Cuando Internet es lo prohibido

Conectarse a Internet se convierte en todo un reto a la ley en Cuba, China, Corea del Norte, Afganistán o Arabia Saudí. En algunos países, ser internauta equivale a ser criminal, en otros en necesaria una autorización del gobierno.

Publicado el 27 Mar 2002

Presos de su obsesin por controlar, los sistemas totalitarios le confieren a Internet el papel protagonista que se merece, convirtindola en vctima de variados filtros, prohibiciones y monitoreos. Un buen ejemplo es la poderosa China, donde los crmenes informticos son punibles con la pena de muerte, incluyendo en esta categora la difusin de material nocivo para el estado. Desde 1996, el estado chino prohibi el acceso a una centena de sitios web de tinte variado desde los que mostraban imgenes pornogrficas hasta otros que incluan informacin crtica sobre su gobierno. A finales del pasado febrero, el Ministerio chino de Seguridad Pblica anunci un nuevo software para prevenir el acceso a material poco saludable, como sectas religiosas, sexo y violencia. Police 110 (as se llama el sugerente programa de computadora) bloquear de paso nuevos sitios web de la disidencia, entre ellos, el grupo Falun Gong de tibetanos exiliados.
Tambin, las autoridades de este pas con 20 millones de internautas estn formando brigadas de policas para la guerra contra los artculos antigubernamentales y anticomunistas publicados en la red , segn informa Reporteros Sin Fronteras. Corea del Norte zanj el asunto de raz. Sin proveedores de acceso y sin servidor, el pas de Kim Jong-Il se convirti en el nico del mundo que no tiene Internet. (Aunque su gobierno mantiene varios sitios de propaganda, albergados en servidores japoneses). En Afganistn, se acaba de prohibir el uso de Internet, para evitar influjos contrarios al Islam. Segn el ministro de exteriores talibn, tal vez la prohibicin se levante cuando el pas tenga sus propios proveedores de acceso (hasta ahora las conexiones eran va Pakistn), para as poder controlar la informacin consultada por los afganos. La petrolfera y musulmana Arabia Saud, opt por instalar en Djeddah su propio censurador un gigantesco sistema de filtracin de direcciones y contenidos.

Medianoche en La Habana. Armando ojea la pgina web de CNN en espaol mientras escucha las ltimas canciones que baj del Napster. Acaba de hacer una llamada gratuita a su hermana en Miami, a travs de Dialpad.com. Consulta despus un nuevo curso interactivo de programacin, disponible en la Red, y las pginas del estadounidense Massachussets Institute of Technology, vedadas para la mayora de los cubanos, como todo lo que tenga que ver con los enemigos de la revolucin. Pero Armando sabe cmo burlar el sistema electrnico de censura, saltando de una pgina a otra con insistencia hasta que el programa bloqueador no reconoce el origen del buscador ni el pas de procedencia. En el chat lo esperan algunos amigos habituales, de Espaa, Venezuela, Australia… Los fines de semana, Armando conecta su computadora con las de otros amigos cubanos que, como l, burlaron las restricciones gubernamentales para sumergirse en la Red. Juntos surfean y descubren apasionantes recovecos, como el que encontraron hace poco con el cdigo fuente de Microsoft Windows. Apenas visitan alguna pgina pornogrfica. Cuando se est navegando, el tiempo es demasiado precioso para perderlo con eso. Al menos en Cuba. Tampoco emplean Internet para protestar, ni con fines polticos o econmicos, sino para saciar un espritu universal de aventura, de curiosidad y de comunicacin. Como la mayora de los jvenes internautas del mundo. La diferencia es que en Cuba no existe libre acceso a Internet, que es un privilegio reservado a los elegidos del rgimen castrista. Muy pocos cubanos disponen de los tres ingredientes necesarios computadora (con mdem), telfono y cuenta de conexin legal. De 11 millones de residentes en Cuba, slo 40.000 tienen cuenta autorizada de e-mail, incluidos residentes extranjeros.

Pero no pensemos que el monitoreo de informacin es exclusivo de los pases comunistas. Estados Unidos sin ir ms lejos, controla el sistema Echelon de espionaje mundial, capaz de interceptar cualquier comunicacin en busca de palabras clave (relacionadas con actividades ilegales, negociaciones econmicas internacionales, activismo crtico al gobierno…). En las democracias occidentales tambin existe cierto afn, ms tmido y poco legislado, por controlar la Red y la libertad de expresin en aras de una supuesta proteccin a los ciudadanos. Dos ejemplos son los intentos de prohibir las pginas de propaganda neonazi en Alemania o la pornografa infantil en Estados Unidos. El software de filtrado (un programa que, una vez introducido en una red de computadoras, evita que los usuarios accedan a determinadas pginas) se emplea tambin en pases presuntamente libres, como EUA, en empresas donde hay lugares (websites) vedados para los empleados.
Pero donde quiera, la represin despierta resistencia. En China, los Hong Kong Blondes son un grupo de expertos en computacin que lucha a favor de la democracia y los derechos humanos, monitorieando las redes militares en Internet. Trabajan desde Beijing, Shanghai y Hong Kong y muchos ellos perdieron a algn familiar en la matanza de Tiananmen. El grupo annimo de hackers The Cult of The Dead Cow naci en 1984 en EUA y es popular por sus programas para burlar sistemas de seguridad. Recientemente anunciaron un nuevo software preparado para saltar los servidores locales que restringen el acceso a determinadas pginas web en pases como China, Cuba e Irn. Segn Oxblood Ruffin, uno de los miembros fundadores del grupo, no hacemos nada ilegal. El acceso a la informacin est recogido en la Declaracin Universal de los Derechos Humanos. El programa, que cabe en un pequeo disco de 31/2, ser distribuido gratuitamente a las organizaciones humanitarias.
En su combate por la libertad de expresin, Reporteros Sin fronteras difunde en su pgina los artculos censurados y aloja publicaciones prohibidas. A finales del pasado abril, la organizacin lanz una campaa de denuncia contra los enemigos de la libertad de prensa. La lista negra, con 30 nombres, incluye las fotos del cubano Fidel Castro en Cuba, el iraqu Saddam Hussein, el norcoreano Kim Jong-il, el lder talibn Mullah Mohammad Omar y al nuevo presidente de la repblica Democrtica del Congo, Joseph Kabila.
Laura G. de Rivera.

Es vox populi que la polica ciberntica cubana posee sistemas informticos que vigilan los mensajes electrnicos para detectar palabras como Castro, libertad, oposicin, exilio o dictadura. Pero los cubanos estn acostumbrados a utilizar su ingenio, para sobrevivir y para burlar bloqueos. Contra el control de los mensajes electrnicos, inventan palabras en clave, igual que en la calle se emplean seas para referirse a determinadas palabras. Componentes viejos son unidos y activados con software hackeado para crear `computadoras frankenstein. Habituados a compartir, los cubanos hacen del correo electrnico algo comunitario, por lo general cada direccin es empleada por varias personas, elevndose as el nmero de usuarios reales. Armando consigui la contrasea para conectarse a travs de su novia, es la misma clave que utilizan en la oficina de ella. Para los que no tienen amigos en el gobierno o en oficinas conectadas que les presten su contrasea, existe un mercado negro en el que las claves de acceso a Internet pueden comprarse por 50-80 dlares. Siempre pertenecen a empresas o instituciones, que tienen contratado el acceso a tiempo completo pero slo la utilizan en horario laborable. Por eso, los piratas se conectan siempre en horas de la noche y la madrugada. Los usuarios ilegales han de tener cuidado de no abrir el correo del verdadero propietario de la clave de acceso, porque entonces la intrusin sera detectada. As lo explica un cubano que trabaj en una empresa cubana de Internet; ahora reside en el extranjero y no quiere dar su nombre porque teme buscarse problemas para visitar la isla. Por otra parte, si tienes una cuenta de e-mail en Cuba, eso es precioso, y no vas a ponerla en peligro respondiendo correos con contenido poltico desde el exterior, afirmaba en la revista Wired Nelson Valds, profesor en la Universidad de Nuevo Mxico y fundador de la primera lista de correo dedicada al pas, Cuba-L. Slo los turistas extranjeros y la crme del rgimen cubano tienen autorizacin para navegar polticos, altos funcionarios, intelectuales y periodistas cercanos al poder, as como las embajadas y las empresas extranjeras.

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Redacción Computing

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