Hacia la revolución inalámbrica

Las nuevas infraestructuras de seguridad sobre la tarjeta chip, la convergencia con redes móviles de nueva generación y wireless WAN, y el crecimiento exponencial de teléfonos móviles y PDAs son las claves para el despegue definitivo del comercio móvil.

Publicado el 07 Nov 2001

Desde que hace ahora 28 años Marion Cooper utilizara el primer teléfono celular de mano con un peso superior a 1 Kg para realizar una llamada desde una esquina de Manhattan, los dispositivos handset han pasado de ser considerados un objeto de lujo a convertirse en un instrumento necesario tanto en el trabajo como el ámbito privado.

Durante la última década, el mercado de dispositivos móviles se ha convertido en el negocio de mayor crecimiento en el apartado de la electrónica de consumo.

No obstante, debido a la saturación del mercado atendiendo al número de teléfonos móviles adquiridos, tanto las compañías de redes como los fabricantes de hardware y software han traducido el tamaño de los terminales y reinventando el abanico de funciones, entre las que el comercio móvil aparece como la alternativa de futuro.

A su vez, el mercado de PDAs ha adquirido tanta importancia que los tradicionales fabricantes de hardware se han unido a los grandes actores de la electrónica de consumo para competir en un mercado sin precedentes.

No es para menos, porque según el último estudio de Aberdeen Group, el mercado de PDAs alcanzará un volumen de negocio de 6.600 millones de dólares (7.400 millones de euros) para 2005, con cerca de 39 millones de unidades vendidas. En este marco y a pesar de que este segmento ha alcanzado un tremendo éxito en el consumidor final, será el sector corporativo el impulsor definitivo de este crecimiento, basado en aplicaciones de empresa y comerciales sobre sistemas Palm y Microsoft Pocket PC, según apunta Aberdeen.

De esta forma, los asistentes personales convergen definitivamente con las comunicaciones inalámbricas e Internet en su escalada hacia un mundo sin cables.

Con capacidades cada vez más cercanas al PC se convierten en los protagonistas de la informática personal y ahora corporativa gracias a su compatibilidad con las redes de empresa inalámbricas y las aplicaciones ofimáticas que tradicionalmente estaban abocadas a residir en el desktop.

Mientras que en 1999 se fabricaron unos cinco millones de distintos modelos PDA, el pasado año alcanzó una producción de casi 9,5 millones. Las expectativas que arroja el último foro de desarrolladores de aplicaciones software organizado por Palm resultan igualmente abrumadoras los analistas prevén que en 2004 las ventas de terminales PDA llegarán a los 30 millones de unidades al año.
Según los datos obtenidos de una reciente encuesta realizada por IDC entre más de 1.100 directores TIC europeos, los dispositivos hanheld están incrementando exponencialmente su presencia en las diferentes corporaciones. El 63 por ciento de los encuestados afirman estar adquiriendo PDAs para integrarlos con las redes empresariales.

Los PDAs vislumbran básicamente dos funciones en el apartado empresarial la integración con la información corporativa y la ejecución de aplicaciones ofimáticas, así como los pagos inalámbricos mediante tecnología infrarrojos o Bluetooth, hasta converger definitivamente con las wireless LAN y WAN a través del protocolo 802.11.

Sobre este escenario, la competencia entre Palm y Microsoft como principales proveedores de sistemas operativos para Pocket PCs continuará incrementándose durante el próximo año debido al apoyo de la industria fabricante como Compaq, Casio y HP al recién anunciado Microsoft Pocket PC 2002. Symbian se vislumbra como un tercer actor que intenta ganar cuota de mercado sobre todo gracias al reciente impulso por parte de Nokia con su equipo Communicator, que integra telefonía con funciones de agenda.

En este marco de convergencia y según un estudio realizado por la consultora Firma de Información, el 60 por ciento de los pagos se efectuará de forma electrónica para el año 2010 utilizando terminales móviles.

Así, el teléfono móvil en el mercado europeo ha dejado de ser un mero instrumento de comunicación para convertirse en algo mucho más importante una herramienta de trabajo que incorpora múltiples contenidos y permite realizar operaciones financieras, constituyendo junto a los dispositivos PDA un complemento básico para el e-commerce.

Sin embargo, la tecnología utilizada aún no ha alcanzado a su fase de estabilización. Las tarjetas inteligentes aparecen así como el principal protagonista en el pago a través del móvil. Cada vez más seguras y flexibles, según Firma de Información España será uno de los países europeos donde más se desarrolle el mercado de tarjetas multiaplicación ligadas a la telefonía móvil.
Las estimaciones apuntan que el mercado europeo representará cerca de 295 millones de smart cards para 2004, orientándose hacia tarjetas multiservicio y multiapliacción.

Su capacidad de integración con infraestructuras heterogéneas, combinado con la implantación de soluciones seguras PKI y WAN inalámbricas, constituyen las claves de futuro para que el m-commerce despegue definitivamente.

Paralelamente, está previsto que la migración del parque español, compuesto por 45 millones de tarjetas de banda magnética, al chip EMV se realice entre 2002 y 2005, al unísono con la mayoría de los países europeos. Como complemento, resulta necesario implantar sistemas de certificación digital acompañados de tecnología PKI.

Junto a las comunicaciones basadas en la llamada Generación 2,5 y próximamente UMTS, las redes WAN inalámbricas conectarán a sus usuarios por medio del protocolo 802.11, que en la actualidad está experimentando la migración hacia las comunicaciones a 5 GHz. Los pagos a través de terminales móviles constituyen así una nueva fuente de ingresos para los operadores a través de unas comunicaciones que, mediante transacciones seguras, permitirán el despegue definitivo del m-commerce y nuevos servicios y aplicaciones destinados tanto al ámbito de la empresa como al usuario final.
Uno de los mayores impulsos para la implantación global de la smart card lo prtagoniza Europay con su proyecto Ducato para crear un monedero electrónico de ámbito internacional. Basado en el estándar CEPS, el proyecto arrancó el pasado mes de septiembre con proyectos piloto en distintos países europeos, incluido España. Está avalado por las principales entidades financieras, y en él participan Sistema 4B, Sermepa, Banksys, Interpay, Visa Internacional y Proton World, además de Cartes Bancaries.

La tecnología CEPS ha sido diseñada para asegurar la interoperabilidad y aceptación internacional de los diferentes monederos electrónicos, independientemente de su marca, operadores o plataformas de hardware.

Europay también ha conseguido ejecutar la primera transacción segura desde un terminal móvil mediante una tarjeta de crédito basada en el estándar EMV (Europay, MasterCard, Visa). A través del teléfono Timeport desarrollado por Motorola, una tarjeta chip MasterCard y la tecnología de Oberthur, la primera demostración de pago seguro móvil con tarjeta inteligente tuvo lugar en el pasado Congreso GSM celebrado en Cannes.

Mientras, otros fabricantes como Palm y Sagem ya permiten efectuar pagos inalámbricos más seguros. Homologado por 4B, el teléfono Sagem MC 959 permite la conexión directa a un TPV como sistema de compra-venta.

Por su parte, Palm ya integra los datos bancarios en sus dispositivos hanheld para coordinar un terminal de pago Ingenico con los datos del usuario, mediante la tecnología Mobipay y las Tarjetas Euro 6000 de la CECA.

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Redacción Computing

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