El mercado mundial de la energía atraviesa actualmente un periodo de incertidumbre provocado por factores económicos, la escasez de mano de obra, la guerra y la llegada del invierno en el hemisferio norte. Las facturas de oficinas, centros de datos e instalaciones industriales se están disparando. ¿Se pueden conseguir ahorros importantes monitorizando el consumo energético más en detalle?
Pongamos como ejemplo los centros de datos. Podrían enfrentarse a un aumento del 40% de sus costes debido a la subida de los precios de la energía. Los centros de datos utilizan una enorme cantidad de energía para satisfacer las necesidades de consumidores y empresas. Esta subida de precios podría encarecer los servicios digitales y, en el peor de los casos, hacer algunos centros de datos poco rentables.
En general, todas las empresas buscan formas innovadoras de ahorrar energía. El fabricante de automóviles Renault, por ejemplo, ha reducido el consumo de energía en sus centros de Francia en casi un 10%, el equivalente al consumo anual de una de sus fábricas. Entre las medidas adoptadas figura una mejor gestión de los procesos de parada y puesta en marcha de las plantas.
La subida de precios de los centros de datos podría encarecer los servicios digitales
En lo que respecta a los edificios, varios gobiernos europeos están tomando la iniciativa. En Italia, el Gobierno limita la calefacción en los edificios públicos, salvo en hospitales y guarderías. España ha adoptado un planteamiento más radical, promulgando un decreto para que las empresas limiten la temperatura entre los 17ºC y los 27ªC en trabajos sedentarios, y entre los 14ºC y los 25ºC en entornos de trabajos ligeros.
Aunque estos planes de ahorro energético nacen de la necesidad, la gran pregunta es si pueden cumplir con los compromisos de sostenibilidad a largo plazo. La transición energética y los objetivos de sostenibilidad plantean importantes retos a la industria y los gobiernos, y las mejores tecnologías de control de la energía pueden ayudar. Con ellas se puede hacer un seguimiento del uso de la energía, detectar las áreas con mayor consumo o disipación de energía e identificar las eficiencias para ahorrar valiosos recursos.
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Gestión de la eficiencia energética en tiempo real
Orange Business Services está comprometida con la sostenibilidad y el ahorro de electricidad, agua y aire. En 2025, como ejemplo, cubriremos el 50% de nuestras necesidades de electricidad con energía procedente de fuentes renovables, frente al 31% en 2020.
Ya hemos puesto en marcha tres acuerdos de compra de energía eólica o solar para alcanzar este objetivo en Francia, España y Polonia. En África y Oriente Medio, donde la electrificación es crucial, estamos estudiando el despliegue de nuestras soluciones para aumentar el acceso a las energías renovables.
En 2025, como ejemplo, cubriremos el 50% de nuestras necesidades de electricidad con energía procedente de fuentes renovables
Paralelamente, estamos trabajando en tecnologías de monitorización de la energía diseñadas para recopilar datos de consumo energético para nosotros y nuestros clientes. Una vez analizados, estos datos pueden poner de relieve el impacto de los programas de ahorro energético, proporcionar información actualizada sobre los costes de la energía para una toma de decisiones inteligente y, al mismo tiempo, reducir la huella de carbono.
Conscientes de que este invierno todos nos enfrentamos a una crisis energética, en Orange hemos definido un plan de sobriedad energética para contribuir a reducir el consumo de electricidad en toda Francia. En él se incluye cambiar el consumo eléctrico por pilas durante una hora al día. Así se ahorrará el equivalente al consumo diario de electricidad de una ciudad de 40.000 habitantes. Además, se cerrarán los espacios de trabajo poco transitados para ahorrar electricidad y consumo de calefacción.
Recogida de datos
Orange se ha asociado recientemente con empresas tecnológicas francesas, como por ejemplo Energisme, para optimizar la eficiencia energética combinando datos en tiempo real con el potencial del IoT. Esto permite a las empresas controlar la temperatura y la calidad del aire en los edificios, medir continuamente la eficiencia energética de las instalaciones industriales, identificar áreas de optimización y reducir las emisiones de CO2. También pueden leerse los datos de las fuentes de energía renovable para garantizar que alcanzan los objetivos de eficiencia.
Orange está aprovechando su doble experiencia como operador e integrador al tiempo que trabaja con la plataforma de gestión energética N-Gage de Energisme para desplegar Smart Eco-energy. La solución integra IoT y análisis de datos para ofrecer una imagen segura y en tiempo real del consumo energético de un edificio.
Orange trabaja para desplegar Smart Eco-energy, solución que integra IoT y análisis de datos para ofrecer una imagen en tiempo real del consumo energético de un edificio
Los datos se recogen a través de sensores IoT instalados en el edificio y se analizan en tiempo real en la plataforma N-Gage. La solución utiliza Orange Live Objects como capa de middleware, que ofrece todo lo que necesita una empresa para conectar y gestionar de forma segura los dispositivos y datos IoT de extremo a extremo.
Las empresas pueden adaptar los indicadores clave para la toma de decisiones predictivas y proactivas con el fin de lograr mejoras de la eficiencia operativa, económica y medioambiental. Un portal con una interfaz sencilla les permite utilizar los datos para ajustar el consumo de energía en tiempo real. Ya estamos probando la tecnología con varios clientes.
El reto del consumo energético de los centros de datos
Los centros de datos siguen estando entre los mayores consumidores de energía eléctrica. Cuantos más datos producimos, más centros de datos se necesitan, así que la carrera por hacerlos más eficientes energéticamente ya está en marcha.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), los centros de datos y las redes de transmisión de datos representan cada uno entre el 1 y el 1,5% del consumo mundial de electricidad. La agencia advierte de que son necesarios grandes esfuerzos gubernamentales e industriales en materia de eficiencia energética, investigación y desarrollo. Es necesario descarbonizar el suministro eléctrico y las cadenas de suministro para frenar la demanda y reducir las emisiones, sostiene la AIE.
La Comisión Europea está estudiando cómo mejorar la eficiencia energética y el rendimiento de la economía circular en el ámbito del cloud computing y los centros de datos. Está estudiando nuevas iniciativas para que los centros de datos sean más eficientes energéticamente, reutilicen la energía residual, como el calor, y usen más fuentes de energía renovables para ser neutros en carbono en 2030.
Orange colabora activamente con sus socios para supervisar y optimizar el consumo energético de los centros de datos, incluidos los nuestros. A principios de este año, pusimos en marcha dos nuevos centros de datos en Amilly, en la región de Centre-Val de Loire, y en Val-de-Reuil, en Normandía, donde lleva funcionando el primer centro de datos desde 2012. Los centros de datos albergarán los datos y servicios de clientes empresariales y residenciales de Orange y su propio sistema de información interno.
Los edificios se han diseñado para proporcionar refrigeración natural por aire. Durante más de diez meses al año, utilizan el aire exterior para refrigerar los equipos informáticos. Esto reduce su impacto energético en un 30% en comparación con las generaciones anteriores de centros de datos de Orange. Para 2030, Orange habrá cerrado 17 centros de datos y centralizará todas las actividades de alojamiento en estos tres centros energéticamente eficientes.
La innovación es el camino
La crisis energética pone de relieve que debemos acelerar o pasar a fuentes de energía más limpias y fiables. La colaboración es la clave del éxito. En Orange, trabajamos con nuestro ecosistema de socios para ofrecer soluciones que permitan controlar mejor el uso de la energía, evitar el despilfarro y desprendernos de los caros combustibles fósiles a medida que aceleramos el camino hacia la neutralidad en el uso de energía.