Con una plantilla de 18.000 empleados y unas ventas anuales cercanas a 2.000 millones de euros, el área de desarrollo de Indra, que se ubica en el edificio de la compañía en el municipio madrileño de Alcobendas, inicia mensualmente una media de siete proyectos que exigen al área de Sistemas Internos el aprovisionamiento de alrededor de tres configuraciones para soportar las actividades de preproducción que requieren las distintas áreas de negocio de la compañía.
Con el paso del tiempo, este entorno de desarrollo había crecido significativamente, tanto en número de equipos como en heterogeneidad, de forma que la respuesta de Sistemas Internos a la demanda de equipos y software de los desarrolladores asignados a cada proyecto no era todo lo ágil que podía.
Esa situación suponía incurrir en un riesgo de ralentización de los proyectos y, en consecuencia, de la satisfacción de la demanda de los clientes.
Para ganar agilidad y flexibilidad, al tiempo que se centralizaba el desarrollo de proyectos distintos en una infraestructura unificada y estandarizada, el área de Sistemas Informáticos decidió el pasado año llevar a cabo un proyecto estrátegico de reestructuración dirigido a acortar tiempos entre las fases de consultoría y desarrollo.
La iniciativa ha conducido a la eliminación de un gran número de equipos y a su consolidación en una nueva infraestructura virtualizada.
La definición del proyecto se inició en enero, empezando por el inventario de todos los servidores y aplicaciones que había en el CPD de proyectos.
Como explica a COMPUTING el responsable de la unidad de Infraestructura de Sistemas Internos y de este proyecto, Emilio López, “descubrimos que había equipos variopintos, múltiples sistemas operativos en distintas versiones y un maremagno de sistemas, como BBDD diferentes en todas las versiones posibles, etc.”.
A partir de este exhaustivo análisis se constató que “de las 270 máquinas existentes, entre 120 o 140 eran susceptibles de migrarse a otra plataforma y, de esas, unas 80 podían consolidarse en una plataforma física virtual”, detalla López.
Partiendo de esa información, se definió la nueva arquitectura, que ha conducido a una drástica consolidación del entorno de desarrollo existente y al despliegue de una nueva infraestructura virtualizada.
La fase de consultoría y definición fue la más larga. Tras ésta, que se extendió en torno a seis meses, y previamente a la implantación, se realizó un piloto con ESX de VMware, que finalmente fue la opción seleccionada por Indra.
De modo que en julio de 2005 estaba operativa una nueva infraestructura, que han facilitado Dell y Sun, cuyas ofertas fueron seleccionadas por Indra, por funcionalidad y precio, tras el análisis de las propuestas realizadas por distintos proveedores, entre ellos HP y Fujitsu, a la petición de los equipos y el almacenamiento necesario.
Dell también ganó la partida, con tecnología VMware, en materia de virtualización en base a “una propuesta muy agresiva”, apunta López.
Exactamente y manteniendo los entornos más críticos, mainframes por ejemplo, Indra ha desplegado en su CPD de desarrollo dos nuevos entornos virtualizados: uno Intel, en el que se han consolidado 80 máquinas físicas; y otro Sun.
El primer entorno consta de cinco servidores Dell PowerEdge 6850 de cuatro vías Xeon y 6 Gb de RAM, virtualizados con ESX Server de VMware, concretamente la versión 2.5. de la suite Virtual Infrastructure, que próximamente se actualizará a la versión 3 y reside en otro equipo nuevo: un PowerEdge 1950 con dos procesadores Xeon.
También se han desplegado dos blades Dell 1655 para los proyectos que requieren de infraestructura física propia que, actualmente alojan 10 máquinas cada uno de ellos.
En la vertiente de almacenamiento para este entorno, Indra ha confiado en EMC. Los cinco servidores físicos Dell y los dos blades se han conectado a una cabina Clariion con una capacidad de 7 Tb.
En el entorno Sun, Indra ha desplegado cinco equipos SunFire V490 con cuatro procesadores y 16 Gb de RAM, en los que se emplea Solaris 10 para la virtualización, dado que en ese momento no existía una versión de VMware para Solaris.
Este entorno también se ha dotado de infraestructura de almacenamiento, concretamente una cabina Sun StorageTek 6140.
La nueva plataforma instalada en el marco de este proyecto está disponible para todos los mercados de Indra, si bien “hay equipos de desarrollo que trabajan en estas plataformas y otros que, por la envergadura de sus proyectos o porque son muy largos en el tiempo, disponen de infraestructura propia”, señala el técnico.
Como principales beneficios derivados de la iniciativa, Lopez apunta que “además de eliminar máquinas obsoletas que carecían de contratos de mantenimiento, hemos ganado coherencia, flexibilidad, agilidad y seguridad al consolidar esos entornos en una plataforma completamente nueva”.
Portales, intranets, sistemas GIS y aplicaciones hospitalarias son algunos ejemplos de la treintena de desa-rrollos que actualmente soporta esta plataforma, que ya está previsto ampliar de cara al próximo año.
