Coincidiendo con la presentación de sus resultados económicos correspondientes a la primera mitad de su ejercicio fiscal 2003, periodo en el que la compañía ha ingresado 9.154 millones de libras (14.646 millones de dólares) lo que supone un retroceso del 1 por ciento en relación con los 9.248 millones de libras (14.797 millones de dólares) conseguidos en igual etapa del año previo, BT ha develado sus planes de reducir costes. En total, la operadora británica de servicios de telecomunicaciones se propone reducir sus gastos en 1.000 millones de libras (1.600 millones de dólares) a lo largo de los tres próximos años, de cara a incrementar sus beneficios y su eficiencia.
Los responsables del carrier británico, que han visto decrecer su tradicional negocio de telefonía fija en igual medida que la mayor parte de operadoras del planeta, pretenden incrementar sus ventas mediante el lanzamiento al mercado de una nueva oleada de servicios avanzados de banda ancha y movilidad. Sin embargo, parece difícil que la compañía logre su objetivo de crecimiento anual fijado en el 6 por ciento hace sólo unos meses.
Con una deuda que, en la actualidad, alcanza los 8.800 millones de libras (14.000 millones de dólares), BT pondrá en marcha un programa de recompra de acciones que permita suavizar el desencanto de los accionistas con los últimos rendimientos obtenidos por la compañía. De acuerdo con Ben Verwaayen, CEO de BT, la recompra de acciones es otro signo de confianza en la capacidad de nuestro modelo para conseguir cash flow.
Mientras que, en el segundo trimestre del año, BT Retail y Wholesale caían sendos 7 por ciento hasta situar sus ingresos en 3.300 billones de libras (5.600 millones de dólares) y 2.700 millones de libras (4.600 millones de dólares, respectivamente, los ingresos por banda ancha crecían hasta situarse en 68 millones de libras (114,9 millones de dólares). Por su parte, BT Global Services incrementó su rentabilidad un 5 por ciento, alcanzando unos ingresos de 1.380 millones de libras (2.300 millones de dólares).
