Afiliar y fidelizar, nuevos retos del e-commerce

Mientras se aprecian los primeros síntomas de consolidación del comercio electrónico, especialmente en su variante B2B, las empresas que intentan definir su espacio en este escenario se enfrentan a nuevos retos. Ya no basta con atraer.

Publicado el 31 Oct 2000

De acuerdo con Forrester Research, en 2005 las ventas a través de Internet representarán en Europa un volumen de 30 billones de pesetas y ese mismo año el 7 por ciento del total de las transacciones comerciales se realizarán a través de la Red. Mientras tanto y según IDC, Estados Unidos, que se estima alcanzará un volumen de negocio en este ámbito de 1.600 billones de dólares en 2003, empezará a perder la posición dominante que tradicionalmente ha venido manteniendo en el ámbito del comercio electrónico.

A día de hoy, Europa se perfila como el ámbito con mayor potencial de crecimiento, un crecimiento que será así mismo acelerado, situándose además a la cabeza de las tecnologías inalámbricas de acceso a Internet, que ejercerán una influencia de enorme importancia en el desarrollo del comercio electrónico. Las previsiones de IDC apuntan que en 2003 un 38 por ciento de los internautas adquirirá bienes y servicios a través de Internet.

España por su parte está haciendo grandes esfuerzos para no quedarse rezagada en esta carrera y ya empiezan a apreciarse los primeros síntomas de despegue del comercio electrónico en el escenario español.

Según los resultados del Tercer Estudio sobre Comercio Electrónico en España, realizado por la Asociación Española de Comercio Electrónico (AECE) se prevé que para este año el comercio electrónico alcance un volumen de ventas superior a los 29.800 millones de pesetas, cifra que supondría un incremento del 150 por ciento con respecto a la cifra conseguida el pasado año. La AECE señala el año 2002 como la fecha en la que se producirá el gran salto con unas previsiones que apuntan un volumen de ventas de 336.114 millones de pesetas.

Es revelador un dato aportado por el estudio realizado por CommerceNet y ACNielsen y en que se recoge la actitud de los usuarios frente al fenómeno de la Red; en el informe, que se apunta una cifra de 3.386.000 internautas en España, se señala que un 40,5 por ciento de los usuarios españoles de Internet puede catalogarse como usuarios medios ya que navegan alrededor de nueve veces por semana y utilizan dos servicios.

Con porcentajes superiores al 30 por ciento, libros, música y electrónica siguen siendo las tres categorías de productos que los internautas españoles compran mayoritariamente a través de Internet.

La desconfianza de los consumidores con respecto a la seguridad de los sistemas de pago sigue siendo señalada por un 38 por ciento de los usuarios de Internet como una de las causas principales de rechazo al comercio electrónico.

Sin embargo y a pesar del todavía bajo nivel de penetración del comercio electrónico entre los consumidores españoles, un 71 por ciento de los compradores on line expresa un sentimiento de satisfacción con su compra. Pero también hay que señalar otros informes que advierten del todavía alto nivel de existencia de problemas a la hora de realizar compras a través de Internet.

Volviendo al estudio realizado por la AECE, la principal razón que motiva la utilización de esta vía a la hora de realizar adquisiciones por parte de los consumidores es la comodidad, mencionada por la mitad de los internautas, mientras que los precios son consideramos como el mayor estímulo por casi un 20 por ciento y la rapidez es señala por sólo un 13 por ciento.
Tal y como señalan la mayoría de las consultoras es claro que el mayor volumen de compras on line sigue estando generado por las actividades transaccionales entre empresas (B2B) y especialmente por aquellas que se desarrollan a través de los emergentes marketplaces, de los que ya existen en Europa 120, una cifra todavía poco significante si se consideran los 460 que ya están operativos en el Estados Unidos.

La situación en España muestra características muy similiares. Mientras el B2C está todavía en una fase de evolución lenta, el B2B ya ha alcanzado un nivel de desarrollo a tener en consideración y de consecuencias apreciables.

La emergencia de esta variante de mercado está provocando un fenómeno de apertura de las fronteras, así lo cree Jorge Sánchez, director del departamento retail de Healey la compra on line está rompiendo las fronteras tradicionales del mercado, haciéndolo más internacional; el impacto que este fenómeno provocará en los hábitos de los consumidores será muy grande y obligará a los comerciantes a adaptarse en todos los sentidos

Con relación a las cifras, en el Tercer Estudio de la AECE se señala que en 1999 el comercio electrónico entre empresas en España movió 11.951

millones, con su incremento con respecto al año anterior del 351 por ciento. La Asociación prevé que en el año 2002 se espera se espera un crecimiento muy significativo que llevará a esta cifra a situarse en los 336.114 millones de pesetas.

Con respecto al número de empresas españolas que ya tienen acceso a Internet, la AECE señala que en la actualidad un 32,5 por ciento de éstas ya tiene representación en Internet, pero advierte de que sólo el 10,8 por ciento de estas empresas utilizan la Red como canal de venta. Madrid, Aragón y Baleares, con unos porcentajes respectivos, del 44, 42 y 39 por ciento son las comunidades autónomas en las que se ubican la mayor parte de las compañías conectadas.

Los principales objetivos que persiguen las empresas españolas con presencia en Internet todavía no son muy favorecedores para el avance del comercio electrónico ya que la mayor parte de éstas únicamente busca hacer publicidad (78,3 por ciento) e informar sobre sus productos o servicios (68,2 por ciento) mientras la venta sólo es señala como el objetivo prioritario del 33 por ciento.
Mientras comienzan a apreciarse los primeros síntomas de despegue del comercio electrónico, las firmas involucradas en esta emergente actividad empiezan a enfrentarse a nuevos retos. Ya no basta con atraer usuarios y asociarse con partners, es necesario fidelizarlos y afiliarlos, respectivamente. Ya existe y comienza a crecer significante el número de productos y soluciones dirigidas a llevar a cabo con éxito estas acciones, de forma que está definiéndose un nuevo nicho de mercado en el que las firmas invertirán cifras nada despreciables.

Forrester Research estima que en el año 2003 las compañías destinarán entre el 50 y el 70 por ciento del total de su presupuesto de marketing al desarrollo de programas de afiliación y fidelización, mientras en 1998 este porcentaje apenas llegaba al 15 por ciento, y en la misma línea Jupiter Communications señala que para el año 2002 se prevé que el 54 por ciento de las ventas en Internet serán generadas gracias a la puesta en marcha de programas de afiliación.

Entre las razones para no pasar por alto esta tendencia destaca un dato manejado por la firma 404 found!, especializada en este tipo de soluciones y que apunta que el coste de conservación de un cliente es entre 5 y 10 veces menor que la inversión que es necesario realización para conseguir atraer a un nuevo usuario. Argumento al que se suma los hechos de que la quinta compra del internauta en una tienda virtual suele ser un 40 por ciento superior a la primera y que sólo un 5 por ciento de los clientes genera el 40 por ciento del volumen total de transacciones, de forma que resulta claramente evidente que contar con una clientela fiel es fundamental en el mercado de Internet. Una realidad de la que han tomado buena nota las firmas en EEUU, país en el que 66 por ciento de los consumidores on line con salarios años (75.000 dólares al año) ya se ha suscrito a un programa de fidelización.

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Redacción

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