Cloud computing: ciencia o ficción

El concepto de cloud computing se nos aparece con más frecuencia cada día, pero ¿es una de esas ideas que, especialmente en el mundo de las TI, se quedan sólo en el nombre, o ha venido para quedarse?

Publicado el 21 Jul 2009

El concepto de cloud computing se nos aparece con más frecuencia cada día, pero ¿es una de esas ideas que, especialmente en el mundo de las TI, se quedan sólo en el nombre, o ha venido para quedarse? ¿Es consecuencia de la imperiosa necesidad de los CIO’s de incrementar eficiencia y reducir costes, o va a ser la revolución que promete? ¿Es válido por igual para todo tipo de organizaciones y servicios o va a depender del tipo de organización y sus necesidades específicas? ¿Es, acaso, un nombre nuevo para algo que ya existía?
Para empezar centremos el concepto: ¿qué es exactamente cloud computing? Gartner lo define como “un estilo de computación donde capacidades de TI, masivas y escalables, se proporcionan “como un servicio”, a múltiples clientes externos, utilizando las tecnologías de Internet”. Aunque la visión de cada organización puede diferir, la idea de disponer de una parte o todas sus TI en la “nube”, es sugestiva.

EL TAMAÑO IMPORTA
Cloud computing puede significar una ventaja para organizaciones de tamaño mediano que, con las mismas necesidades de operación, almacenamiento y conectividad que las grandes, no pueden soportar el coste de mantener su propio datacenter y departamento de TI.
En cambio, para las grandes organizaciones, que ya cuentan con su propia infraestructura, puede ser que las ventajas percibidas como evidentes por compañías de tamaño mediano y pequeño queden empañadas por el que, en general, consideran el gran freno a la adopción de esta fórmula: la seguridad. Aunque el mensaje que les transmitimos las compañías proveedoras de servicios TI es “para eso estamos nosotros” (y es verdad), también es comprensible que este tipo de organizaciones se tomen su tiempo para confirmar los beneficios reales de la fórmula.
Algunos analistas preconizan que el futuro de la TI corporativa se encuentra en las “private clouds”. Redes privadas de cómputo a imagen de las de los proveedores públicos, aunque construidas y gestionadas internamente, acuñándose el término “Infrastructure Utility (IU) para describir los servicios requeridos por las grandes empresas e instituciones. Las IU ofrecerán una reducción de costes gracias a la automatización, estandarización y virtualización, así como menos consumo de capital.
Ya hay compañías que han empezado a utilizarlo sacando una parte determinada de sus TI hacia el cloud computing, pero qué partes y cómo hacerlo tiene que ver con lo que cada organización considere que es su negocio “core” y, además, con lo que cada una de ellas considere que es cloud computing, ya que para unos puede tener que ver con los servidores o las redes, y para otros con las aplicaciones.

PROCESO DE CONSOLIDACIÓN
Como todo concepto emergente el cloud computing tiene que ubicarse en el contexto, al tiempo que tanto proveedores como organizaciones usuarias evolucionan y maduran. Gartner considera que el cloud computing requerirá al meno 7 años para consolidarse, para lo que habrá una evolución en tres fases: la primera (2007/2011) será la de los pioneros; la segunda (2010/2013) la de la consolidación; y la tercera, en la que adquiera masa crítica y se comercialice de forma amplia.
El general consenso es que el cloud computing tiene fundamento suficiente como para consolidarse. Por ejemplo, el 80% de los CIO’s y directores de TI consultados en una reciente encuesta realizada por la revista “I” * considera que el cloud computing tendrá un impacto relevante en el futuro. De hecho una de las derivadas del cloud computing, el Software as a service (SaaS) es ya una realidad que está funcionando, y según IDC para finales de 2009 en Estados Unidos el 76% de las organizaciones usarán al menos una aplicación bajo el formato SaaS.
NUBES Y CLAROS
Cloud computing es la prueba de que las reglas cambian y los modelos de negocio evolucionan. Y como en todo proceso evolutivo el ecosistema tiene que avanzar en su conjunto. En el camino hay nubes, como las cuatro razones por las que, según una encuesta de Rackspace, algunos empresarios se muestran reacios a la adopción del cloud computing, a saber: coste, fiabilidad, tecnología poco probada y seguridad. Pero también hay claros como el siguiente dato, proporcionado por Pew Internet & American Life proyect: el 69% de los usuarios de Internet en Estados Unidos, han usado al menos una forma de cloud computing, dato que sube al 87% cuando se trata de jóvenes entre 18 y 29 años.
El mercado está digiriendo la nueva visión que nos trae el cloud computing y es cuestión de tiempo que todas las piezas encajen, proporcionando al sector TI nuevas posibilidades de negocio, y a sus clientes nuevas opciones para incrementar su eficiencia y mejorar sus costes.

* Revista de Fujitsu para los CIO’s

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Redacción Computing

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