Caja El Monte, control con crédito

El componente de innovación siempre ha estado presente en la historia de la Caja de Ahorros El Monte. Solo de este modo y con el firme compromiso mantenido con el cliente es posible competir en durante más de 160 años en un mercado tan competido como la banca española.

Publicado el 27 Ene 2006

La Caja de Ahorros El Monte se erige como una de las cajas más innovadoras en lo que a tecnología se refiere, conservando en la medida de lo posible su grado de autonomía. Un buen ejemplo de ello es su data warehouse Aljibe (COMPUTING 331), basado en tecnología Teradata con casi una década dedicado a su concepción y diseño, y que a día de hoy recoge más del 90 por ciento de toda la información de la entidad; o, incluso, el hecho de haberse sumado ya a la lista de empresas españolas que avanzan en sus modelos de calidad de software, iniciando procesos de implantación del modelo CMMI.

Uno de los últimos proyectos en los que se ha visto inmersa la caja ha tenido como protagonista a la tecnología de BMC. En realidad, este fabricante y El Monte son viejos conocidos puesto que, según explica Félix Moreno, jefe de Producción de la caja, sus soluciones ya venían empleándose en el entorno mainframe, que en la actualidad se encuentra externalizado. De hecho, hace ya más de diez años que la entidad bancaria optó por esta fórmula en su entorno mainframe donde predomina la tecnología de IBM.

En esta ocasión, ha sido el entorno distribuido el que ha pasado a un primer plano. En este ámbito, que ha ido creciendo exponencialmente con el paso del tiempo, comenzaron a surgir problemas hace un par de años. Moreno recuerda que “teníamos muchas aplicaciones y servidores, con la complejidad añadida de que cada máquina estaba siendo gestionada por un grupo de personas de las que se dependía demasiado”, pudiendo surgir situaciones complicadas en su ausencia. A ello se debe el hecho de que “si había algún problema, al no existir herramientas que monitorizaran ni que ejecutaran planificaciones, te enterabas demasiado tarde”.

Así las cosas, al departamento encargado de cubrir la gestión del mainframe en el Centro de Información se le encargó la labor de poner orden en el entorno distribuido. Tal y como explica el jefe de Producción, “tratamos de dar una estructura lo más similar al mainframe, donde estuviese claramente designado quién es el Sistema y a qué se tiene que dedicar, quiénes son Comunicaciones y a qué se dedican, Operaciones y Explotación”.

Este ha sido uno de los puntos clave de todo el proyecto: el haber contado con la exitosa experiencia previa del host, lo que sin duda aportaba las claves de lo que cabía esperar en cuanto a prestaciones y rendimiento de una herramienta de estas características.

Cuando el departamento de Sistemas comenzó a barajar soluciones informáticas en el mercado, aparecieron encima del tapete las de CA Unicenter, BMC Control-M y Dollar Universe de Orsyp. En realidad, la primera opción no fue BMC, sino que El Monte llegó a estar un año entero trabajando con la solución de Orsyp para, después, abandonar este proyecto por problemas de integración. Dado que el entorno mainframe disponía de BMC Control-M, la opción que mayor integración aseguraría se concretaba en aplicar la misma solución para el distribuido. Además, al tratarse exactamente de la misma herramienta, los problemas de integración sencillamente desaparecieron.

El proyecto se desarrolló a lo largo de 2005, siendo el pasado mes de noviembre cuando concluyó definitivamente, contando ya con el 100 por cien en Control-M. No obstante, para llegar a ese estadio fue necesario realizar un completo piloto antes de embarcarse en el proyecto -más aún tras el fiasco de Dollar Universe-, y pasar un período de prueba antes de acometer la migración definitiva. Para ello, se conformó un equipo mixto en el que los profesionales de BMC se encargaron de instalar los entornos en colaboración con Sistemas, así como a crear unos esqueletos para tenerlo como muestra.

El alcance exacto de Control-M cubre, según Moreno, “todas las máquinas de Producción, excepto la parte externalizada de mainframe”. Esto se traduce en un servidor Regatta de IBM con plataforma operativa AIX, un sistema Teradata de NCR y múltiples servidores bajo Windows y Linux.

Adicionalmente, el otro gran frente abierto de la mano de soluciones BMC es el protagonizado por Patrol, esto es, la consola única. A principios del mes de diciembre el proyecto se encontraba en fase de puesta en producción, habiendo superado ya el 80 por ciento del proyecto desde que se iniciara al comenzar el ejercicio, según aclara Moreno.

El proceso de selección de esta herramienta fue muy transparente, puesto que tras analizar otras dos soluciones en el mercado, “Patrol era el único que nos daba cobertura con todos los agentes que teníamos”, dado lo heterogéneo del entramado tecnológico. De este modo, el capítulo de la monitorización ya se encuentra bastante avanzado, restando los filtros de alarmas o el área de la consola de eventos, “a la que queremos sacar partido por la parte de Producción y Explotación, que es donde yo creo que le podemos exprimir mayor rendimiento”, puntualiza el jefe de área. Para ello se ha impuesto una premisa: implantar la automatización al máximo, reduciendo a la mínima expresión la intervención manual.

Una vez concluida la implantación de Patrol, ésta cubrirá todas las máquinas productivas a nivel de servidores centrales, “incluyendo todas las particiones donde hay algo productivo”. Un amplio espectro de operaciones, puesto que si bien en el entorno distribuido no se ha cuantificado el volumen de transacciones mensuales, sólo en el host se acometen más de 30 millones de transacciones al mes.

A la hora de lidiar con la alta dirección, ésta no es precisamente uno de las tecnologías más difíciles de vender a los directivos, puesto que, en palabras de Moreno, “a diferencia de otras soluciones, a estas se les saca partido muy rápidamente. Se percibe desde el primer momento la garantía de que los procesos se ejecutan correctamente”. No en vano, gracias a Control-M, el papel de avisar ante cualquier incidencia no recae en el usuario, sino que es el propio sistema el que proporciona una visión de 360 grados de todo el entramado, detallando explícitamente el impacto que tiene.

Por otro lado, el choque cultural en este tipo de proyectos aparece de la mano del planificador. El experto apunta que “al principio, costó un poco de trabajo porque estábamos acostumbrados a hacerlo todo nosotros”, por lo que la recepción a la llegada de un planificador fue un tanto reacia por parte del personal. Sin embargo, tras ese corto período de adaptación, Moreno señala que “el propio personal está incluso más contento que nosotros”.
No obstante, es preciso matizar que este tipo de aplicaciones no son de uso generalizado, de hecho, el peso de la gestión recae sobre el Centro de Información unas 20 personas en la actualidad-, sin que esté abierto para el resto de los usuarios. Precisamente por este motivo, a la hora de acometer la formación no se realizó un curso estructurado, máxime contando con la experiencia del host, sino que se dedicaron unas jornadas a formación, con una plena colaboración entre el personal asociado al mainframe, más familiarizado con la solución de BMC, y el encargado al entorno distribuido.

Desde el punto de vista tecnológico, el core del negocio de Caja El Monte se apoya en infraestructura de IBM y su mainframe. A pesar de que en los últimos años se han producido en algunas entidades bancarias movimientos hacia sistemas denominados más abiertos, éste no es ni parece que será a medio plazo- el caso de la caja andaluza. Moreno subraya que “las aplicaciones corporativas más importantes las tenemos en este entorno y en ningún momento se ha planteado la posibilidad de cambiar”. Sí que se han sacado, en cambio, algunas aplicaciones más pequeñas, como sucede con las soluciones externas que se están barajando para cubrir los requerimientos asociados a Basilea.

En cuanto a los gestores de base de datos, el estándar corporativo es DB2 y, de hecho, ya hace algunos años que se inició un plan renove de las aplicaciones y trata de migrarse el mayor número de ficheros VSAM e IMS al entorno DB2 de modo que a medio plazo se haya concluido todo el proceso. Paralelamente, el back up para el entorno host está incluido en el outsourcing suscrito con el Gigante Azul, realizando pruebas de conexión con la oficina, de modo durante una tarde se conectan grupos de oficinas y trabajan contra el CPD. Por otro lado y en contra de lo que pudiera pensarse en un principio, “aquí hay mucho Linux”, comenta satisfecho Moreno, hasta el punto de que explica que “los servidores de oficina que estaban en Windows se están migrando a Linux, en concreto a la distribución de Red Hat”.

Entre los proyectos a corto/medio plazo que Caja El Monte tiene previstos en relación a la tecnología BMC, destaca la migración al nuevo entorno de los procesos personalizados que lanzan los usuarios, de manera que, sin que el usuario lo perciba durante la ejecución, el proceso se arranque en Producción, incrementando así el control sobre el mismo. Este no será un proyecto ni corto ni sencillo, puesto que como indica el experto “es un trabajo de recopilar información de todo lo que tengan los usuarios”.

Sin embargo, la implantación de la tecnología de BMC en Caja El Monte se enmarca en un contexto más complejo de lo que pudiera parecer, puesto que los beneficios que proporciona supondrán importantes ventajas a la hora de abordar dos grandes retos por parte de la entidad andaluza. En primer lugar se sitúa PERSIA (Plan Estratégico de Renovación de los Sistemas de Información), una de las piedras angulares del plan de renovación de los sistemas de información. Otra acción a emprender en este plan es, además de la inminente entrada de Basilea, las modificaciones en los clientes con el tándem Lotus Notes/ LongView, con alcance a la totalidad de usuarios. Y es que el correo electrónico, por su extraordinario volumen, se está convirtiendo cada vez más en un auténtico quebradero de cabeza para los administradores de sistemas. Asimismo, el plan también contempla la creación de un portal único, para lo que El Monte cuenta con la colaboración de Accenture como socio tecnológico, que combina sus soluciones con la propia de la caja, bautizada como Trajano.

El otro gran reto al que habrá de hacer frente es su futura fusión con Caja San Fernando, en el plazo aproximado de dos o tres años. Es un movimiento que recuerda a operaciones pasadas muy similares, como fue el caso del Banca Atlántico y el Sabadell, y que conlleva una minuciosa planificación. De hecho, Moreno avanza que “ya se han creado comisiones a alto nivel (direcciones, sindicatos), pero aún no se ha bajado a la tecnología, aunque siempre hay un contacto”. Como apunte esperanzador, al menos de cara al día a día de los responsables de Sistemas, el jede de Explotación asegura que “el núcleo de negocio de ambas cajas se basa en el mismo sistema, que es lo más importante; lo más complicada vendrá por el lado distribuido”.

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Redacción Computing

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