Fundado en 2004, ICM es un ISP de origen catalán especializado en la provisión de servicios de hospedaje. Con una plantilla integrada por siete empleados, esta pequeña empresa registró una facturación en 2011 superior a los 700.000 euros y de su cartera de clientes forman parte organizaciones como Loterías del Estado, BBVA, Microsoft, MoviStar, Letsbonus, Flex, Vichy Catalan o Grupo Abertis, entre otras. “A lo largo de estos casi siete años siempre hemos tenido un crecimiento aritmético e incluso en esta época de crisis no nos podemos quejar”, celebra el CEO de ICM, Iñaki Calvo.   Como cualquier ISP, cuando ICM inició sus actividades tuvo que apostar por crear su propio CPD o utilizar el de un tercero, decantándose por esta última opción ya que “tiene menos riesgo y, además el coste es inferior”.
En el año 2004 ICM empezó a proveer servicios apoyándose en Colt Telecom, en cuyas instalaciones el ISP levantó una infraestructura integrada en un principio por alrededor de 60 servidores de la marca Supermicro que en 2007 fueron sustituidos por máquinas Dell. “Todos los servidores de Supermicro fallaron, de modo que tras analizar las alternativas Dell y HP, en 2007 nos decantamos por Dell”.   A lo largo de esos años, ICM proveía servicios en base al tradicional modelo de infraestructura dedicada en el que cada entrada de un nuevo cliente exigía una inversión en hardware. “La estructura típica de un ISP hace cinco años era contar para cada cliente con una o dos unidades de nodos de máquinas y almacenamiento SAN”, explica Calvo, que reconoce que este modelo “no sólo resulta más costoso, sino que multiplica los riesgos de padecer incidencias”.   En esa tesitura y ante la madurez de la tecnología de virtualización, ICM decidió adelantarse a los cambios inminentes en el modelo de facturación de los proveedores de CPD para el consumo eléctrico. “Ante la liberación del mercado, los operadores eléctricos han ganado poder a la hora de establecer tarifas y los operadores de CPD han traspasado esa variabilidad de costes hacia los ISP”.   Así y un año después de firmar con Telvent como su segundo proveedor de CPD, es decir, en 2009, ICM se planteó implementar una nueva infraestructura TI que, además de resolver los dos puntos anteriores, le permitiera incrementar su capacidad para alojar servicios y optimizar al tiempo los gastos de gestión.
El camino de la virtualización
La tecnología de virtualización, en concreto del proveedor VMware, emergía como el camino para evitar que cada cliente requiriese de un servidor físico, expandiendo asimismo las funcionalidades del almacenamiento.   Tras evaluar distintas posibilidades, ICM decidió apostar nuevamente por Dell, fundamentalmente a la vista de los resultados de estudios comparativos que dejaban patente la potencia del fabricante a la hora de optimizar el consumo eléctrico. Después de una fase para identificar necesidades y requerimientos, ICM desplegó a lo largo de 2010 una nueva infraestructura en la que se conjugan la virtualización tanto de la plataforma servidor como del almacenamiento en red.   En el primer entorno, la consolidación que facilita la virtualización ha permitido a ICM pasar de contar con 50 servidores físicos a disponer de 20 máquinas virtualizadas, en concreto: 20 servidores blade Dell PowerEdge M610 con procesadores Intel Xeon 5500, alojados en un chasis Dell Power Edge M1000.   En lo que se refiere al almacenamiento, si en la anterior estructura la gestión de datos resultaba una tarea compleja y tediosa que exigía mucho tiempo, el nuevo entorno integra una plataforma de almacenamiento en red con sofisticadas funcionalidades de virtualización. En concreto, ICM ha apostado por los sistemas SAN Dell EqualLogic PS4000XV y PowerVault MD3200i que, junto con la tecnología Dell EqualLogic Auto-Snapshot Manager, supone un avance más que sustancial no sólo porque ofrecen a ICM una gestión más sencilla de los datos, sino también por su rapidez a la hora de llevar a cabo copias de seguridad al tener capacidad para realizar ocho instantáneas por disco virtual y 128 instantáneas por sistema. ICM ha doblado, de hecho, su capacidad para realizar copias de seguridad.   Con una inversión de 150.000 euros, la nueva infraestructura ha permitido a ICM reducir en un 60% el espacio que ocupaba su infraestructura servidor y en 40% su consumo eléctrico. Pero, más allá de estas mejoras, la nueva infraestructura resulta mucho más fácil de gestionar y ha permitido a ICM, que actualmente gestiona alrededor de un millar de CPU y 50 Tb de almacenamiento, incrementar su eficiencia a la hora responder a las demandas de sus clientes. “Los cinco técnicos de ICM no podrían gestionar el número actual de máquinas si se tratara de servidores físicos”.   Hay que subrayar asimismo que ICM ha ganado asimismo en fiabilidad ya que, a través del software VMware, ICM puede recuperar rápidamente en caso necesario servidores virtuales, aplicaciones y datos de sus clientes.   Con esas credenciales, ICM se lanza ahora a la apertura de un nuevo nodo en Madrid que le permitirá ofrecer a sus clientes alta disponibilidad geográfica. “Es muy probable que optemos por Colt, Interxion o Global Switch”, adelanta Calvo, para destacar que con este nuevo nodo “el mismo cliente va a poder estar en Barcelona y Madrid de forma transparente, con total disponibilidad y garantía de continuidad”.
