Con la virtualización como telón de fondo, cloud computing se erige como la tendencia que va a marcar el rumbo de los desarrollos tecnológicos de la industria TI. Su viabilidad en las pequeñas y medianas empresas, su utilidad para combatir la crisis, su nivel de madurez en el mercado español y su proyección de futuro fueron algunos de los temas que centraron el desayuno de trabajo organizado por Computing, en colaboración con Ibermática, en el que participaron relevantes portavoces de proveedores señeros del sector provenientes tanto del área del software, el hardware, los servicios y las operadoras, así como un representante de la demanda. Como punto de partida del debate se puso sobre la mesa las ventajas que traen la virtualización, el cloud y la externalización, tres propuestas que de alguna manera terminan siendo complementarias.
Juan Ignacio Sanz, director de Infraestructuras de Ibermática, fue el primero en trazar las líneas maestras de un retrato que se ha ido dibujando a retazos en los últimos tiempos: “hace tres años las alternativas que tenían las compañías pasaban por operar la parte de TI con recursos propios o externalizar alguna serie de funciones, bien como elementos separados, bien en una estrategia global. De dos años hacia acá se viene hablando de cloud computing como un elemento más de mercado y los usuarios tienen que valorar si lo integran. Deben evaluarlo y decidir cómo se posicionan y si lo van a tomar en consideración”.
En este punto, Juan Ignacio Sanz indicó que las empresas se cuestionan si se trata de algo nuevo o tiene que ver con el ya superado modelo ASP. Su conclusión es meridiana: “cloud no es necesariamente nuevo, pero ahora está rodeado de unos factores como son el mayor ancho de banda y un planteamiento diferente por parte de los proveedores, que lo convierten en una realidad, algo que no se podía materializar con las limitaciones de tiempo atrás”. En suma, añadió,“se ha operado un cambio estructural en el área de las comunicaciones y por añadidura contamos con jugadores como Microsoft que han entrado con fuerza y es técnicamente viable con unos costes sostenibles que permiten hacer bien lo que antes era más bien una entelequia”.
Para Maureen Manubens, responsable de Canal Online Services de Microsoft, “la sensación de novedad varía mucho en función de la dimensión de la empresa y del interlocutor. Si le planteas a un director financiero pasar de un modelo de Capex a uno de Opex, quizá el CIO puede parar la transformación hasta estudiar qué implica realmente. Sin embargo, para una pequeña empresa que se comporta como un consumidor genérico, al final le da igual si su correo está en un CPD, en una empresa de telefonía o en un tercero. Lo que se busca, en definitiva, son soluciones a unos problemas concretos, ser más productivos y eficaces con un coste que se pueda asumir”.
En opinión de Iván Casariego, Sales Manager Enterprise & Madrid Officer Manager deSpamina, el tamaño importa mucho en el mercado de la empresa. “Hace años a una empresa grande le costaba hablar de cloud condicionado por las grandes inversiones realizadas en sus centros de datos, y pongo como ejemplo las entidades bancarias a las que les costaba sacar fuera ciertas operaciones”.
Según la experiencia de Spamina, cloud empieza a ser rentable para grandes cuentas, si bien todavía existe cierto temor sobre hacia dónde va este modelo. A las direcciones generales les sigue costando aceptar la nueva realidad, pero tanto responsables de comunicaciones como de seguridad son conscientes de que se trata de un camino que hay que abordar tarde o temprano.
Aquí Alejandro Madrid Mazorra, responsable de Marketing de Grandes Empresas deJazztel, terció para diferenciar que entre una compañía grande que tiene asumido el nuevo cambio de modelo y la pequeña el discurso resulta diferente: “en una gran organización se habla de eficiencia, de productividad y el mensaje encaja y prueba de ello es que cada vez se van poniendo en marcha proyectos de este tipo. Sin embargo, una empresa pequeña tiene que ver las ventajas cuantitativas de lo que cloud computing supone: ahorro del coste del software, acceso a aplicaciones propias de grandes organizaciones pero con una inversión en Opex, pago por uso y despreocupación por aspectos técnicos como pueden ser los parches de seguridad”. Y afirmó que todos estos aspectos hacen que termine siendo atractivo para la empresa.
La experiencia del usuario
Todos estos argumentos se materializan en la experiencia de Codeactivos, una joven empresa especializada en gestión de cobros, que se volcó hace un año y medio en la virtualización y en el pago por uso. Álvaro Valeros Vargas, IT Manager de Codeactivos, trazó los principios básicos de su firma: “tuvimos claro que el cloud debía ser externo, utilizar una plataforma on line y recurrir al pago por uso”. Para Codeactivos, la tecnología es un brazo importante que le permite competir con los grandes. Según Valeros, “la telefonía IP ha sido otra revolución para nosotros gracias a su estabilidad. Tener Exchange o SharePoint on line nos está reportando grandes ventajas”. Esta compañía puede jactarse de no haber adquirido software de alto coste en los dos últimos años y de haber sacado provecho del pago por uso. Y lo mejor de todo, como explicó Valeros, “tenemos gran flexibilidad en la fluctuación de la demanda de recobro y no estamos atados a nada”.
Ester de Nicolás, product manager de Iberia de HP, consideraba que las organizaciones que no se pueden permitir invertir en un entorno TI complejo son las que mejor se van a ver beneficiadas por el cloud computing. “Una gran empresa cuenta normalmente con su estructura TI, sus servicios core siguen estando controlados por ella, y su evolución natural es hacia la nube privada y, en casos opcionales, optan por el cloud verting, recurren en picos de demanda a un proveedor cloud y contratan unas horas de computación”, argumentaba de Nicolás.
En relación con la pequeña empresa, para la portavoz de HP la pequeña empresa es la gran beneficiada del cloud: “elimina el coste de adquisición inicial y abre las puertas a entidades como hoteles o restaurantes a acceder a herramientas que nunca se hubieran imaginado llegar a tener como Business Intelligence o bases de datos. Algo que va a permitir el desarrollo de las pymes”. En esta idea coincide la representante de Microsoft, quien considera que cloud ofrece a la pyme “colaboración, agilidad y unas TI dinámicas”. Pero claro, para la gran empresa que utiliza un servidor con frecuencia, la solución es mantenerlo en el CPD propio y la decisión pasa por hacer números para ver si sigue siendo rentable tenerlo en régimen de propiedad. Y a la larga, esta decisión es, en palabras de Sanz, de Ibermática, “resultado de la búsqueda de competitividad”.
Ventajas de la nube
Pero ¿cuáles son las ventajas de la virtualización y el cloud computing, que tanta tinta han derramado en los medios y en los diversos foros del sector? Valeros, en calidad de usuario, se mostró contundente: “con la virtualización hemos ganado en tres puntos, la escalabilidad, -dimensionar una máquina es bastante sencillo-, la seguridad -la alta disponibilidad ya no nos resulta tan cara- y el mantenimiento de todo esto”. Pero además, como describía el IT Manager de Codeactivos, “no necesitamos perfiles de TI muy altos para gestionar todos estos sistemas. Desde que optamos el pasado año por un entorno de VMware todo son ventajas”.
Desde la visión de Maureen Manubens, “la virtualización es un habilitador que te permite ser más productivo y gestionar mejor la infraestructura TI. Pero la cuestión va más allá, lo importante es que podamos controlar de forma sencilla y con un coste bajo nuestros entornos que están en la nube, independientemente de que se encuentren en nuestra casa, o en la de un tercero. La virtualización es una clave fundamental en esa gestión eficaz de las TI”. Sanz considera la virtualización como una solución técnica de facto que forma ya parte de cada empresa y que está totalmente asimilada, al tiempo que el rerpresentante de Jazztel la define como una utility.
En la misma línea se expresó Casariego de Spamina cuando afirma que “mientras cualquier implantación de hardware tarda unas semanas, la virtualización se puede activar en un momento”. Y en general, hay una percepción de que virtualización y cloud computing son dos caras de una misma moneda. Como apuntó Madrid Mazorra, “hay que diferenciar entre aquellas empresas nuevas que recurren directamente a la virtualización y entre las organizaciones que tienen ya un negocio implantado y que les cuesta dar el salto cuando hay detrás una inversión de años y recursos”.
Sanz añadía una variable en esta dinámica: “a medida de que las empresas tradicionales van amortizando sus sistemas van optando por la virtualización, lo que hace pensar que en cinco años se habrá producido un alto nivel de virtualización”. Ester de Nicolás de HP opinaba que virtualizar no es caro, el verdadero reto se encuentra en la gestión: “es rara la empresa que no haya probado la virtualización de sus sistemas, y lo que resulta también difícil es encontrar una compañía que haya desplegado una buena estrategia de gestión. No tienen un control proactivo de los problemas, se olvidan máquinas virtuales… pequeñas cosas que al final hacen que los ahorros económicos no sean tan eficaces si no se hacen las cosas bien”.
El director de infraestructuras de Ibermática apuntó que la segunda revolución de la virtualización, la del escritorio, está todavía por llegar y la data para dentro de dos años. “Supone flexibilizar el acceso y disponibilidad de aplicaciones, los anchos de banda ya soportan esos tráficos y existen soluciones que funcionan”.
Mazorra desde Jazztel arropaba esta afirmación señalando que “las inversiones de los operadores en ancho de banda han sido fundamentales. Si antes la palanca del cloud venía de la mano de los integradores, ahora son los operadores de telecomunicaciones los que impulsan este mercado y además tienen gran capilaridad con la pyme”.
Nuevas reglas
En la mesa quedó patente el consenso de que las reglas de juego han cambiado. “Una mediana empresa hace cinco años evaluaba el software y la infraestructura, y ahora se estudia primero si el modelo de implantación va a ser el hosting o el cloud. El coste se ha flexibilizado y para que este mercado prospere tiene que haber oferta y demanda”, puntualizó Sanz. En este camino, ponderaba los esfuerzos de compañías como HP y Microsoft, que están creando una red mundial de grandes centros de datos para hacer realidad cloud computing. Maureen Manubens apostilló al respecto, que “Microsoft puede llevar la nube a tu casa, mediante contenedores que integran CPDs modulares y que se implantan de forma inmediata”.
Manubens prosiguió con un interesante dato en torno a la mayor madurez del cloud en la empresa: “hemos visto que muchas organizaciones que antes no habrían pensado en un entorno en la nube, ahora sí lo quieren; pero no sólo para temas de productividad, o la gestión de correo electrónico o portales web, sino para aplicaciones core del negocio como por ejemplo puede ser el CRM en una empresa de gestión de cobros”. Pero además, indicó que “el ERP que hace dos años era intocable, se encuentra en un momento de demanda y crecimiento en la nube”.
Cloud o crisis
La mayoría de los expertos cree que cloud es una etapa en la evolución natural del desarrollo TI, más que una consecuencia de la crisis, que a su vez ha servido en acelerar el proceso para que haya copado el protagonismo del panorama TI.
Según Valeros de Codeactivos, “la preocupación financiera está ahí independientemente de que haya crisis o no. Cuando nos volcamos en la virtualización tuvimos que invertir en licencias y dotación de máquinas y cambiar nuestro modelo de externalización con Ibermática, para pasar a pagar por servicios y no por servidores”. Como apostilló Valeros, el cambio de modelo siempre trae consigo una inversión, “hasta que se alcanza un coste plano”. Es decir, “la virtualización no nos hubiera proporcionado ahorros de coste a corto plazo”.
Ester de Nicolás espera que cloud ayude a sacarnos de la crisis: “además del progreso que supone para la pequeña y mediana empresa, confío en que cloud abra vías para que más gente pueda poner en marcha ideas nuevas y generar nuevas economías que activen el mercado”. Su deseo es ver cada vez más emprendedores aprovechando cloud computing como “canal de innovación”.
Sanz de Ibermática añadió otro argumento a favor ya que “los servicios cloud facilitan la entrada a la web. Cualquier buena idea puede prosperar en la web y esto puede ayudar al gran número de pymes que hay en nuestro país”. Pero, en contrapartida, deben ser muy proactivas para competir en igualdad de condiciones con empresas de cualquier país y que, en el caso de Estados Unidos, sacan bastantes cuerpos de ventaja. “La implantación de cloud es superior al 50% en EEUU y el resto se reparte a partes iguales entre Europa y Asia. Los europeos deberíamos ser más innovadores”, se lamentaba Ester de Nicolás.
Alejandro Madrid, se pronunció en la misma línea: “en crisis se consideran los riesgos y esto es un punto a favor del despegue del cloud. En España el cloud y la virtualización están por debajo de Europa, lo cual puede ser una oportunidad para que se produzca el despegue definitivo”.
Futuro de la nube
El futuro de la nube se puso sobre la mesa como colofón del debate. Madrid señaló que a medida de que sea una utility, “se va a sectorizar y creará nuevos negocios”. Para la portavoz de Microsoft, se trata de un cambio de paradigma similar al de la llegada de la interfaz gráfica (“cloud ha llegado para quedarse, si bien no hay que perder el sentido común ya que no todo es la nube”). Microsoft ha creado recientemente un centro de innovación para promover cloud computing en colaboración con la Junta de Andalucía, Vodafone y red.es para incentivar la formación a las empresas, partners, desarrolladores y proveedores de servicios. “Vamos a invertir 40 millones de dólares para impulsar el negocio cloud en España”, concluía Manubens.
Pese a estos avances innegables, todavía hay asignaturas pendientes para encontrar el camino adecuado, como afirmó la portavoz de HP: “los partners tecnológicos tienen que garantizar unos niveles de servicio. También el usuario corre el riesgo de quedarse atrapado con un proveedor cloud. Debe ser flexible y estandarizado para que se pueda cambiar de empresa de servicios sin que se produzca ninguna interrupción del sistema”.
Juan Ignacio de Ibermática ve el cloud computing como una transformación estructural del sector TI. “Los fabricantes de hardware y software viven un cambio radical, algo que ya sucedió en la industria televisiva cuando se impuso el pago por visión. Los proveedores están cambiando su modelo de negocio, y tendrán que rentabilizar un esquema basado en el alquiler de licencias y no tanto en las ventas de aplicaciones”.