Kaspersky Lab celebra con sus partners su éxito a futuro en el mercado corporativo

La celebración fue mayor de lo que se preveía porque “nadie esperaba este éxito”, reconocía Eugene Kaspersky en el discurso de apertura de la X Reunión de Partners del proveedor de seguridad, Kaspersky Lab.

Publicado el 14 Jul 2008

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La celebración tenía que ser, inevitablemente, mayor. En la I Reunión de Partners que Kaspersky Lab celebró en Moscú en 1999, dos años después del nacimiento de su primer producto -AVP-, estaban representados 12 partners de seis países y este año el encuentro ha reunido en la que un tiempo fuera capital del Imperio Ruso a 140 partners de 42 países; una red que ha sido clave en la escalada de Kaspersky en los dos últimos años, desde la cuarta a la segunda plaza en el mercado de consumo, y que se prepara para lanzarse a la conquista del mercado corporativo.
Destacar que Kaspersky en 11 años ha elevado su plantilla de 20 a cerca de 1.000 empleados y sus ingresos de 10 a 130 millones de dólares, con un beneficio neto que ha pasado de 47 a 57 millones en 2007.
La vulnerabilidad de la banca y los juegos on line, los hábitos de los desarrolladores de virus, el phising o el spam, con datos llamativos como la creciente oferta de ‘botnets’ en forma de servicio hospedado que garantiza el envío de un millón de mensajes a la hora; en resumen, los diferentes sabores del ecosistema malware tuvieron espacio en las ponencias de la X Reunión de Partners de Kaspersky Lab. Y mientras la práctica volvía a imponerse en el Encuentro de Analistas de Virus, que cumplía su octava edición, las jornadas se jalonaban con noches blancas, con vodka y baile de disfraces incluidos.
Kaspersky Lab ha convertido en éxito la misión de “salvar al mundo” que exhiben las camisetas de sus jóvenes analistas y en un mercado muy necesitado de protección, en 11 años su mensaje ha calado en el mercado en forma de software protegiendo a alrededor de 200 millones de usuarios finales.
En los últimos dos años la rusa ha escalado de la cuarta a la segunda plaza del mercado de consumo, donde cosecha el 50 por ciento de su negocio; colocándose por detrás de Symantec y delante de McAfee y Trend Micro. Este éxito se refleja en unos resultados que estaba previsto alcanzasen en 2008 una cifra de 120 millones de dólares que “será superada”, como avanzó el COO de Kaspersky, Eugene Buyakin, que presentó a sus partners un nuevo reto: “el primer gran logro fue en el negocio TI, donde todos los grandes jugadores son nuestros partners; el segundo en el mercado de consumo, y estamos preparando la compañía para el crecimiento a futuro en el mercado corporativo”.
El reto no es baladí, pero las condiciones son propicias. La inestabilidad de los sistemas operativos en un mundo en el que, según el cofundador y CEO de la compañía, Eugene Kaspersky, “Microsoft permanecerá siendo un líder, pero no dominará la industria”; el profetizado aumento de los ataques y el uso malicioso hacia y desde dispositivos móviles, la progresiva materizalización de un mundo de objetos y personas conectados en el que hasta el Boeing New 787 está amenazado por “un problema”, que según Kaspersky, “no está resuelto y está lejos de resolverse”, el malware. Es necesaria, por tanto, una propuesta tecnológica sólida. “En la próxima década conoceremos el e-Terrorismo”, pronosticó Kaspersky, que conoce las dimensiones: “en 2007 recibimos dos millones de muestras diferentes de malware y en 2008 estimamos que serán 20 millones”.
Además “los criminales están aquí para quedarse y se están profesionalizando”; y mientras, los gobiernos no parecen dispuestos a tomar medidas. Kaspersky recordó que “siete años después de la creación de la Convención Europea contra el Cibercrimen sólo 45 países habían firmado y únicamente 23 se han ratificado”. Hoy hay esperanzas puestas en organizaciones como IMPACT (International Multilateral Partnership Against Cyber Terrorism); pero, en su opinión, “por el momento no hay soluciones reales de los gobiernos y las compañías ITTPs (IT Threats Prevention) somos la última línea de defensa”.
Para cumplir con su labor, la compañía, con sede central en Moscú y presencia directa en 16 países, sabe que no basta con un software ‘anti-’ y por eso, además de librar la lucha en la dimensión de la funcionalidad, en la que se han embarcado sus competidores bajo enseñas como DLP, backup, encriptación, etc., y que se dan por hecho en un producto competitivo; la empresa busca ventaja en la dimensión tecnológica: black/white listing, HIPS, virtualización, sandboxing, reconocimiento digital, etc.
A esas dimensiones se suman otras dos: plataformas y modelos de negocio. En esta última hay que destacar, por un lado, la confianza que han puesto en su tecnología ISV y OEMS -más de 100 compañías que generan el 12 por ciento de sus ventas-; y, por otro, su apuesta por la innovación para no perder las oportunidades de S(ecurity)aaS, hosted security, protection in-the-cloud o user-generated security.
La red de partner es asimismo crucial para la rusa. Ya son más de 10.000 las organizaciones miembros de una estructura que en España tiene como socios a Micronet, Codine, Magirus o Diasa, presentes en el encuentro y merecedoras, en los dos primeros casos, de sendos galardones en la obligada entrega de premios. En los partners vuelve a confiar Kaspersky Lab para romper límites con Kaspersky Internet Security 2009 y Kaspersky Anti-Virus 2009, cuya versión en español llegará al mercado en septiembre después de que “se lanzó en junio y en 80 horas adquirimos 100.000 clientes”, apuntó Buyakin.
No obstante, será la enseña Open Space Security bajo la que se librará una batalla a futuro que no es nueva. Con referencias como Bahn, Generali, Swarovski o Bancaja en España; Karspersky Lab tiene mucho que decir en un mercado que hoy representa el 33 por ciento de sus ventas y espera llegue al 50 por ciento.
Para alcanzar este objetivo será clave Europa, donde el reto de Kaspersky Lab de cara a finales de 2010 pasa por ser el número uno en el mercado de consumo y conquistar una cuota del 20 por ciento en el corporativo. Con estas miras, Kaspersky Lab ha puesto su foco en el emergente mercado de soluciones DLP (Data Lost Prevention) que la rusa aborda a través de su subsidiaria Infowatch, bajo la direccion de Natalya Kaspersky. Pero su ambición no termina ahí; en palabras de Buyakin: “según IDC, estamos básicamente en el segmento de la seguridad end-point, una pequeña parte del mercado de la seguridad; pero, en el futuro, nuestros productos corporativos cubrirán la seguridad de la red, la mensajería y la web, y los servicios hospedados de seguridad serán muy importantes”.

“El futuro pasa por un laboratorio anti-malware global”
No se atreve a hablar inglés y utiliza traductor en sus entrevistas con la prensa, pero la cabeza de la fuerza de Investigación y Desarrollo de Kaspersky Lab, Stanislav Chevchenko, se esfuerza por comunicar un conocimiento que se nutre del de los 450 técnicos que trabajan en los laboratorios de la empresa rusa.
Chevchenko no tiene problema en apuntar los nombres de sus más importantes proveedores tecnológicos -algo a lo que ni la misma Google se atreve- y que, en su caso, son dos mostruos: IBM y Cisco. La tecnología de las dos veteranas es clave en la operativa de la joven Kaspersky Lab, que tiene sus CPDs principal y de respaldo en la capital rusa y cuenta con DB2 como uno de sus grandes aliados para el desarrollo de una actividad que exige el análisis continuo del tráfico en Internet a través de los datos recolectados por los cientos de miles de equipos de sus clientes que han dado su consentimiento, así como por sofisticados sistemas automáticos y una red secreta formada por los denominados agentes colaboradores.
Gracias a la arquitectura utilizada para su construcción, Chevchenko no ve límites a la escalabilidad de los sistemas de Kaspersky Lab ni en la vertiente hardware ni en la de software, aunque teme las potenciales limitaciones en las comunicaciones. El apunte es importante en tanto constituye un factor fundamental para materializar una de las visiones de alcance de Chevchenko, que insiste en que se trata de una idea ‘propia’: “para salvar al mundo del malware, que está aumentando exponencialmente, las compañías antivirus afrontan enormes costes de mantenimiento y evolución de sus sistemas; de manera que es necesario un acercamiento global y el futuro pasa, por tanto, por un acuerdo entre los laboratorios de los grandes jugadores para disponer de un infraestructura global de análisis anti-malware compartida, más allá de las fronteras empresariales”.

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Redacción

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