Las compañías del sector financiero han sido de las primeras en darse cuenta de que para hacer frente a los cambios provocados por el avance tecnológico necesitan agilizar todos sus procesos al tiempo que éstos ganan en eficacia, y son pioneras a la hora de utilizar las herramientas y soluciones de BI, en las que han encontrado una ayuda incalculable a la hora de rediseñar sus estrategias de negocio. Según IDC la cuota de las soluciones específicas de BI para la Gestión Financiera, y del Riesgo y Fraude supone un 30 por ciento del mercado total, un dato bastante comprensible si se consideran previsiones como las de PricewaterhouseCoopers, que indican que en el año 2004 cerca de 29,5 millones de usuarios europeos accederán a servicios financieros a través de Internet, la televisión interactiva o el teléfono móvil, una situación provocada por la progresiva consolidación de Internet, la convergencia tecnológica, el desarrollo de los sistemas inalámbricos y la aparición de dispositivos cada vez más funcionales.
Pero el escenario no es tan rosa como puede parecer, la mayor parte de los usuarios finales aún sienten temor a la hora de realizar transacciones económicas a través de la Red. En este punto, no sólo la implementación de sistemas que incorporen herramientas de BI para determinar el perfil, los hábitos de compra y las potenciales necesidades futuras de cada cliente, ayudando a la entidad financiera a diseñar nuevos productos o adecuadas campañas de marketing, servirán para conducir a las firmas financieras al éxito; los logros que estas compañías consigan en lo que respecta a la seguridad determinará su supervivencia en una arena de la que cada vez forman parte más competidores.
En este ámbito, las soluciones BI tienen mucho que aportar, ya que permiten detectar posibles acciones fraudulentas o que impliquen un elevado nivel de riesgo, al analizar la información que con relación al habitual comportamiento de determinado cliente posee la empresa.