Javier Abadía, director de Nuevas Tecnologías del Consejo Superior de Cámaras de Comercio

Organismos como las Cámaras de Comercio están jugando un papel protagonista en la transición de las pymes españolas hacia el e-business gracias a la relación directa que mantienen con ellas.

Publicado el 21 Nov 2001

¿Cuáles son las principales ventajas del e-business para las pymes?

Actualmente los beneficios tienen que venir de la mejora de los procesos internos y reducción de costes tanto derivados de mejoras de procedimientos como por procesos de compras más eficaces. A medio plazo, se centrarán en el incremento de negocio por ventas o por márgenes de reducción de intermediarios, lo que sucede es que aquí entramos en que los intermediarios también son pymes. Pero es más, se los decimos claramente, porque en pura teoría económica un intermediario que no añade valor es bueno que desaparezca.

¿Y es difícil concienciarlas de las ventajas del comercio electrónico?

La cuestión de las Nuevas Tecnologías no está tanto en la infraestructura sino en la falta de oferta de aplicaciones de utilidad. Sobre todo pensando en colectivos concretos, porque o desarrollamos aplicaciones concretas o ya podemos hacer maravillas porque no entrarán en las Nuevas Tecnologías. Tenemos que llegar a niveles sectoriales con las aplicaciones porque significará bajar a la situación concreta de los colectivos. Además, hasta que el empresario no disponga de aplicaciones concretas, adecuadas y útiles seguirá siendo escéptico.

Está muy claro que para las pymes a todo aquello que no reduce costes o no genera ingresos no le dedican mucho tiempo, con lo que es por ahí por lo que tenemos que empezar a trabajar.

¿Y siguen siendo los limitados presupuestos de las pymes la principal barrera?

Yo no creo que los costes sean un freno porque incluso hablamos de una inversión ciertamente baja y yo añadiría que en muchos casos los proyectos están subvencionados. El problema reside en que la pyme vea que eso sirve para algo. Cualquier empresario, si le dices que tiene que comprarse un ordenador, te dirá que es muy caro hasta que le digas para qué le sirve.

¿Lo verían más atractivo a través del llamado retorno de la inversión?

Sí, juega un papel importante porque para la pyme cualquier inversión que no tiene un retorno rápido es cuanto menos molesta, pero creo que los ahorros que se podrían conseguir hoy en día son razonables para realizar esa inversión.
Y ante toda esta avalancha de información, ¿cómoestá reaccionando la pyme?

Está reaccionando más por la parte negativa que por la positiva en el sentido de que, dentro de unos años, habrá sectores donde si no se ha cogido el tren se quedarán fuera. Se reacciona cuando en su sector o cerca de él se percatan los efectos de la amenaza.

Todo el proceso de Internet es una sacudida muy importante para todos los sectores porque cambia el modelo de negocio. Hay fenómenos que aún no sabemos manejar pero que van a cambiar radicalmente los mercados como por ejemplo, Napster, que habrán perdido la batalla legal pero las grandes compañías discográficas tendrán que replantear su modelo de negocio desde el momento en que aquello que vendes es fácilmente digitalizable.

¿Y cómo contempla la pyme la diatriba entre B2B y B2C?

Yo soy un convencido del B2B. Es más cercano a la realidad en cuanto es un entorno de acciones repetitivas entre un número limitado de agentes con volúmenes de operación medianamente altos. Son entornos casi de intranet de empresa.

Yo diría que ahora mismo donde hay que invertir es en B2B, el B2C es un tema claramente sectorializable porque habrá cosas que nunca se venderán por Internet.

Además, las inversiones en B2B son claramente recuperables a corto plazo, mientras que hoy por hoy las de B2C van a costar dinero, salvo sectores concretos.

De todas formas, la pyme lo primero que tiene que hacer es ver las tecnologías como un reductor de costes en los procesos internos, el intrabusiness, -tanto de compra como intermedios o de gestión- y luego, y sólo en segundo lugar, como una ampliación de mercado. Yo diría que en el B2B hay que invertir y en el B2C hay que estar. Pero la clave actual viene más por el intrabusiness y por el B2B.

Somos tremendamente optimistas. En España, en general las pymes son muy individualistas pero son listísimas y estoy seguro que no van a perder esta oportunidad. Otra cosa será cuándo y cómo reaccionen.
¿Qué papel juegan las pymes en la economía española?

En España debe haber 2,5 millones de empresas y 2,4 son pymes según los criterios de la Unión Europea. Es más, según el criterio de la Unión Europea, en España la mayoría son micropymes porque muchas incluso tienen uno o dos trabajadores o son núcleos familiares.

¿De qué forma se ha de actuar desde la Administración o asociaciones empresariales?

Creo que el e-business en este segmento de mercado es un reto absolutamente compartido y estoy hablando del Gobierno central, de las comunidades autónomas, ayuntamientos, diputaciones, etc. pero también las asociaciones intermedias entre pymes y administración como Cámaras de Comercio, asociaciones empresariales, y luego las empresas, sobre todo las de tecnologías. Mi sensación es que todos vamos en línea, haciendo esfuerzos similares.

La ventaja es que la imagen de la Cámara de Comercio es muy neutral y la pyme sabe que no viene a vender nada.

¿Cómo están contemplando las pymes el fenómeno del e-business?

La pyme es un segmento que crea mucha riqueza pero al que es muy difícil acceder y en materia de comercio electrónico y ahí es donde las Cámaras hemos asumidos nuestra responsabilidad en difundirlo. En vez de hacer conferencias a las que no asisten porque muchas tendrían que cerrar su tienda nos hemos decantado por ir a verles, que es lo que estamos haciendo con el Programa Prince XXI, siguiendo el modelo que utilizamos con el euro. De ahí, extrajimos un informe donde se vio que el equipamiento del sector industrial es bastante alto -usando ya banca on line, correo electrónico, etc.-, mientras que en el sector comercial menos del 50 por ciento de los comercios no tienen equipamiento informático.

Ahora hemos firmado un convenio con el ministerio de Ciencia y Tecnología para la segunda fase de Prince XXI durante dos años más pero ya abordando comercios y autónomos, con lo que será mucho más complicada, si bien es verdad que necesita menos aplicaciones. Será un enfoque de empujón inicial porque nunca pretendemos suplir la iniciativa individual de cada uno, pero nos gustaría dar algún tipo de continuidad como generando grupos sectoriales para desarrollar aplicaciones.

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Redacción Computing

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