Sin embargo, el escaso crecimiento únicamente es indicativo de la ya elevada inversión realizada en sus infraestructuras en años anteriores -apoyada además en factores ya abordados en ejercicios anteriores como la adaptación al año 2000 o al euro- y del elevado nivel tecnológico con que cuentan este tipo de empresas. Es por eso que, de cara al año 2001, las entidades financieras analizadas (bancos, cajas de ahorros y rurales, aseguradoras y corredurías, etc.) se han decantado por mantener una inversión estable y mantenida frente al año pasado, aunque con unas cifras más que elevadas, como demuestra el hecho de que una buena parte de las firmas de este sector (30,4 por ciento) afirma que dedicará entre 100 y 500 millones de pesetas en Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), un porcentaje al que, ni por asomo, se acerca cualquiera de los otros sectores analizados.
De hecho, el 43,5 por ciento de las empresas consultadas del sector (23) afirma que en 2001 aumentará su presupuesto tecnológico, mientras que el 47,8 por ciento -el mayor cifrado comparado con los restantes sectores- señala que mantendrá similares niveles de inversión. Sin embargo, son muy pocas las empresas analizadas (tan sólo el 8,7 por ciento) que se plantean una reducción en sus niveles presupuestarios.
Además, otro dato más que avala el elevado nivel tecnológico de que gozan este tipo de sociedades se basa en el ratio presupuesto informático/empleado, en el que el sector financiero (con 900.000 pesetas por empleado) encabeza la tabla aventajando al resto de sectores de forma clara, si exceptuamos a la administración pública que, aunque por debajo de los baremos de finanzas, le sigue a escasa distancia.
Con unos sistemas informáticos y de comunicaciones consolidados, la principal apuesta del sector financiero pasa por avanzar en el modelo de la nueva economía. La banca, siempre muy ligada a la vanguardia tecnológica, liderará el porcentaje de presupuestos que dedicarán al e-business con un 16,3 por ciento, muy por delante del resto de sectores, lo que da una idea de la concienciación de este sector por las nuevas tecnologías. Además, el sector financiero parece tener clara la utilización del e-business, pretendiendo su utilización como canal de ventas, y desde un uso del 8,7 por ciento espera saltar hasta unas cifras del 30,4 por ciento para el próximo año.
A pesar de que el 47,8 por ciento -en línea con otros sectores- de las 23 empresas financieras consultadas considera el aumento de la productividad como el principal objetivo de la inversión dedicada a las TIC, hay que reseñar la importancia que para este sector tienen otros aspectos como la atención al cliente, un objetivo citado por el 38,1 por ciento de las firmas consultadas. De esta forma, se pone de relieve la mentalización para alcanzar algo más que la mera productividad y la relevancia que para las compañías bancarias tiene la relación con el cliente, a través de la implantación de soluciones del tipo CRM, etc.
Para el sector de finanzas es de vital importancia la inversión en soluciones de software, área a la que destinarán el 41,6 por ciento del total de sus presupuestos el próximo año, muy por encima de cualquier otro sector, mientras que en área como hardware, servicios y comunicaciones los porcentajes son inferiores a la media global, a excepción de comunicaciones, donde la idiosincrasia de este tipo de empresas (presencia nacional con una alto índice de sucursales) hacen que se demanden este tipo de soluciones, por lo menos una permanente actualización.
Otro parámetro a destacar, prueba de su vanguardia tecnológica, es la tendencia a la externalización (supone el 13,9 por ciento del total del presupuesto) de buena parte de sus servicios cuando el resto del mercado está iniciando sus actividades de outsourcing. Tampoco se olvida el sector financiero de la importancia de la formación, que supone el 14,1 por ciento del total de su inversión en TIC, por encima de la media, mientras que aspectos como el mantenimiento del software y del hardware no son excesivamente prioritarios comparados con otros sectores.
