El cloud lidera la transformación de los CPD hacia un modelo de gestión de servicios

Computing y Dell han reunido a un conjunto de entidades para definir las ventajas de la nube en los data center, así como las barreras en su adopción.

Publicado el 26 Jul 2011

Según los analistas, las actuales prioridades de los CIO tienen que ver, en primer lugar, con la necesidad de incrementar la agilidad y la velocidad para implementar aplicaciones de negocio, junto con el imperativo de alcanzar una mejor gestión de sus recursos para alinear capacidad y demanda, mejorar la flexibilidad del centro de datos, y reducir los costes de energía y refrigeración. Todas esas metas tienen mucho que ver tanto con la virtualización como con el cloud computing. En el primer caso, según las predicciones, en un plazo de tres años, casi la mitad de los responsables de TI esperan haber virtualizado entre el 50 y el 100% de su entorno de servidores en producción. Al mismo tiempo, la informática en la nube está dejando de ser un término de moda para convertirse en una realidad imparable. Pero no siempre resulta tan sencillo transformar los CPD con éxito, por lo que Computing y Dell han organizado un encuentro con la intención de analizar las carencias que las organizaciones detectan en los centros de datos, ligadas a la falta de procesos de automatización y aprovisionamiento y de flexibilidad en su infraestructura y organización. Se abordaron cuestiones como la forma de ofrecer mayor valor al negocio, cómo realizar la transición a la virtualización o a la nube y obtener antes el ROI sobre las inversiones en infraestructura de TI.

Abriendo el debate, Roberto Navarro, senior solutions arquitect de la división Data Center Transformation and Cloud Services de Dell, expuso su punto de vista como proveedor sobre cómo se está llevando a cabo la transformación dentro del data center. “Estamos detectando una demanda de servicios y soluciones en la nube, en cualquiera de sus modalidades, y al mismo tiempo hay ya una madurez en las tecnologías de virtualización y banda ancha que facilitan el cloud”. Igualmente, Navarro confirmó que una de las principales apuestas de Dell gira en torno a la informática en la nube, y para ello “a lo largo de este año vamos a invertir 1.000 millones de dólares en la puesta en marcha de numerosos centros de datos de alta eficiencia en todo el mundo. Abriremos 12 Global Solution Centers, siete de los cuales ya están operativos, además de desarrollar una serie de servicios en la nube para apoyar a nuestros clientes en la evolución de su data center”.

Una revolución en marcha

A continuación, las entidades participantes hablaron sobre la evolución de sus departamentos de TI, así como de su rol como responsables del departamento de Informática. Alberto García Suárez, coordinador de Infraestructuras y Comunicaciones de Transportes Azkar, reconocía que en su compañía han tenido que dar varios pasos para poder llegar al cloud computing, y que “ahora es un centro de gastos más que de costes, porque hay más exigencia de alineamiento con el negocio, lo que obliga a hacer una mayor inversión en consolidación de sistemas y a prepararse para buscar un recorte en el gasto, que en algunos casos se traduce en un ‘housing’, porque mantener infraestructuras propias es muy costoso”. En ese sentido, para García, “tenemos que alinearnos con la compañía y poder así llegar a un estado superior, que es el cloud. Pero también hay que tener en cuenta otros aspectos como la seguridad, las normativas y la definición de los servicios que se pondrán en nubes públicas o privadas. En definitiva, en nuestro caso, es un camino amplio a recorrer a medio plazo”.

Mientras tanto, para Carolina Bouvard, directora de Arquitectura técnica de Telefónica, “en nuestro caso, en Telefónica, históricamente las organizaciones de TI y las de desarrollo de productos estaban separadas, pero desde hace un año están ligadas, en aras de equilibrar la eficiencia y calidad, pero también el ‘time to market’ para lanzar nuevos servicios”. Bouvard también hizo referencia a las barreras que se han superado y las que todavía quedan pendientes, reconociendo que “se va avanzando, pero todavía hay muchas barreras para llegar a un modelo cloud. Sin embargo, hemos conseguido avances en el desarrollo de servicios basados en Software como Servicio (SaaS), que han roto lo limitante que antes era el ‘time to market’. También estamos enfocados en Infrastructure as a Service (IaaS), donde hemos dado pasos importantes. Pero los principales obstáculos están en las infraestructuras de TI internas, por la cantidad de sistemas heredados que tenemos, y eso es algo complejo, que nos está costando más”.

En una compañía como AC Hoteles, que lleva desde el año 2006 implementando cambios muy intensivos en torno a la estructura de su departamento de TI para modificar la manera de ofrecer servicios, “ahora tenemos consolidada una cloud privada, y con ella el cambio ha sido drástico en los costes. El departamento de TI se ha profesionalizado porque aplica metodologías y estándares, lo que exige un alto grado de madurez”, afirmab a José María Gallo, responsable de TI de la cadena hotelera. El ejecutivo señalaba además que la fórmula del pago por uso ha sido un aspecto esencial para su departamento, puesto que “es interesante y permite dejar de ser un centro de costes”. Sin embargo, las barreras en AC Hoteles también están presentes, especialmente en lo referido al cloud computing, ya que “es algo muy nuevo. No hay una madurez en el modelo de servicio, y todavía no hay estándares de mercado. Además, la seguridad se diluye cuando hay un entorno heterogéneo, y se da la situación de que nosotros tenemos que integrar a nuestros proveedores, lo que conlleva un coste que no podemos asumir”. Así, para José María Gallo, “al final te das cuenta de que el coste es menor al principio, pero con las economías de escala y la personalización del servicio, el cloud privado te da unas ventajas que el público todavía no te puede dar al no haber esos estándares, y tienes que ser tú al final el que haga desarrollos a medida”.

En Grupo Codere, desde hace algunos años viene dando pasos para acelerar su transición a la nube. Así lo hizo constar José Antonio Esteban, director de Sistemas Estratégicos de la compañía, asegurando que, al margen de la seguridad, hay otras barreras que dificultan el cloud computing, como la reticencia de los empleados, y es que “estamos hablando de un tipo de profesional distinto porque tradicionalmente al profesional de TI le gusta hacer las cosas como quiere, cosa que no siempre se puede hacer en la nube. Por tanto, hay barreras relacionadas con la reticencia que nosotros imponemos”. Además, “saltar de un sistema mainframe a la nube no es tan fácil, hay que seguir unos pasos para ir dando el salto poco a poco, no es tan sencillo ni tan rápido, porque implica una madurez de las infraestructuras”.

La evolución en el sector público

En el caso de la Administración Pública, hay similitudes y divergencias en el camino de su transformación, ya que “el departamento de TI es un departamento de servicio, y en cualquier servicio se exige más capacidad, y a mayor capacidad, mayor inversión. Ahora hay un cambio hacia una estructura de costes variable, y por ello el departamento de TI tiene que ser más flexible y contar con sistemas más dinámicos que van creciendo en función de las necesidades del negocio para llegar a tiempo y con un ‘time to market’ adecuado a lo que el negocio pide”, señaló José Luis San Martín, subdirector general adjunto de Informática del Ministerio de Economía y Hacienda, quien mostró su convencimiento de que el cloud “es sólo un paso más”. En cuanto al nuevo rol que asume el CIO, San Martín aseguraba que “ahora se acelera el hecho de que el CIO es el responsable de medios, porque si hace innovación que al final repercute en el cliente o usuario final, está bien posicionado para cambiar a la empresa desde dentro. Por ese motivo, crece en atribuciones que van más allá de la tecnología, porque tiene la competencia de habilitar capacidades y hacer aplicaciones más automáticas y flexibles”. Siguiendo con otro ejemplo de sector público, el área de Gobierno de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid tiene su propio CPD, y recientemente ha optado por la nube privada. Igualmente, se ha ocupado de virtualizar, y tal y como explica Fernando García, jefe del departamento de Innovación y Desarrollo de este área del ayuntamiento, “con la virtualización, la experiencia ha sido muy positiva, y es que la virtualización es un cloud interno, porque no es lo mismo gestionar muchos servidores con fabricantes y configuraciones diferentes que tenerlo todo en el mismo sitio. Es una experiencia que hemos hecho hace muy poco, y de cara al usuario da mucha flexibilidad, porque el desarrollo de aplicaciones ahora es más ágil”, afirmaba.

Por otra parte, García incidía en el hecho de que, a pesar de no tener ánimo de lucro, aún así están obligados a ofrecer servicios de calidad, algo que se consigue solamente con la ayuda de “una informática adecuada. Somos un centro de costes, pero también de beneficios; no somos una empresa comercial, pero sin servicios no podríamos dar ningún valor”. El camino hacia la nube en su departamento está siendo particular y complejo, porque “nos hemos tenido que integrar con los sistemas de otros departamentos, lo cual puede decirse que es casi una nube privada”, aseguraba. En este contexto, apuntaba que “lo que más nos preocupa de la nube son los datos y su protección, ya que nosotros manejamos datos muy críticos relativos a los ciudadanos. Por ese motivo, la nube la concebimos para un tipo muy concreto de aplicaciones y servicios que no son tan sensibles y críticos, como por ejemplo la nómina. En la empresa privada, si te roban los datos, pierdes prestigio y dinero, nosotros en cambio perdemos la confianza e imagen de cara a los ciudadanos”.

Por su parte, Miguel Ángel Rodríguez, jefe del área de Informática de Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, manifestaba estar de acuerdo con Fernando García en cuanto a su visión sobre la seguridad, señalando que “existe un decreto que no deja nada claro sobre la nube, por eso estamos indefensos, no sabemos qué se hace exactamente con esa cesión de los datos, y por eso la seguridad es critica. Estamos un poco indefensos en ese sentido, y el valor de esos datos en la Administración es tremendo”. Por ese motivo, el Ministerio de Industria todavía no está metido de lleno en la nube. “Ese salto lo daremos más adelante, porque de momento nuestra prioridad es consolidar las infraestructuras, el CPD, virtualizar y reaprovechar la eficiencia energética”. Además, Rodríguez reconocía que “estamos un poco verdes, y vemos el salto a la nube un poco lejos. Si llamamos nube privada a la virtualización, lo tenemos muy claro, pero la nube pública nos da más miedo”.

Experiencia positiva

Precisamente para tranquilizar a los participantes sobre sus dudas en torno a cloud computing, Ricardo Labarga, country manager y consejero delegado de Dell España, comentó que “es importante contar nuestra experiencia, no como proveedores, sino como usuarios”, y es que “en Dell somos inversores en infraestructuras, y proveemos de infraestructuras a las mayores compañías del mundo, incluyendo a nosotros mismos”. Como resultado del salto a la nube pública y privada, afirmó que la compañía ha conseguido reducir sus presupuestos de TI, “lo cual supone un éxito”, y además, a día de hoy, “el 50% de nuestro presupuesto de TI es mantenimiento, cuando antes era del 80%. La otra mitad la destinamos a la innovación e inversiones estratégicas, subrayó.

Labarga también afirmó que las tres grandes prioridades TIC que detectan en las organizaciones se centran sobre todo en la movilidad, el cloud computing público y privado y su integración, y en el crecimiento de datos. Todo ello redunda en una mayor flexibilidad y acompañamiento al negocio, y por ello “Dell está invirtiendo mucho para facilitarlo”, completaba Labarga.

La eficiencia en el data center

Cada uno de los asistentes mostraba una visión sobre la manera de alcanzar la eficiencia en los centros de datos, aunque también con algunos puntos en común. Así, para José Luis San Martín, del Ministerio de Economía y Hacienda, “en un sector en el que intentamos automatizar y estandarizar todavía somos muy artesanos. La informática tiene que lanzar productos y servicios, teniendo como elemento una calidad reconocida y estándares; hay que salirse de la artesanía. Por ello, todo lo que facilite la automatización y la flexibilidad, reduce costes automáticamente”, opinaba. Mientras tanto, para Alberto García, de Transportes Azkar, las claves para alcanzar la eficiencia son “la consolidación, virtualización y servicios en la nube”. Respecto al último punto, García se refería a una “nube dinámica, que presente la facilidad para cambiarse de nube pública a privada y viceversa. Ese dinamismo se tiene que agilizar”.

Por su parte, José María Gallo, de AC Hoteles, también consideraba que los elementos que no deben faltar en el CPD son la “adaptabilidad, flexibilidad, homogeneidad y estandarización con el objetivo de que los tiempos y el coste se reduzcan”. Fernando García, del Ayuntamiento de Madrid, confirmaba que para conseguir la eficiencia, “primero tienes que organizarlo todo internamente, y a partir de ahí decidir si puedes o no dar el salto a la nube. Hay que comenzar por la virtualización y la consolidación”, recomendaba. Miguel Ángel Rodríguez, del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, estaba de acuerdo: “y es que el modelo de computación ha ido cambiando, y hay que ir paso a paso madurando internamente en la manera de prestar servicios. La nube acabará arrastrándonos a todos”.

José Antonio Esteban, de Grupo Codere, añadía que “hay que dar pequeños pasos y seguros, dependerá de cada empresa el nivel de evolución y de la madurez en la que esté. En nuestro caso en Codere, en dos o tres años tendremos el 50% de los servicios en la nube, pero dependerá de la oferta de los proveedores y de cómo se consolide el mercado”.

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Lucía Bonilla

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