e-Salud, una revolución imparable con base en las TIC

En 2010 representará el cinco por ciento del gasto sanitario global en la Europa de los 25.

Publicado el 18 Oct 2006

En un escenario en el que, según Naciones Unidas, el envejecimiento de la población (mayores de 60 años) se duplicará entre 2000 y 2050; en donde la proporción de niños se reducirá un tercio y en el que las enfermedades crónicas representarán en 2020 al menos el 60 por ciento de las existentes a escala mundial, se impone un cambio radical del modelo sanitario imperante en la mayor parte de países del mundo y, por supuesto, en España.

Una transformación en la que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) desempeñarán un papel esencial como base para la consecución de la que ya se define como la nueva revolución: la e-Salud. De hecho, los expertos aseguran que el incremento de la inversión en TIC aplicadas a la Salud debe contribuir a lograr una asistencia sanitaria más efectiva y a la sostenibilidad del propio sistema sanitario.

Y es que a nadie se le escapa que el actual modelo sanitario adolece de coordinación entre los profesionales, los hospitales, las empresas farmacéuticas y de tecnología sanitaria, lo que conduce a importantes ineficiencias.

De acuerdo con los datos que se desprenden del estudio “e-Salud 2020” realizado por la Fundación OPTI (Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial) y Fenin (Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria), en el año 2010, el gasto relacionado con la e-Salud constituirá el cinco por ciento del presupuesto sanitario total de la Europa de los 25, mientras que en 2000, y circunscribiéndonos a la Europa de los 15, el presupuesto fue del uno por ciento.

En concreto, los analistas esperan que la Sanidad Electrónica transforme, en el plazo de los próximos 15 años, el modelo sanitario español.

El objetivo a alcanzar a partir de estas inversiones, tras superar numerosos escollos, no es otro que desarrollar tratamientos adaptados al perfil genético de cada paciente, con la consiguiente reducción de posibles efectos secundarios.

Para lograrlo se implantarán en pacientes dependientes y/o crónicos biochips o biosensores no invasivos- en el cuerpo, y hacia el año 2020 en las prendas de vestir- capaces de detectar, analizar y transmitir datos sobre el estado de salud de una persona en tiempo real.

El futuro modelo, en el que el paciente será el máximo protagonista, los centros sanitarios competirán entre sí para atraer al paciente, lo que derivará hacia su especialización.

Al mismo tiempo, la industria farmacéutica de-sarrollará fármacos `a medida´, es decir, adaptados al tipo de enfermedad y perfil genético del paciente; y se crearán, entre 2011 y 2015, centros sanitarios virtuales telemedicina- de atención al ciudadano desde donde, remotamente, se analizarán administrarán y distribuirán los servicios y prestaciones prescritos.

Por otra parte, el uso de nuevas tecnologías basadas en 3D, permitirá el diagnóstico y tratamiento médico o quirúrgico a distancia, mientras que los enfermos de riesgo portarán sistemas de notificación de alertas activables automáticamente, equipos sanitarios móviles, en situaciones críticas.

Además hacia 2010 se generalizará el uso de la e-historia clínica, mediante tarjeta inteligente, y de la e-receta, abarcando desde la prescripción hasta la dispensación del medicamento al paciente.

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Redacción Computing

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