La nueva línea de superordenadores de Bull, compuesta por el momento por los modelos bullx B500 y B505, han sido diseñados con un objetivo claro: resolver las necesidades de cálculo intensivo, ayudando a acelerar el desarrollo de la simulación numérica y la innovación, tanto para centros de investigación local como para un centro mundial de cálculo de alto rendimiento. Además, la compañía quiere aprovechar el lanzamiento de estos nuevos equipos para convertirse en uno de los tres líderes en Extreme Computing del mundo y el primero en Europa.
Para ello, Bull ha creado unos superordenadores en los que ha cuidado el diseño para dotarlos de mayor potencia y eco-eficiencia, y de menores dimensiones. Así, basado en estándares y en los procesadores Intel Xeon 5500, bullx está construido sobre una arquitectura que incorpora servidores blade ultra compactos e interconectados mediante una red gestionada por el software bullx cluster suite.
Según la compañía, una de las ventajas de esta arquitectura es que permite compartir componentes esenciales en el chasis como la fuente de alimentación y las conexiones a la red de interconexión de alta velocidad (a través de un switch integrado InfiniBand QDR), lo que permite liberar una gran parte del espacio dedicado normalmente a los conectores, y simplificar la instalación de los blades. Además, cada elemento blade de cálculo asocia todos los componentes de forma que pueden proporcionar un alto nivel de rendimiento para manejar cargas complejas: en general, puede desarrollar una potencia que pasa de unos teraflops a varios petaflops.
Asimismo, su módulo resuelve los retos del consumo energético con, por ejemplo, mejoraentre un 10 y un 15 por ciento la eficiencia de la distribución eléctrica respecto a una alimentación clásica, y con una puerta refrigerada que permite el 75 por ciento de reducción del consumo en comparación con un sistema de climatización convencional.
Por otro lado, la gama de software para cluster bullx se basa en un sistema Linux y otros componentes ‘open suorce’ que permiten gestionar el conjunto de la configuración (servidores, almacenamiento y la interconexión de las redes) como un único sistema.
