Para cualquier empresa es fundamental utilizar elementos tecnológicos que ayuden a su desarrollo y que, a la vez, demanden menos tiempo para invertir en su gestión, ya que la prioridad es dedicarse a los elementos que permiten generar negocio. Hay distintas soluciones que permiten adaptarse a esta tendencia, pero en este artículo nos centraremos en una: la virtualización de escritorio y aplicaciones que permite tener toda la infraestructura TI de la empresa centralizada en una plataforma Cloud y controlada desde un único punto de gestión.
A modo de resumen, podemos decir que el servicio ofrece cada escritorio de trabajo de forma remota y con independencia del origen de la conexión, del dispositivo y el sistema operativo que use, sea smartphone, tablet, thin client, ordenador portátil, Windows, iOS, Android, etc. Por otro lado permite, desde un único panel, controlar y asignar los permisos de todos los usuarios, actualizar los equipos o publicar y distribuir la aplicación, entre otras funcionalidades. Como consecuencia, no sólo es posible obtener un mayor control de los puestos de trabajo, sino también crecer fácil y rápidamente en aplicaciones, en usuarios y en capacidad de la plataforma.
¿CÓMO SE IMPLEMENTA?
No todas las plataformas tienen el grado nivel de seguridad, disponibilidad y prestaciones; por eso, es importante realizar una comparativa de los diferentes niveles que conforman la solución.
A nivel de infraestructura, la plataforma debe de estar soportada por equipos físicos bien dimensionados y redundados para sobreponerse al posible fallo de uno de ellos y, por encima, contar con la capa de virtualización o hipervisor que permite desplegar varias máquinas virtuales para entregar el servicio utilizando los recursos físicos sin realizar overcommit. En términos de arquitectura, es recomendable hacer una distribución por roles, es decir, asignar un grupo de tareas comunes a uno o varios servidores con el fin de obtener mayor escalabilidad, alta disponibilidad y flexibilidad para adaptarse al crecimiento del cliente.
¿QUÉ DEBE APORTAR EL PROVEEDOR?
Es esencial exigir que el proveedor de virtualización entregue el servicio con las máximas prestaciones. Para ello, la transparencia y el conocimiento de la infraestructura es primordial: el cliente debe poder controlar sus datos y sus posibilidades de crecimiento.
Por otro lado, es necesario contar con asesoramiento técnico coherente en todos los niveles, desde la preventa –donde se puede aprovechar la experiencia y similitudes con otros clientes– hasta el soporte, manteniendo los equipos y dando solución a las incidencias con contacto directo para una pronta resolución.
Por último, pese a no ser un requisito indispensable, para ofrecer un servicio completo el proveedor de la virtualización debería poder incluir servicios de conectividad acorde con la solución diseñada. Sólo de este modo será capaz de entregar una garantía de servicio o SLA de extremo a extremo.