Hace diez años, la factura informática de esta entidad bancaria se dirigía a pagar los suministros de un único fabricante de sistemas propietarios, Unisys. Pero si hace ya dos años el gasto en los sistemas centrales no suponía más del cuarenta por ciento del total de costes de la instalación y de las inversiones en tecnologías de la información, actualmente sus responsables han conseguido reducir aún más este montante.
El pasado mes de junio, el banco puso en explotación un nuevo servidor central soportado en un sistema clúster sobre equipos HP V2500 adquiridos a lo largo del pasado año, en su decidido camino por modernizar su infraestructura informática incorporando sistemas abiertos en el ámbito mainframe. Un nuevo sistema que convivirá con el anterior modelo Clear Path de Unisys, absorbiendo cerca del 30 por ciento de los procesos transaccionales que se agrupan alrededor del sistema de gestión de riesgos de la entidad y su implicación con otras aplicaciones.
La nueva plataforma que ha adoptado el BZ integra un modelo de almacenamiento HP Equation, que integra una arquitectura SAN (Storage Area Network) con tecnología de canal de fibra y de conmutación, y el nuevo sistema de almacenamiento corporativo HP XP256, con capacidad de albergar hasta 9 Tbytes. Así mismo, cabe destacar la incorporación de Bea Tuxedo como monitor de transacciones, de una base de datos relacional Orable y de Unicenter TNG, de Computer Associates, para la gestión de los entornos e-business críticos y los sistemas de seguridad, y para disponer de un nuevo nivel de gestión capaz de integrar la red bancaria.
Como asegura Matas, “la estrategia del banco es evolucionar por la senda de los sistemas abiertos con la finalidad de mantener la mayor independencia respecto de los fabricantes de máquinas, pero esto no significa que hayamos planificado la ruptura con la vía Unisys. Los cambios realizados en la infraestructura de proceso, nos permiten disponer de una configuración estable y capaz de proporcionar el soporte necesario para atacar los nuevos proyectos que en las áreas de Web o de inteligencia de negocio estamos llevando a cabo”. Para cumplir mejor con este propósito, las máquinas centrales de proceso se han diseñado como servidores de aplicaciones.
El Banco Zaragozano (BZ) es una entidad bancaria de tipo medio, tanto por el tamaño de su organización, como por el volumen de negocio generado a través de una red comercial compuesta por 373 oficinas repartidas por todo el territorio nacional. Originaria de Aragón, la institución ha experimentado, durante los últimos años, una fuerte expansión geográfica que la permite estar presente en la práctica totalidad de las ciudades españolas más importantes, con un esfuerzo especial centrado en la Comunidad de Madrid, Aragón, por supuesto, la cuenca mediterránea, las Islas Canarias y Cantabria.
Una vocación nacional a la que se une una presencia comercial de carácter universal, que se concreta en unas sucursales capaces de prestar cualesquiera de los productos y servicios de la entidad, de tal manera que la especialización de una oficina viene marcada por el mercado que gravita en su entorno y no por la especificidad de los servicios solicitados en su zona de cobertura. Como afirma Javier Matas, director general adjunto y máximo responsable de la división de Medios, en la que se incluye la organización de soporte a las tecnologías de la información, “nuestro sistema bancario está pensado para que la oficina más apartada geográficamente, por ejemplo en una zona rural, proporcione cualquier servicio desde una operación de opciones y futuros, hasta el más simple de los abonos, y hacerlo en tiempo real, accediendo directamente a nuestros servicios centrales corporativos”.
A comienzos de 1998, el BZ se encontraba inmerso en un plan de sistemas de información que contemplaba el desarrollo y transformación de tres áreas tecnológicas fundamentales la evolución de los elementos centrales de proceso hacia cotas más altas de convivencia entre el sistema de teleproceso corporativo en ese momento, soportado en equipos propietarios de Unisys, y los sistemas abiertos basados en Unix; la adaptación de la entidad a los efectos del euro y del nuevo milenio, y, en tercer lugar, la migración de la plataforma bancaria comercial hacia un entorno Windows NT.
Unos proyectos que, a día de hoy, han sido ya superados, provocando una profunda modernización de los elementos de proceso, como factor determinante para atacar otros nuevos basados en la Web y en la aplicación de criterios de Business Intelligence (BI).
La entidad ha ido diseñado con el tiempo diferentes proyectos de sistemas de información que aplican técnicas de BI, pero sin mantener una estrategia clara al respecto de estas nuevas tecnologías. Sin embargo, actualmente la entidad ha establecido un marco de referencia concreto para la creación de un entorno tecnológico capaz de convertir en información hasta el último de los datos generados por los sistemas transaccionales corporativos.
Dos ejemplos del primer grupo de aplicaciones citado lo conforman el taller-catálogo de productos y la solución de cuentas a la vista que, por otra parte han sido migradas ya a entornos Unix.
A través de un proyecto conjunto con Sema Group, el objetivo de la nueva solución para el catálogo de productos es crear una herramienta al servicio de la banca de negocio de la entidad que permita generar productos bancarios en tiempo real y totalmente acabados, es decir, capaces de incorporar con anterioridad todos los procesos interactivos con el resto de aplicaciones afectadas; en palabras del director general adjunto, “el nuevo desarrollo trata de minimizar el tiempo de puesta en el mercado de los productos e independizar de los profesionales de la informática la operativa de los expertos en el negocio, y todo ello en un ambiente de trabajo en tiempo real. Se trata de un proyecto con una enorme carga de inteligencia de negocio que automatiza la generación de productos hasta en sus últimos detalles y con anterioridad a su lanzamiento comercial, evitando por tanto todos los trabajos posteriores inherentes a esta clase de aplicaciones”. En cuanto al sistema de cuentas a la vista, algo menos relacionado que el anterior con la BI, su ventaja principal es el haberse desarrollado de manera nativa sobre Internet, una característica estratégica para muchos desarrollos en el futuro.
Salvados estos dos sistemas, lo verdaderamente importante, según Javier Matas es que el BZ ha construido un esquema de referencia en BI que se basa en tres grandes pilares, cada uno de ellos en diferentes etapas de desarrollo un sistema de apoyo a la venta en tiempo real, un centro de información para el análisis de negocio, y un almacén de datos que permite a los altos ejecutivos de la entidad bucear en los datos para establecer nuevas pautas estratégicas de actividad. Una arquitectura interactúa entre sí para alimentar y mejorar los diferentes sistemas de información.
Ya implantado, el sistema de ayuda a la venta, es un desarrollo en tiempo real para ayudar a la fuerza comercial de la entidad a mejorar su rendimiento en la venta de productos a clientes y, por supuesto, a conocerlos mejor. A través de la aplicación incorporada al terminal bancario de oficina, cualquier empleado de la entidad puede conocer el perfil de sus respectivos clientes con los datos más actuales y de los trece meses anteriores. “Es un proyecto de BI aplicada a la venta en sucursal que consiste básicamente en un sistema de asistencia a la actividad comercial, aportando además elementos predictivos. Por ejemplo se puede conocer qué productos se deben vender a un cliente en función de dos variables la propensión de compra del cliente para un producto en concreto y las exigencias del banco con respecto a ese cliente, mejorando finalmente su rentabilidad y posición”, explica Matas. Del sistema se ha desarrollado más o menos la mitad de los requerimientos: aquellos que permiten conocer al cliente y están por generar los programas del sistema predictivo, es decir, el que permite asesorar al director de una sucursal acerca de la mejor estrategia a seguir con un cliente.
En cuanto al centro de información, operativo desde hace años sobre el sistema Mapper de Unisys, se está migrando hacia plataformas Compaq (Unix) con el fin de un obtener la aplicación más rentable que permita realizar una radiografía exacta y puntual de la actividad de negocio de la entidad. El sistema afecta a todos y cada uno de los empleados y es capaz de elaborar automáticamente los informes necesarios y específicos para cada puesto de trabajo, pero siempre desde la perspectiva de lo que la dirección quiere que se vea en ellos. “El centro de información que quedará finalizado en el próximo mes de noviembre, no está dirigido a investigar sobre los datos, si no a posicionar a cada empleado en su mercado con la información y la visión que más interesa a la entidad”, asegura el director general adjunto.
Por último, la tercera pata de la arquitectura de BI se centra en el desarrollo de un sistema de data warehouse que se ha convertido en uno de los principales proyectos actuales del departamento de tecnologías del BZ. El almacén, en fase de diseño, será una réplica exacta de la base de datos operativa, aunque la incorporación de tecnologías multidimensionales, todavía por decidir, permitirá el tratamiento de los datos desde diferentes ejes, en función de las necesidades de usuarios expertos en el desarrollo de negocio. “Se trataría de obtener visiones de negocio no preconcebidas, que permitan establecer nuevas estrategias de funcionamiento para mejorar el rendimiento de negocio tras su estudio desde diferentes alternativas. El sistema permite el tratamiento de un sinnúmero de variables y exigirá de capacidades de proceso muy elevadas”.