A escala global, EMC cerró 2005 con una facturación de 9.660 millones de dólares, una cifra que representa un incremento del 17 por ciento respecto a 2004; y elevó su beneficio un 30 por ciento hasta 1.100 millones de dólares.
EMC Iberia, por su parte, consiguió por tercer año consecutivo y a pesar de no gozar del espectacular crecimiento de los dos años anteriores un 65 y un 45 por ciento en 2004 y 2003, respectivamente-, cerrar 2005 con una cifra de negocio que Computing estima en 124 millones de euros y que supone “un incremento de la facturación ligeramente por debajo del 17 por ciento”, señaló el director general de EMC Iberia, José Luis Solla.
Hardware, software y servicios aportaron a ese montante unos porcentajes del 47, 38 y 15 por ciento, respectivamente; una combinación que se acerca al objetivo marcado por la compañía del 50, 30 y 20.
Mientras que el objetivo de EMC a nivel mundial de cara a 2006 es alcanzar una facturación de 11.000 millones de dólares, las previsiones de EMC Iberia apuntan a un crecimiento del 20 por ciento, que se apoyará en una estrategia de consolidación en los segmentos medio y alto, el crecimiento en servicios y el avance en la pyme; un segmento que, a pesar de crecer un 12 por ciento en 2005, sigue representado el ocho por ciento de los ingresos totales.
Junto al mercado pyme, para el que EMC ha desarrollado su propuesta Insignia (ver COMPUTING 426), los servicios constituyen otra de las prioridades de la compañía que, para impulsar la adopción de su visión ILM, no descarta adquisiciones tanto a escala global como local; avanzó Solla.
