El e-talento es la clave del cambio

La transformación hacia la nueva economía se basa en la innovación tecnológica y en las comunicaciones.

Publicado el 24 Ene 2001

Todos somos conscientes del potencial que tienen las tecnologías de la información a la hora de mejorar la productividad de las organizaciones empresariales. Esto permite dinamizar un crecimiento económico que, a su vez, facilita la inversión en tecnología de vanguardia. Esta idea es la que subyace en el término virtous cycle. Este círculo virtuoso se retro-alimenta, creando auténtica riqueza. Los obstáculos a la introducción de las TI son similares en la empresa y la Administración. Hace tres años coincidíamos con que el ancho de banda era el inhibidor más importante de este cambio. Hoy, tras la revolución experimentada entorno a los proveedores de servicios, nuevos operadores, regulación y dinamización de la competencia, el mercado asume que el ancho de banda suficiente estará disponible en breve. La visión de Sun de un mundo de servicios en red -en el que cientos de millones de personas se relacionan entre sí, mediante billones de dispositivos en red, de manera ubicua y general-, accesible de forma sencilla y segura, se concretó hace ya varios años en una triple apuesta. Primero, optar porque Internet fuera una realidad, con infraestructuras de acceso disponibles. En segundo lugar, confiar en la certeza de un ancho de banda y con ello impulsar la tecnología Java. En tercer lugar que, una vez superado el desafío tecnológico, había que poner el acento en el ancho de banda de las personas. Este ancho de banda de capital humano que, a nivel interno, denominamos e-talento, es ahora la clave del cambio. Talento que ha sido referenciado en términos de coeficiente intelectual, pero que aplicado a las organizaciones sería la capacidad de que disponen las personas para entender lo que está ocurriendo y modificar sus modelos mentales en función del nuevo paradigma. Asimismo, el e-talento es la capacidad tecnológica de las personas para poder utilizar las tecnologías estratégicamente. El e-talento colectivo también incluye la capacidad de la organización, de aceptar una nueva relación horizontal, libertad de acceso a la información y una nueva forma de trabajar expuesta, donde el valor añadido de cada persona está explícito en la Red. La aceleración de los cambios (que siempre son fuente de inseguridad, porque somos conservadores por naturaleza) serán fruto de la capacidad de la organización para desarrollar una nueva cultura colectiva y para atraer a la nueva gente del e-talento. La realidad indica que todo está evolucionando hacia la Red, núcleo fundamental que soporta la idea de la nueva economía.
Paseando por cualquier ciudad americana, podemos ver carteles en las tiendas, a pie de calle, anunciando su traslado de dirección la Web. Si reflexionamos en esta idea, encontraremos lógico este proceso o, mejor dicho, evolución menores costes, mayor capacidad de acción, un mercado más globalizado y clientes que se acostumbran cada vez más a la compra electrónica. En este sentido, me gustaría ofrecer un dato auténticamente revelador la decisión de compra de la mayoría de los jóvenes de entre 16 y 22 años está en la Red. Un reciente estudio de AC revela que la media de los compradores on-line es de 35 años. Hace tan sólo un año cesó el CEO de una de las compañías de juguetes más importantes del mundo. El motivo pareció ser su retraso en el enganche a la economía en Red. Esta misma empresa tiene actualmente serios problemas, pero en esta ocasión por su incapacidad logística de atender la demanda, un ejemplo de inadaptación a los nuevos tiempos. Ante estos datos, muchos de los gestores y responsables de empresa han tomado conciencia de la importancia de las Tecnologías de la Información como fuente de ventaja competitiva. Las tecnologías que soportan estos sistemas, ya no son un mero soporte físico de la lógica empresarial. Han pasado a estar directamente involucradas en el negocio. La Red lo sigue transformando todo la forma de hacer negocios, la aparición de nuevos competidores y, lo más significativo, la creación de nuevas oportunidades. Estas condiciones seguramente nos habrían parecido inimaginables hace unos años, incluso hace unos meses, pero hoy son una realidad, y el ciclo continúa con una selección natural de empresas que aportan valor añadido en este contexto frente a las punto com adheridas a un proceso sin fundamentos tradicionales de negocio. El entorno competitivo actual cambia continuamente; las reglas del juego evolucionan a una velocidad fuera de lo común.
Para adaptarse a estos cambios es cada vez más importante tener la capacidad de utilizar las Tecnologías de la Información y, sobre todo, la capacidad de aprender, generar valor y satisfacer las necesidades de los clientes. Se manejan términos referentes a los entornos colaborativos, la Gestión del Conocimiento, el Capital Intelectual y la necesidad de beneficiarse del potencial del grupo humano de la organización. El factor humano es fundamental en la actividad económica. En Sun Microsystems le prestamos una atención muy especial al referido e-talento, ya que creemos firmemente que es el principal activo de las empresas. Una vez superado el desafío tecnológico nos debemos enfrentar a la evolución del factor humano. La Red, como núcleo del círculo virtuoso de la nueva economía, es un cambio de paradigma, un reenfoque de los procesos tradicionales de negocio.

Este escenario requiere un cambio absoluto de las reglas de juego. Quizás, Sun haya roto las tradicionales imposiciones de este juego con la introducción en el mercado de su visión y con ello de piezas estratégicas, como herramientas de ofimática o la universalización de protocolos y lenguajes. Estos elementos, surgidos e impulsados desde Sun, han sido puestos a disposición de los usuarios. Simplemente, estamos hablando de capacidad, de información, de acceso al desarrollo, a la libertad y a la creación de riqueza para la comunidad empresarial. El futuro de las empresas en el círculo virtuoso de la nueva economía depende, en gran medida, de su capacidad para implementar estos cambios y migrar sus competencias estratégicas hacia la Red. La necesidad de hacerlo es, pues, evidente y las tecnologías que lo hacen posible están disponibles y suficientemente consolidadas. Pero, como siempre ocurre en un paradigma de esta naturaleza, son las personas las que en definitiva marcan el ritmo y la dirección del cambio tecnológico.

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Redacción Computing

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