La necesidad de un uso más ecológico de la tecnología

Mercedes Bofarull, directora de la División de Sistemas y La eficiencia energética de los centros de proceso de datos (CPDs) es, en la actualidad, una de las principales causas de preocupación en las empresas.

Publicado el 16 Feb 2009

Mercedes Bofarull, directora de la División de Sistemas y Tecnología de IBM en España, Portugal, Grecia, Israel y Turquía. El crecimiento de los costes energéticos -la energía consumida por los CPDs ya representa entre el 25 y el 40 por ciento de sus costes operativos anuales- junto con una disponibilidad limitada de energía en determinadas áreas, está llevando a la industria tecnológica a un nuevo modo de diseñar y gestionar los centros de datos.

La consultora IDC asegura que cada dólar invertido en hardware equivale a un consumo de energía de unos 50 centavos de dólar. En los próximos cuatro años, esta cifra aumentará entre un 54 por ciento y un 71 por ciento si no se toman las medidas adecuadas. Algunas de las medidas expuestas a continuación podrían resolver la complejidad de la situación actual, contribuyendo a hacer más ecológicos los centros de datos. Por ejemplo:

• Obtener más visibilidad de su consumo energético. En la mayoría de empresas, el departamento de tecnología no tiene datos de su consumo energético ni sabe con exactitud sus patrones de gasto. En muchos casos, el funcionamiento de los equipos ya consume entre un 30 por ciento y un 40 por ciento de la energía de un centro de proceso de datos. En la actualidad existen soluciones tanto de proveedores de energía como de tecnología que pueden suministrarnos información en tiempo real de nuestro consumo energético. Forrester Research ha recomendado que las empresas midan sus costes anuales en consumo energético, emisiones de dióxido de carbono y costes financieros de las operaciones de “tecnologías verdes” antes de llevar a cabo nuevas inversiones.
• Identificar recursos de los que se puede prescindir. Los analistas afirman que hasta un 10 por ciento de los recursos tecnológicos ejecutan tareas que no son necesarias. Existen herramientas para descubrir y trazar un mapa de recursos y saber exactamente cuál es el porcentaje de utilización inadecuada de los recursos en cada compañía. Con la racionalización de las funciones se obtiene un beneficio rápido para la empresa.
• Subir la temperatura de los centros de datos. La mayoría de los centros de datos se mantiene en una temperatura inferior a los 20 grados. Los equipos tecnológicos están diseñados para funcionar correctamente a temperaturas más altas. Al igual que en los hogares, cada grado que se incrementa produce menor gasto energético.
• Comprimir la información. La cantidad de información en las organizaciones sigue creciendo y produciendo la expansión de la infraestructura. La compresión de bases de datos y sistemas de correo electrónico puede reducir las necesidades de almacenamiento de un 30 por ciento a un 80 por ciento y sin necesidad de invertir dinero. Los beneficios pueden provenir de mover datos que apenas se usan a lugares estratificados.
• Consolidar y virtualizar. En muchas compañías, el promedio de uso de los servidores x86 es inferior al 15 por ciento, por lo que su consolidación y virtualización puede ser muy efectiva a la hora de reducir el consumo energético. Si una empresa incrementa simplemente el uso de un 15 por ciento a un 30 por ciento, se puede reducir el número de servidores a la mitad y tener un efecto similar en el consumo energético.
Estos pasos son relativamente sencillos de adoptar y aportan beneficios significativos. Además proporcionan la base para esfuerzos futuros en ahorro de costes energéticos. Una mayor visibilidad del consumo energético, sus costes y los patrones de uso, facilita que las organizaciones logren más rápidamente el ahorro en el consumo. Las soluciones disponibles en la actualidad permiten a las empresas adaptar su funcionamiento a los picos de trabajo y a los periodos con uso reducido.
Y sólo hemos tocado la punta del iceberg. En determinados sectores, los centros de datos son responsables de entre el 30 por ciento y el 40 por ciento del consumo energético de la empresa. Los esfuerzos dirigidos a mejorar este gasto tienen un impacto significativo en la “huella energética” de una empresa. Sin embargo, en todas las industrias, una buena aplicación de la tecnología puede reducir el impacto medioambiental y energético. En particular, las soluciones de software pueden ayudar a las organizaciones a optimizar y automatizar sus procesos empresariales. Por ejemplo, la colaboración online puede reducir los costes de viajes y las emisiones de CO2.
Utilizando estos métodos, IBM consolidó 3.900 servidores en 33 mainframes IBM System z para lograr ahorros anuales de un 80 por ciento. Por otro lado, empleando la mensajería instantánea, la videoconferencia y otras herramientas de software social en lugar de viajar, IBM estima que se puede llegar a ahorrar cerca de 90 millones de euros al año en viajes de empleados. Sin una buena estrategia, las organizaciones tendrán que enfrentarse a incrementos en complejidad y coste de los centros de datos. Las infraestructuras se pueden convertir en una carga para el crecimiento. Hacerse más ecológico puede mejorar la cuenta de resultados de la empresa, ser bueno para el planeta y suponer además un atractivo adicional para aquellos trabajadores que quieren formar parte de organizaciones responsables con el medio ambiente.

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Rufino Contreras
Rufino Contreras

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