A pesar de que el cloud computing está dejando de ser un término de moda para convertirse en una realidad, a las compañías españolas todavía les está costando incorporarse a la nube, y es que todavía miran a este escenario con cierto escepticismo, según la consultora Penteo. Las principales barreras siguen siendo la impresión de una falta de seguridad y desconfianza en los proveedores, aunque a lo largo de 2011 y especialmente a corto plazo cada vez más entidades optarán por mover parte de sus sistemas a la nube.   Esto incluirá también parte de sus entornos críticos tanto a nivel de software, (como módulos de ERP, aplicaciones sectoriales, data mining o email), como de infraestructura, especialmente bajo la modalidad privada. Las empresas buscarán con ello un ahorro de costes, mayor eficiencia operativa y ajuste a los ciclos de actividad, y supondrá una oportunidad para posicionar a los diferentes proveedores, diferenciando y clarificando su oferta en la nube.
A día de hoy, según Penteo, el 38% de las empresas españolas ya ha adoptado algún tipo de modalidad cloud, y la nube está presente en casi dos de cada tres empresas en nuestro país. En las empresas de menor tamaño, la penetración es todavía más baja, y sólo una de cada cuatro empresas ha adoptado tecnología cloud. Aunque la penetración de cloud está fragmentada ente las tres modalidades de servicio (SaaS, PaaS y PaaS), las aplicaciones acostumbran a ser el primer paso, y es donde de momento se reflejan cifras de penetración más elevadas. Pese a que el conocimiento sobre SaaS y la disponibilidad a invertir es elevada, la penetración en el stack tecnológico de la empresa es todavía moderada, y se centra por el momento en las aplicaciones que no son críticas. Las perspectivas de futuro son, eso sí, algo más ambiciosas, tal como muestran las investigaciones de Penteo.
Recomendaciones
Con la intención de minimizar los riesgos y temores a la hora de migrar hacia una estrategia de cloud computing, Penteo recomienda, en primer lugar, analizar el escenario de negocio, estableciendo un modelo económico y perspectivas presupuestarias, con una estimación adecuada de los volúmenes de actividad futura y necesidades de flexibilidad, valorando el riesgo operativo y regulatorio. Además, la consultora aconseja evaluar a fondo la capacidad de integración con la arquitectura actual (infraestructuras, aplicaciones…), y su mantenibilidad, valorando la optimización de la arquitectura interna, y diseño de estrategia de migración. En tercer lugar, es crucial emprender una adopción controlada del modelo, valorando todas las opciones que existen en el mercado, así como la elección correcta de los modelos de despliegue.
