguró que dichas pruebas podrían repercutir a las ventas e ingresos de la empresa. Ante este escenario, Symantec recomienda que las empresas implementen aquellos métodos de prueba de recuperación ante desastres que se puedan ejecutar con frecuencia sin interrumpir el funcionamiento del negocio.
Paralelamente, a pesar de que los presupuestos destinados a iniciativas que incluyen respaldo, recuperación, clusterización, archivado, servidores de recambio, replicación, cinta, servicios, costes externos y desarrollo de planificación ante desastres de los CPDs, se ha incrementado con respecto a 2008, aunque presumiblemente se mantendrán en 2010, por lo que los responsables de sistemas tendrán que aprovechar al máximo sus recursos disponibles. Por otra parte, se han incrementado los costes de ejecutar/implementar las planificaciones de recuperación ante desastres por cada incidente de tiempo de inactividad, especialmente en ciertos sectores como el financiero y sanitario. Este hecho, de acuerdo con la compañía, es especialmente preocupante, teniendo en cuenta que una de cada cuatro pruebas falló y que el 93 por ciento de las empresas ha tenido que ejecutar al menos una vez algún plan de recuperación ante desastres.