Este servicio se suministra a clientes del BBVA en más de 32 países, a través de un sistema de gestión total de servicios de TI basado en las mejores prácticas ITIL. “La situación del CPD de Europa anterior al proyecto consistía en un control clásico de CPD con herramientas de control tanto en monitorización como en proceso de gestión, gestión de incidencias, de cambios a nivel de servicio. Pero el objetivo de este proyecto es que todo esto se realice de forma conjunta e integrada para dar un mejor servicio al negocio. Y poder ser más ágiles ante las necesidades de negocio”, declaró a COMPUTING, Arturo Gil, responsable del departamento de Gestión Integrada de Sistemas, que se encarga de implantar procesos de gestión del banco relacionados con las TI y responsable del CPD Europa del BBVA.
El CPD Europa concentra un total de 1.100 servidores de aplicaciones y da soporte tanto a entornos Mainframe como distribuidos, incluyendo todos los tipos de Unix, (AIX, Solaris, HPUX yLinux) y Windows (cuyo entorno ha sido virtualizado a través de VMware). La selección de BMC se debió a que “teníamos herramientas de diversos proveedores y lo que necesitábamos hacer era una racionalización del software, que todas las piezas que teníamos fueran capaces de integrarse. A nivel de integración, BMC era la solución ECM que mejor se integraba con sus propias herramientas y con las de terceros”. La oferta de BMC estaba más consolidada que otras de rivales, “al menos en ese momento de realizar la selección”, matiza
Ya están totalmente implantados todos los procesos de gestión que intervienen: la parte de BSM clásica, implantación de la CMDB con todas sus relaciones entre el catálogo de servicios del negocio y la infraestructura, una gestión de la configuración implantada, gestión de cambios, gestión de nivel de servicios y gestión de peticiones “que ha tenido una evolución espectacular en este último año”, certifica Arturo Gil.
Ante nuevos requerimientos de negocio, como pueda ser una campaña para impulsar el uso de una tarjeta de crédito, “somos capaces de conocer el impacto que tiene en la infraestructura y de valorar si es capaz de aguantar la campaña o, por el contrario, es necesario contar con más servidores de aplicaciones o incrementar el número de procesadores”. Y por el contrario, pueden conocer el impacto de la infraestrucura en el negocio. Este ha sido el gran cambio cultural, “ya no caen máquinas sino servicios”, matiza el responsable. El próximo paso de su departamento será incluir un nuevo módulo de BMC destinado a automatizar la integración entre los procesos de gestión.