Después de un año escolar sin precedentes, motivado por la pandemia de la Covid-19, la vuelta a las aulas en este curso 2021/22 se ha realizado con cierto aire de optimismo. El “nuevo aprendizaje” ha transformado las actividades rígidas, desarrolladas única y exclusivamente en el aula, a una combinación de entornos online y presenciales. De ahí que la transformación digital, acelerada por la rápida respuesta que hubo que dar a las necesidades surgidas durante la pandemia, haya supuesto un factor de motivación para alumnos y profesores.
Las autoridades educativas, los responsables escolares, los maestros y los padres han trabajado conjuntamente para mantener la continuidad de la educación y garantizar que las perspectivas, los sueños y las ambiciones de cada estudiante no se vieran interrumpidas en los últimos meses. Pero, a la vez, la experiencia del día a día puso de relieve la existencia de una brecha digital entre quienes tenían acceso a dispositivos, herramientas digitales y conectividad, y quienes no lo tenían. Así, la mayor o menor accesibilidad a la educación por parte de los alumnos quedó al descubierto en el último año, por lo que hubo que poner el foco en la urgente necesidad de llevar a cabo una serie de inversiones tecnológicas para sostener la educación a largo plazo y para todos.
El regreso permanente a la escuela es una prioridad para todos
El regreso permanente a la escuela es una prioridad para todos y el aprendizaje combinado respalda un sistema educativo más resistente, lo que permite una mayor personalización de la enseñanza al tiempo que mejora la accesibilidad. A medida que los líderes de IT buscan reforzar el progreso de transformación logrado hasta ahora, facilitar beneficios a largo plazo y respaldar un entorno digital adecuado para la era de los zettabytes, la flexibilidad, la escalabilidad y la agilidad es clave. Y esto no solo se refiere a las tecnologías.
Ofrecer opciones financieras flexibles para los entornos educativos será clave para apuntalar las transformaciones futuras. Las escuelas no son negocios y requieren un mayor enfoque en cuanto a soporte financiero para aliviar la carga de unos presupuestos ajustados. Los modelos de adquisición como servicio permiten a los centros educativos priorizar el progreso digital, de tal manera que los departamentos de IT puedan liberarse de las limitaciones de los rígidos acuerdos de servicio con proveedores.
En última instancia, esto permite a las organizaciones educativas poder pasar de un modelo estricto de “CapEx” a un enfoque “OpEx” ágil, a través del cual pueden tomar decisiones que se centren más en los resultados del aprendizaje a largo plazo y no estén restringidas por limitaciones de costes. Con este nivel de visibilidad y control será posible reducir la complejidad y las sorpresas no deseadas, a la vez que se garantice un valor sostenible de las inversiones en tecnología.
PC-as-a-service (PCaaS) es un ejemplo de cómo este enfoque puede liberar a los profesores. Su lucha por equilibrar el tiempo y los recursos trae consigo la necesidad de formas simples y efectivas de administrar los equipos y brindar un apoyo total a todos los usuarios, ya sea en la escuela o en el hogar. Este año, con las escuelas implementando soluciones de aprendizaje remoto a través de plataformas online, la capacidad de enseñar y aprender desde cualquier lugar nunca fue más crucial. Con este objetivo, PCaaS ha ofrecido una vía para que las escuelas usen la tecnología dentro y fuera del aula durante la pandemia. Al abordar las restricciones presupuestarias liberándolos de los costos y las necesidades de personal asociados a los modelos de propiedad más tradicionales, este enfoque aumenta las habilidades de los maestros a la hora de ofrecer experiencias educativas fluidas, pase lo que pase.
Con nuevos servicios innovadores diseñados para simplificar las transformaciones digitales, lo que permite un despliegue más amplio y equitativo de herramientas y recursos conectados para los estudiantes (en directo o en remoto), hay motivos para ser optimista. De cara al futuro, quedan muchos ajustes y renovaciones por hacer para aprovechar el progreso ya realizado y mantener el impulso de la transformación del aprendizaje digital.
La vuelta de los estudiantes a sus campus y a sus aulas ha permitido ver cómo llegan capacitados con nuevas habilidades y competencias digitales que resultarán vitales a medida que se vaya realizando la transición al mercado laboral. Con las evoluciones tecnológicas ganando ritmo, es justo definir este último año como el pistoletazo de salida hacia una nueva forma de aprendizaje. Con un mejor sentido de la orientación hacia la era de los zettabytes, los estudiantes, educadores y los gobiernos locales pueden dirigirse con mayor confianza y certeza hacia este nuevo concepto de aprendizaje mixto.