B2B, de expectativa a esperanza

Nueva economía, economía en red o digital, punto com, startups, etc., todo un compendio de conceptos que se agolpan unos contra otros y que parecen haber escondido la cabeza como una avestruz ante la sombra de la crisis.

Publicado el 23 May 2001

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Desde mediados del año pasado se respira en el ambiente un cierto tufillo desalentador que poco tiene que ver con la realidad. Por decirlo de alguna manera, bienvenidos al mundo real. Los negocios, pertenezcan a la nueva o a la vieja economía, fracasan si los modelos de negocio están mal diseñados. No es un problema del canal, que en este caso concreto es Internet. Este es el motivo por el que las compañías siguen invirtiendo, tanto en B2B (Business to Business) como en B2C (Business to Consumer), siendo el primero de los planteamientos el que despierta mayores expectativas.

Este es el motivo por el que el B2B español fue uno de los motores de la economía durante el pasado año y la situación no tiene visos de querer cambiar, dado que las compañías continúan destinando buena parte de su presupuesto a dotarse de las infraestructuras necesarias -que no son pocas, precisamente-, para ser un actor relevante en el e-business. Se dejan atrás las elevadas expectativas para dar paso a la esperanza de recuperar lo que nunca se ha perdido, un nuevo canal que ha de traer consigo mayores beneficios que desventajas, abandonando la idea de que la Red es un fin en si mismo.

En cualquier caso y a pesar de cierta recesión inversora desprendida del mercado norteamericano, en España, según un informe elaborado por PricewaterhouseCoopers (PwC), se concede bastante más tiempo a las punto com para demostrar su rentabilidad que la mayoría de las grandes compañías europeas. Todos los esfuerzos, tanto en Europa como en España, se dirigen a impulsar el comercio electrónico y, en lo que a B2B se refiere, las incertidumbres son mucho menores que en el B2C. Europa continúa con un crecimiento inferior en lo que a B2B se refiere respecto a Estados Unidos y todo hace indicar que esta tónica se prolongará por los menos en los próximos tres o cuatro años.

Las empresas no han tardado en darse cuenta de lo beneficioso que resulta el invertir en adaptar su infraestructura tecnológica para un entorno web, puesto que los ahorros en aprovisionamiento, la mejora del time-to-market, la optimización de los recursos humanos o la relación con los partners repercute directamente en la buena marcha del negocio. Otros beneficios añadidos son los de un mayor aprovechamiento de la información -algo vital en plena era de gestión del conocimiento-, la estandarización de componentes y una mayor expansión de las relaciones con proveedores y partners. No hay que olvidar que el valor del B2B más que en la cantidad de transacciones que se ven implicadas en el proceso ha de pasar por el rasero del valor añadido que incorpora al negocio de un modo totalmente bidireccional, esto es, para los dos actores de la relación electrónica.
En la disyuntiva B2B vs B2C es preciso tener en cuenta que nos movemos en diferentes parámetros para todo. En el primero de ellos, el factor de éxito principal es el servicio y la eficiencia, mientras que en el B2C el éxito se mide por la base de clientes y la facturación. Asimismo, el desafío en B2C es el tráfico y en B2B es la integración de los procesos, sin olvidar que el que se dirige al consumidor tiene un mercado objetivo mucho más masivo que el B2B.

Por otro lado, el B2B toma forma bajo diversos conceptos, entre los que se encuentran los e-marketplaces, el e-procurement o la tradicionales Extranets reinventadas. Los e-marketplaces (ver página 30) descansan sobre la idea de constituirse como pequeñas tiendas verticales donde los compradores acceden a productos de muy distintos suministradores. Por su parte, el e-procurement está especialmente enfocado al comprador, en el sentido de que permite a las organizaciones tomar el control sobre los procesos de compra, así como el establecimiento de la automatización de todo el flujo de trabajo dentro de la compañía. En cuanto a las Extranets, se erigen en la actualidad como plataformas de e-commerce totalmente dotadas de flujos de información automatizados, y son especialmente utilizadas en los procesos transaccionales, sobre todo de cara al vendedor.

Además, se han creados estándares específicos para ello. Es el caso de UDDI, un directorio-base de datos on line, promovido por IBM, Microsoft y Ariba, para facilitar las relaciones entre las empresas y que ha disfrutado rápidamente del apoyo de otros actores de la industria. Por otro lado, la tecnología inalámbrica también ha propiciado un mayor empuje al comercio electrónico, si bien es cierto que este tipo de tecnología al modelo que más beneficiará es al dirigido al usuario final, como se puede apreciar en el cuadro del B2B móvil en Europa.

El mercado español, por su parte, está sujeto a sus particularidades y si atendemos a las consultoras, podemos observar, como en el caso de PwC que, al igual que las del resto de Europa, las grandes empresas españolas piensan que alrededor de dos tercios de las punto como B2C y la mitad de las B2B tendrán dificultades o fracasarán en los próximos dos años. Pero, ¿cuál es la situación actual desde la que se parte? CB Consulting, en su particular dibujo del escenario español, plantea el e-business desde dos ópticas bien distintas. Por una lado contempla Internet como un canal de compra y, en este sentido, un 4 por ciento de las empresas muestran una actitud muy positiva, un 66,7 por ciento simplemente positiva, un 27,4 por ciento negativa y un 1,9 por ciento muy negativa. Estos resultados dan una idea bastante clara de la predisposición de las organizaciones a abrazar el e-business para el desarrollo de sus negocios. La otra vertiente analizada por CB Consulting es la Red empleada desde el punto de vista de canal de venta. Así, en este punto un 7,8 por ciento de las empresas encuestadas se muestra muy positivo, un 60,8 por ciento positivo, un 29,3 por ciento tiene una actitud negativa y, un 2, 1 por ciento muy negativa.
Uno de los puntos más favorables en el desarrollo del B2B en un país tan dotado de pequeñas y medianas empresas ha sido la multitud de ofertas de los suministradores de tecnología en propuestas que trataban de reducir al máximo los riesgos tecnológicos. Desde Intel, que puso en marcha un portal para startups al i.f@actory de la extinta Informix llenaron el panorama de atractivas iniciativas. No hay que olvidar tampoco el programa HP Garage o la macro iniciativa de Sun iForce, recientemente reforzada. Incluso las operadoras se lanzaron a prestar apoyo a las pymes y compañías como Airtel se pusieron manos a la obra con el lanzamiento de parqueemepresarial.com, esto es, un portal dedicado al B2B en las que las empresas creaban un parque empresarial virtual para interrelacionarse entre ellas. Recordaba en cierto modo a una idea que no consiguió cuajar del todo y que fue promovida hace un par de años por el empresario Miguel Zapata. Se trataba de NeworldCity, que nació con el afán de dinamizar el sector de la pequeña y la mediana empresa pero que fue perdiendo fuerza por el camino. En cualquier caso, han sido y son muchas las iniciativas con las que cuentan las empresas que pretendan dar el salto al B2B, pero de un modo realmente efectivo, ya que hay encuestas que hablan de un 32 por ciento de las empresas españolas con presencia en Internet, pero únicamente un diez por ciento lo aprovecha como canal de ventas, mientras que para el resto Internet es un escaparate más.

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Redacción Computing

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