El Director de Sistemas en un tiempo de cambio

La actual situación del mercado demanda a los Responsables de la Dirección Informática (RDI) cada vez una mayor implicación en la estrategia de la empresa, lo que exige que los profesionales cuenten con más habilidades directivas que técnicas.

Publicado el 13 Nov 2000

Todos somos conscientes de la vertiginosa evolución que se está produciendo en el ámbito de las Tecnologías de la Información. Las numerosas novedades en el sector, dirigidas a informatizar la sociedad en el menor plazo posible, han provocado que sea en el campo profesional y empresarial en el que esta revolución tecnológica está incidiendo sobremanera, haciéndolo especialmente en la labor del profesional responsable de la informática de la empresa el director de Sistemas.

Sea cual sea su denominación (director, responsable, coordinador…), y sea cual sea el objetivo de la empresa, la figura del Responsable de la Dirección Informática (RDI) está atravesando, probablemente más que ningún otro ejecutivo, por un período de incremento de exigencias profesionales cada vez mayor. Es tal la incidencia de la informática en todos los ámbitos de la empresa – atrás quedaron los tiempos, en que se centraba solamente en el apartado financiero y contable – que, independientemente de cual sea su objeto social, no es fácil pensar en ser competitivo en la actualidad, sin que ésta forme parte de todas las áreas empresariales comercial, logística, administrativa, de organización o gestión de recursos.

Al convertirse en un centro neurálgico de la corporación, el RDI adquiere un papel primordial, dado que, en coordinación con el resto de directivos de cada área, deberá sentar las bases para lograr el éxito que se pretende. Y es en esta tarea en la que debe abarcar temas no ya estrictamente técnicos, como hace tan sólo unos años, si no además aspectos que se enmarcan en otros ámbitos, como de legalidad o de oportunidad, y que redundarán directamente en la línea económica de la empresa.

Desde la experiencia de AEDI, a través de las consultas que recibe así como de las reuniones profesionales que realiza con los RDI, puede constatarse que la mayor parte de los problemas a los que se enfrentan los RDI así como sus intereses, son coincidentes y éstos en gran medida no se refieren solo a temas tecnológicos, como pudiera pensarse, sino a temas directivos y estratégicos.

Por el hecho de su largo aislamiento y la escasa relación entre los directores TI, una de las ventajas que más se valora del entorno colaborativo es la posibilidad de relacionarse e intercambiar experiencias, habiendo logrado un marco de entendimiento y coincidencia de problemas e intereses, que es acogido muy positivamente por los RDI.
Aunque los intereses de los directores de Sistemas siempre han estado ligados a los propios intereses de la empresa, ha sido necesario la llegada de las nuevas tecnologías para que esto se hiciera absolutamente patente.

El reto que representa es muy grande, y las posibilidades que se vislumbran por parte de las empresas van a ser innumerables, por lo que hay que estar preparado para abordarlas. Los primeros en estarlo debemos ser los directores de Sistemas, pues nosotros en gran parte, somos responsables de impulsar este desarrollo, mejorando la oferta de la empresa a través de la información y las tecnologías que las soportan.

Es en estos momentos cuando resulta más importante para los altos directivos de las empresas conseguir la mentalización necesaria para admitir los cambios trascendentales que se están produciendo, así como la necesidad de abordarlos, considerando a las TIC y a su responsable como una parte integrante de la estrategia de la empresa.

Saber como utilizar la información, siempre ha sido complicado para las corporaciones, pero el nacimiento de nuevas tecnologías ha agudizado el problema. Por esto, el reto que se plantea a la empresa y a su RDI, se resume en cómo utilizar la información con el fin de generar nuevas formas de valor que poder añadir a la oferta de la compañía.

Actualmente, la información permite llegar mucho más lejos, pudiendo ofrecer a nuestros clientes mejores servicios que complementen y distingan nuestra oferta, así como dar una respuesta más rápida y precisa a sus necesidades.

En este nuevo marco de actuación empresarial, es necesario que aumente la convergencia en el seno de los equipos directivos. El RDI deberá asumir un papel más comprometido con la estrategia del negocio, mientras que los demás cuadros de dirección deberán involucrarse y asimilar los nuevos conceptos y utilidades que van a necesitar para el desarrollo de sus funciones. Este planteamiento propiciará una mejora en la comunicación y en el trabajo en equipo entre los profesionales para el logro de objetivos mucho más amplios y complejos.

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Redacción Computing

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