Tenemos ante nosotros la necesidad de implementar una consolidación, que no concentración. Para esto, lo primero que se ha de definir es una serie de líneas generales de actuación, donde la parte más importante será la de establecer los niveles de servicio en función de las necesidades del cliente. Es importante tener en cuenta que no debemos aportar directrices sin antes conocer las motivaciones del cliente para llevar a cabo este proyecto.
El diseño de la solución no será dependiente de la capacidad necesaria, tampoco del entorno operativo ni de ninguna premisa técnica. En esta primera fase el proyecto será cien por cien funcional, donde se definirán requerimientos de disponibilidad, seguridad, rendimiento y funcionalidad. A partir de este momento, cualquier implicación y complejidad técnica será absorbida por una capa de gestión que nos permitirá hacer abstracción tanto del hardware como del software funcional, los requerimientos expresados por el cliente serán preparados y desarrollados trabajando sobre estas herramientas de virtualización.
Todo este tipo de proyectos no se puede considerar de forma aislada dentro de una instalación. Es necesario, por no decir imprescindible, integrarlos con las herramientas de backup existentes. Las aplicaciones a partir de este momento no pueden ser desligadas del resto del entorno operativo, por lo que se necesitarán módulos de interconexión para su integración en un modelo de gestión común.
La necesidad de disponer de un Plan de Recuperación ante Desastres (DRP, Disaster Recovery Planning), integrado con la solución propuesta, es vital para la supervivencia de los Datos y aplicaciones, independientemente de los requerimientos legales existentes.
La metodología para la implantación de un Plan de Consolidación de Almacenamiento completo responde esquemáticamente a las fases que se muestran en el gráfico adjunto.
Debido a la necesidad de implantar un procedimiento efectivo de gestión de los datos del centro, es necesario actuar inicialmente sobre la Fase 4, desarrollando e implantando una política que encaje en las futuras necesidades de nuestra instalación. Todo esto, tras implantarlo, necesitará ser manejado de forma simple y eficiente, la política y procedimientos de cambios no deberá desembocar en nuevos proyectos de larga duración. Para esto, la única forma eficiente de entregar la solución al cliente es mediante herramientas de virtualización.
La virtualización y las herramientas no han de tratarse como un proyecto específico; deberá ser considerado como la herramienta de implantación y mantenimiento de nuestro entorno, una gestión que integre desde una vista por aplicativo hasta su correspondencia en el hardware que lo soporta. La virtualización nació con la única intención de proporcionar herramientas sencillas y eficientes de gestión multi-fabricante y multi-entorno: cualquier otra justificación es mera demagogia.
Actualmente existen numerosas instalaciones que han basado el núcleo de su explotación en este tipo de facilidades. Con esto, han podido desarrollar de forma ordenada, rápida y simple la implantación de nuevas aplicaciones según las necesidades del negocio de la empresa. La virtualización no ahorra dinero por sí misma, pero ayuda a explotar al máximo los recursos existentes, retardando en el tiempo la necesidad de comprar nuevos equipos por lo que se mejora tanto el TCO como el ROI de inversiones realizadas con anterioridad.
Hoy en día se siguen desarrollando nuevas funcionalidades, donde la máxima es integrar los procedimientos basados en aplicaciones haciendo abstracción de las capas hardware y software que subyacen en entornos más o menos complejos. Todo esto deberá proporcionar un entorno sumamente eficiente donde la integración se realice a nivel de aplicación dotando a la Producción de sencillez, posicionándonos de forma eficiente para asumir las demandas súbitas que nacen a diario en los entornos de TI.
El futuro en este nuevo mundo está limitado a las necesidades que surjan. Los desarrollos se irán sucediendo a medida que el mercado demande sencillez y simplicidad. Las herramientas de virtualización no se diseñan en un laboratorio de consultores visionarios, nacen en las instalaciones de los clientes. Dan respuesta a sus necesidades e inquietudes; estas soluciones cubrirán las demandas formuladas o sugeridas a partir del trabajo del día a día.
Para planificar las necesidades de almacenamiento futuras sin una relación exacta de sus infraestructuras actuales de almacenamiento y de la Storage Area Network (SAN) es un trabajo difícil. Es necesario destinar un capítulo a la evaluación de Almacenamiento y de SAN existentes proporcionando el análisis crítico que se necesita para ponerse en marcha. Se evalúan tanto los entornos de almacenamiento heredados que no estén en red como los entornos de almacenamiento en red preexistentes, con vistas a mejorar la eficacia operacional y optimizar el funcionamiento de su infraestructura de almacenamiento actual y futura. Todo esto, siguiendo una determinada metodología de evaluación con el objetivo común de proporcionar una revisión crítica de todos los aspectos de su infraestructura de almacenamiento (tecnologías informáticas y procedimientos, organización de la gestión del almacenamiento, etc.).
Como parte básica del servicio se proporciona un análisis de su entorno actual y un resumen en el que se incluyen diseños y recomendaciones. Dependiendo del alcance que el cliente defina, este servicio puede incluir también un diseño/rediseño de su infraestructura de almacenamiento y/o SAN existente.
Por último, es muy importante tener en cuenta los futuros proyectos y necesidades a desarrollar por el cliente. La infraestructura propuesta no debe limitar futuras implantaciones, la integración en las herramientas desplegadas debe ser la máxima preocupación ante el diseño de la solución. Con todo esto será posible desplegar el diseño propuesto aportando ventajas a una nueva infraestructura.
