La crisis sanitaria provocada por la covid-19 sigue causando estragos en la mayoría de las compañías del mundo. Esta situación ha dificultado el cumplimiento de uno de los objetivos primordiales de las empresas en los últimos tiempos: la transformación digital. A pesar de ello, el papel desempeñado por los desarrolladores de TI de las compañías ha sido fundamental para la consecución de dicho objetivo.
De hecho, el 92% de los responsables de la toma de decisiones en materia de TI de las empresas cree que las DevOps -combinación de planteamientos, prácticas y herramientas que ayudan a las empresas a acelerar en gran medida el proceso de creación y aplicación de software- podrían tener un impacto decisivo en su transformación digital, según la segunda parte del IV Estudio Anual sobre Transformación Digital elaborado por Couchbase, creador de bases de datos NoSQL multicloud y de ámbito empresarial.
De igual manera, el 63% de los encuestados asegura que la flexibilidad fue un punto clave para la consecución de sus objetivos de transformación digital. Sin embargo, esta flexibilidad ha tenido un coste para las compañías: 5 de cada 10 responsables de TI notificaron que a sus equipos de desarrollo se les estaba pidiendo hacer demasiadas cosas en muy poco tiempo.
5 de cada 10 responsables de TI piensan que a sus equipos de desarrollo se les pide hacer demasiadas cosas en muy poco tiempo
“En un año en el que las compañías han tenido que esforzarse para adaptarse a unas formas de trabajo más descentralizadas, y a la rápida evolución de los mercados, los desarrolladores se han visto sometidos a una fuerte presión para ayudar a sus empresas a acomodarse a esta nueva situación”, afirma Steve Yen, cofundador de Couchbase. “Los equipos de desarrollo necesitan contar con objetivos claros en cada proyecto, así como con herramientas y tecnologías necesarias para poder desempeñar su trabajo de forma ágil, pudiendo adaptarse de forma más rápida a la nueva situación”.
Los desafíos de los desarrolladores
La crisis sanitaria ha hecho que tanto las empresas como sus desarrolladores hayan tenido que esforzarse por asumir diferentes desafíos como establecer objetivos claros y medibles en el equipo (40%), asegurar que los profesionales dispongan siempre de tecnología adecuada (40%), avalar que dichos equipos entiendan claramente los objetivos estratégicos de la organización (31%) e identificar y resolver los retos a los que se enfrentan los equipos de desarrollo (31%).
Y es que, a pesar del papel fundamental que han desempeñado los desarrolladores durante la pandemia, los retos descritos han supuesto un impedimento para que estos alcancen todo su potencial. De hecho, el 40% de los encuestados afirmó que sus equipos de desarrollo iban con retraso en sus proyectos actuales.
Sin embargo, las organizaciones continúan apostando e invirtiendo en desarrolladores. Y es que, tal y como se apunta en el informe elaborado por Couchbase, los equipos de desarrollo crecieron una media del 20% en 2020. “Para sacar el máximo provecho a esta inversión, es necesario que no solo se invierta en personal, sino también en tecnología, en gestión y comunicación que ayude a los profesionales a tener éxito. Si las empresas ayudan a sus desarrolladores a ser más ágiles y flexibles, les resultará más fácil asegurarse de que se centren en la dirección correcta. En un mundo en el que cada vez se platean más desafíos, los desarrolladores tienen un papel vital que desempeñar. Invertir en ellos de forma adecuada será vital para lograr esa transformación digital que se pretende por parte de las empresas”, sentencia Yen.