En la actualidad las transacciones electrónicas suponen el 25 por ciento de los pagos que se realizan a nivel mundial y en el año 2010 este porcentaje habrá aumentado hasta situarse entre el 45 y el 58 por ciento. Así lo pone de manifiesto un reciente informe de Firma de Información, que analiza el presente y futuro de los sistemas y medios de pago en el sector empresarial y en el ámbito personal.
Aunque el dinero físico seguirá conviviendo con otros medio de pago, estos últimos ganarán espacio y junto a las tarjetas de crédito y de débito, cuyo mercado se desarrollará en España más que ningún otro país europeo según Datamonitor, emergerán otros modelos de tarjetas, como las de prepago, revolving, de empresa, de marca compartida, de fidelización, etc, así como otros medio alternativos de pago, a saber pago electrónico securizado por Internet o tarjetas multiaplicación ligadas a la telefonía móvil. En este sentido, hay que destacar que el mercado europeo representará cerca de 295 millones de tarjetas inteligentes de aquí a 2004.
El siguiente peldaño a las tarjetas en la escalera de los medios de pago lo ocupa el dinero electrónico que, según el Banco Central Europeo (BCE), consiste en un sistema de pago por el cual unos valores monetarios se almacenan en un soporte técnico, de manera que puede ser ampliamente utilizado para realizar pagos a empresas distintas de la emisora, sin que tengan que verse implicadas en la operación las cuentas corrientes de las partes, sino que funcione como instrumento prepagado al portador.
Según el informe de Firma de Información, entre las funcionalidades del teléfono móvil, que ha dejado de ser un mero instrumento de comunicación para convertirse en una sofisticada herramienta, ganará mucho peso la que le configura como una alternativa viable a los otros medios de pago existentes. Pero, mientras la adopción de sistemas de pago a través de terminales móviles se producirá rápidamente en los sectores relacionados con la nueva economía y especialmente en las tiendas virtuales B2C, su implantación en las tiendas físicas se producirá a un ritmo más lento. El pago a través del móvil también constituye una gran oportunidad para las empresas; vemos, sin embargo, más valor añadido para el mercado B2C, de momento, señala Markus Förster, director general del área de finanzas de Paybox España.
El despegue del comercio electrónico está abriendo el negocio de los medios de pago a nuevos competidores. Compañías de hardware y software, operadores de telefonía, detallistas on line y grandes cadenas de supermercados están entrando en esta arena, conscientes de que si logran establecerse en el negocio de pagos electrónicos dispondrán de una valiosa información que les permitirá identificar a los clientes más rentables y diseñar productos a su medida.
Todo indica que bancos y operadoras irán de la mano en el desarrollo de este nuevo mercado. Una tendencia que ya es patente en España, donde las primeras alianzas para hacerse con el mercado de pago a través del móvil ya han surgido BBVA y Telefónica con Movilpago, BSCH y Airtel con Pagomovil, la Caixa con Caixamóvil, etc.
Sin embargo y a pesar de las favorables perspectivas pronosticadas para los sistemas móviles de pago, Forrester Research apunta en un reciente informe que las necesidades de los consumidores, las estrategias de los proveedores y las capacidades tecnológicas no están alineadas adecuadamente para conseguir el éxito de estos sistemas. La consultora señala que los servicios móviles de pago emergerán lentamente y llegado el 2005 sólo habrá conseguido capturar alrededor de 26.000 millones de euros, es decir, en torno al 0,5 por ciento del total del gasto total realizado por mercado de consumo.
La investigación realizada por Forrester, que se apoya en los resultados de las encuestas realizadas por la firma a 50 minoristas europeos, señala que aunque el 74 por ciento de los participantes afirman que el concepto de pagos móviles les resulta familiar, su interés por este nuevo medio de pago varía según el entorno en que éstos se enmarcan. Mientras el 60 por ciento de los minoristas de servicios consideran el teléfono móvil un mecanismo de pago atractivo, este porcentaje desciende hasta el 45 y 25 por ciento al tratarse de minoristas on line y tradicionales, respectivamente.
Los participantes en el estudio de la consultora estiman que los servicios móviles de pago crecerán rápidamente y llegarán a significar el 10 por ciento de sus transacciones en un plazo de tres años.
Mientras que no se complete la regulación de los medios de pago, será imposible conseguir un correcto funcionamiento de este mercado. Si bien en enero de 1999, el Banco Central Europeo emitió un dictamen sobre dos cuestiones que entonces se consideraban esenciales y que hoy conservan su plena vigencia el ejercicio y la supervisión cautelar de las actividades de las entidades de dinero electrónico y la coordinación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas referentes al acceso a la actividad de las entidades de crédito y a su ejercicio; no es hasta la aprobación de las directivas de entidades de dinero electrónico (Directiva 2000/28/CE, Directiva 2000/12/CE y Directiva 2000/46/CE) cuando se sientan las bases de la regulación del dinero electrónico en la UE, determinándose el acceso a la actividad de las entidades de dinero electrónico y su ejercicio, así como la supervisión cautelar de dichas entidades.
El último paso en el camino a la regulación de los medios de pago en la UE ha sido la Directiva sobre el comercio electrónico (Directiva 2000/31/CE) que será incorporada al ordenamiento jurídico español por la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico, todavía pendiente de aprobación.
