El talento se ha convertido en el gran activo de la empresa pues es el condimento que sazona el servicio y el producto que se ofrece al mercado, y eso quiere decir que el potencial de una organización se mide por la calidad de su plantilla. Los clientes se han situado en el centro de las estrategias y para ello los fabricantes han entendido que hay que reforzar su backoffice, y cuidar lo que les hace únicos y atractivos para el mercado, que pasa por dotar a sus trabajadores de herramientas tecnológicas que cada vez requieren más colaboración, versatilidad y ubicuidad. En la era digital se trata de las armas necesarias para que puedan cumplir con su trabajo de la forma más eficaz, trabajando en equipo y logrando aumentar la productividad, que es sinónimo de rentabilidad para el negocio. Pero también el digital workplace contribuye a la expansión del teletrabajo permitiendo la conciliación familiar y laboral.
Todos estos aspectos fueron debatidos en el encuentro organizado por Computing con la colaboración de Avanade y Microsoft, dos exponentes de la modernización del puesto de trabajo como el gran acicate de los nuevos procesos corporativos en los que prima la transparencia, la comunicación sin barreras y una visión global y empática de la compañía.