  El seísmo de 8.9 en la escala de Richter que ha provocado la devastación en Japón está sacudiendo los mercados energéticos, de materias primas, bursátil, crudo, pero también de Tecnologías de la Información, aunque los efectos en nuestro sector se dejarán sentir más a largo plazo.
Japón produce más de un quinto de los procesadores que se fabrican en el mundo por lo que los analistas ya están empezando a avisar que la paralización de las fábricas puede provocar problemas en el abastecimiento y oscilaciones severas en los precios. Se verán afectados principalmente las obleas de semiconductores, utilizadas en la fabricación de los procesadores; la memoria flash NAND, utilizada en los dispositivos móviles; y la memoria DRAM, incluida en la mayoría de los PC. Más de un 40% de la tecnología NAND y un 15% de DRAM de todo el mundo se fabrican en Japón.
Asimismo, el país nipón es también uno de los principales fabricantes de equipamiento de electrónica de consumo del mundo, – produce un 14% mundial, según iSuppli- por lo que todas aquellas plantas de fabricación situadas desde la costa este, principalmente en la isla de Honshu, hasta Tokio, podrían haber sufrido daños, y algunas de ellas incluso haber desaparecido. La magnitud de los daños a estas instalaciones y el impacto del terremoto sobre la producción aún no se han podido cuantificar.
Por lo pronto, iSuppli espera irrupciones en la cadena de suministro de los semiconductores procedentes de Japón durante las dos próximas semanas. Y en cuanto al aumento repentino de los precios no se prevé que afecte a las ventas de smartphones, PC, tablets y otros dispositivos por la enorme competitividad que existe en este mercado ya que, según parece, los fabricantes harán lo imposible para que estas subidas no lleguen al consumidor.
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