La sala de máquinas del e-commerce

Uno de los principales motivos por los que se ha producido la crisis en las empresas punto com ha sido el distanciamiento con la realidad en materia de inversión tecnológica.

Publicado el 23 May 2001

El proceso de compra parece realmente sencillo. Uno sólo tiene que visitar las tiendas que ofrecen todo tipo de productos, hacer un par de clics de ratón en los bienes que desee para carrito de la compra y rellenar un par de datos. Tan sencillo como eso…, o tan complejo. La tecnología que se amontona detrás de todo ese procedimiento que al internauta sólo le lleva unos minutos es extraordinaria. A continuación se realiza un pequeño repaso de algunas de las tecnologías más significativas.

En un primer momento se precisa un lenguaje de programación con el que diseñar lo que constituirá nuestro front-end de cara al cliente. Surgen lenguajes de programación como HTML o DHTML para contenido dinámico, ambos basados en un sistema de etiquetas o delimitadores que se puede completar con tecnologías muy atractivas visualmente como es Flash, HTML y el navegador fueron sin duda los albores de lo que se ha convertido en un fenómeno social, político, cultural y económico Internet.

Sin embargo, en los últimos años han surgido innovaciones tecnológicas a la hora de diseñar el front-end dignas de ser citadas con más detalle. Estamos hablando de Java.

Sun Microsystems lanzó Java como una arquitectura informática en red que, basándose en los estándares de Internet, se ha convertido a sí misma en un auténtico estándar de facto para todo tipo de entornos, incluso el de las tarjetas inteligentes. Consiguió romper la etiqueta original que muchos le asignaron de lenguaje de programación y se ha convertido en una plataforma vital para desarrollar aplicaciones web y, además, para facilitar los accesos a las bases de datos y la creación de sistemas de servicio al cliente, algo imprescindible en el seno de la nueva economía.

Además, si se pretende proceder a la integración de los sistemas heredados es preciso disponer de accesos a un host mediante un navegador y, para llegar hasta ahí, no se pueden obviar tecnologías como Java o ActiveX. Incluso las aplicaciones cliente/servidor provocan más de un quebradero de cabeza al estar escritas de modo monolítico y de manera que no se puede separar el interfaz de usuario de proceso de la lógica de negocio. No obstante, compañías como Citrix, Ilog y en cierto modo Merant han creado soluciones muy flexibles con las que las antiguas aplicaciones heredadas pueden convertirse al entorno web en tiempos cortos y sin demasiados recursos humanos.

Por otro lado, poco a poco han ido surgiendo una serie de estándares. Además de los ya tradicionales estándares ActiveX, Component Object Model (COM), ODBC o Corba, han surgido otros como SOAP (Simple Object Access Protocol), que a su vez se basa en XML (ver recuadro), permitiendo la comunicación entre los componentes y las aplicaciones mediante HTTP. Vendría a ser, salvando las distancias, como hacer RPC (Remote Procedure Call) mediante HTTP y XML, con la ventaja de que se trata de un protocolo ligero totalmente independiente de cualquier tecnología de componentes. Asimismo, la arquitectura Infiniband también ha supuesto un paso de gigante por sus enormes prestaciones en los procesos I/O, basada en la tecnología de fibra y permitiendo unos ratios de transacciones de entre 500 mbps y 6 gbps.

Finalmente, nos encontramos con otro de los revulsivos de la industria. Linux, que ha conseguido entrar al mundo corporativo a través de los servidores de aplicaciones y de su programación para aplicaciones e-business, descartando poco a poco los viejos modelos DCOM o Corba de componentes distribuidos en arquitecturas de tres capas.
Una vez que se lanza el carrito hacia el usuario es preciso estar listo ante cualquier eventualidad. Ya se sabe nueva economía significa un servicio 24×7 con índices de calidad que rozan prácticamente el cien por cien. Es aquí donde entran los protagonistas como los servidores transaccionales y el middleware. Una definición sencilla y simplificada de middleware vendría a ser la de un conductor entre dos módulos de software. De este modo se simplifica el proceso de desarrollo de aplicaciones, si bien es cierto que para que un middleware sea realmente útil debe ser capaz de compartir todas bonanzas de los sistemas operativos, hecho que no es sencillo. En este campo, destacan empresas como IBM, Bea Systems o la poco conocida en nuestro país SilverStream. De igual modo, los servidores transaccionales constituyen el centro del centro del sistema, siendo capaz de distribuir el trabajo con un balanceo de carga tal que en ningún momento se produzca un cese de actividad por saturación.

El hardware en este sentido se ha visto mejorado de una manera increíble y prácticamente la totalidad de fabricantes -IBM, HP, Sun, Compaq, Bull, SGI, etc.- han lanzado al mercado equipos de muy alta disponibilidad y escalabilidad y, lo que es más novedoso, con todos los componentes redundados para que no exista ningún punto de fallo. Por otro lado y debido a los crecientes requerimientos de almacenamiento por parte de las empresas, éstas han optado fundamentalmente por dos modelos que se complementan y que se erigen como la materialización del almacenamiento en red, lo que implica además una importante carga de software. Se trata de las SAN y las NAS que aprovechan al máximo las capacidades del hardware con técnicas de virtualización, entre otras.

La calidad del servicio es algo crucial. En lo que a tecnología se refiere, compañías como Computer Associates, BMC, Tivoli o HP han conseguido lanzar sistemas que posibilitan una completa monitorización de los sistemas y las redes de tal modo que el usuario no padezca ningún tipo de eventualidad en sus interacciones. Paralelamente, la calidad del servicio también viene dada ahora con los sistemas CRM (Customer Relationship Management) que permiten hacer un seguimiento del comportamiento del cliente para poder ofrecer productos totalmente personalizados. Son muchísimas las empresas que han abrazado este tipo de software y el de Business Intelligence en general, desde la omnipresente Siebel, MicroStrategy, Information Builders, Oracle, Cognos, Hyperion o NCR y un largo etcétera que sin duda recordaría a alud de empresas dedicadas al ERP. Los CRM, a su vez, están ligados a soluciones de personalización y gestión del contenido, en los que los actores más activos son Vignette y BroadVision. Pero no cabe duda que para hacer uso de un CRM se precisa antes la información y para eso es imprescindible una buena base de datos. Por un lado encontramos las bases de datos relacionales orientadas a objetos (RDBMS) y por el otro todos los desarrollos específicos tipo OLAP (On Line Anaytical Processing) con sus variantes MOLAP (Multidimensional OLAP) y ROLAP (Relational OLAP).

En cuanto al back-end de las empresas, que siempre ha de estar presente en el diseño de cualquier modelo de negocio, la aparición de los ERPs (Enterprise Resource Planning) simplificó mucho los modelos de gestión de las empresas y en la actualidad repercute decisivamente en el desarrollo de negocio de una punto com. En este ámbito destacan empresas como SAP, Baan, JD Edwards, PeopleSoft o Lawson o Niku, de reciente implantación en nuestro país.
Si todo ha ido bien, antes de que nos demos cuenta tendremos el carrito del cliente completamente lleno. Comienza aquí otra de las fases más críticas en el proceso, es decir, la seguridad y los medios de pago. En primer lugar, la seguridad puede salvarse de muy diversas maneras, pero claro, hay que precisar antes de qué tipo de seguridad estamos hablando. Por un lado se encuentra la que puede atentar contra los propios sistemas; esta se soluciona con cortafuegos acompañados de correctas políticas de seguridad, software específico antivirus, escaneo de los puertos de acceso y vigilancia de las configuraciones con mayores niveles de riesgo, entre otras acciones. A decir verdad, el mercado de la seguridad es inmenso, de tal modo que las empresas pueden encontrar su desarrollo ideal con empresas como Check Point, Rainbow, Network Associattes, Symantec, Panda, Trend Micro y un largo etcétera.

Pero paralelamente es preciso salvaguardar la información que nos transfiere el cliente de la web que ha llenado su carrito. Para ello contamos con tecnología de infraestructura de clave pública (PKI), los certificados digitales, la encriptación, las tarjetas inteligentes e, incluso, la firma digital.

Por otro lado, desafortunadamente los medios de pago no están demasiado desarrollados en nuestro país y hoy por hoy es preciso aferrarse a la tarjeta de crédito o incluso al reembolso, que se resiste a desaparecer. No obstante, a continuación presentamos algunos de los más innovadores que circulan fuera de nuestras fronteras y que simplifican la transferencia de dinero por la Red

– BIPS (Bank Internet Payment Service) Especificación para un protocolo y un servidor de seguridad para que los bancos puedan suministrar servicios de pago on line.

– CEPS (Common Electronic Purse Specifications) Define todos los componentes para la implementación de un monedero electrónico interoperable. Compatible con el estándar EMV de tarjetas de crédito.

– CyberCash Protocolo para la transferencia de pagos con tarjetas de crédito así como para micropagos con cheques electrónicos.

– eCheck Es una versión electrónica de un cheque en papel, basado en FSML (Financial Services Markup Language), con fuerte carga de firmas digitales, tarjetas inteligentes y firmas digitales.

– EEP (European Electronic Purse) Monedero electrónico basado en tarjeta capaz de manejar tanto euros como moneda nacional.

– Jalda Producto de una joint venture entre HP y Ericsson, se trata de un sistema basado en una cuenta que asocia a cada usuario con una cuenta específica y posibilita que los clientes puedan pagar en base a los parámetros e-commerce marcados por los proveedores de contenido.

Este ha sido un ligero repaso a algunas de las tecnologías que hacen posible lo que para el consumidor es un simple proceso de selección de compra. Si todos los elementos se combinan adecuadamente y los extratecnológicos juegan a nuestro favor, quién sabe, uno puede aparecer el día menos pensando en el ranking Forbes.

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Redacción Computing

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