En el preámbulo a las vacaciones, parecía que los grandes del sector TIC se habían puesto de acuerdo para cambiar de regentes con objeto de añadir sangre nueva a nivel de presidencia. SAP, Intel, Symantec, y Microsoft son algunos de los gigantes que han decretado acometer una profunda transformación al más alto nivel, si bien, ha sido Steve Baller quien, -como nos tiene acostumbrados-, ha acaparado todo el protagonismo en este cambio de coronas.
El pasado 23 de agosto, el CEO de Microsoft sorprendía al mundo tecnológico y de los negocios anunciando su dimisión, que será ejecutada tan pronto como la directiva de Redmond encuentre sucesor. Aún así, ha dado de plazo un año. Esta decisión, -que intuimos no ha debido de ser fácil-, llega justo en el momento en que la compañía va a afrontar una de sus reconversiones internas más importantes de los últimos años.
“Nunca es el momento perfecto para este tipo de transición, pero ahora es el momento adecuado“, declaraba Ballmer en un comunicado de prensa preparado. “Hemos puesto en marcha una nueva estrategia con una nueva organización, y tenemos un equipo increíble de liderazgo senior. Mis pensamientos originales eran que mi retirada ocurriera en medio de la transformación de nuestra empresa que busca convertirse en una compañía de dispositivos y servicios. Ahora, necesitamos un CEO para asumir esta nueva dirección y estará aquí un largo plazo”.
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