La Realidad Aumentada se hace realidad

La realidad aumentada (RA) es una de las tecnologías que han despegado este año definitivamente. Su llegada al ámbito doméstico ha venido principalmente de la mano de los teléfonos móviles de última generación (iPhone, Android, etc.).

Publicado el 20 Jul 2010

El uso de la Realidad Aumentada se ha popularizado con la creciente penetración de estos aparatos entre la población, saliendo de los ámbitos exclusivos donde hasta ahora tenían mayor aplicación, por el alto coste de hardware y software necesarios: investigación, cirugía, simulación de vuelos, defensa, parques temáticos, museos…


La idea que subyace detrás de esta tecnología es que los usuarios pueden visualizar, en tiempo real, objetos o informaciones digitales superpuestas a lo que estamos viendo en ese momento en la realidad. Esto permite tomar decisiones de forma más ágil y eficaz. Lo que la diferencia de la realidad virtual (por ejemplo de SecondLife) es que no pretende sustituir el mundo real por uno artificial, sino que aporta mecanismos digitales para enriquecerlo y entenderlo mejor.

El tipo de uso desde el teléfono móvil se ciñe por ahora a la localización de puntos de interés cercanos, utilizando el GPS, la brújula y la cámara que traen incorporados este tipo de dispositivos. Por ejemplo para localizar cajeros y oficinas de entidades financieras, apartamentos a la venta, tiendas y restaurantes cercanos, monumentos, etc. Incluso han comenzado a salir al mercado navegadores GPS con tecnología de realidad aumentada incorporada, de forma que el navegador sobreimprime información digital sobre el display de la cámara que lleva incorporada (ver Wikitude Drive).

Aplicaciones y tecnologías
Sin ir más lejos Ibermática ha desarrollado recientemente una aplicación de realidad aumentada para la localización de cajeros y oficinas de Kutxa a través de móviles de última generación. Para ello ha utilizado la tecnología Layar, desarrollando una capa que agrega la información sobre el posicionamiento y características de las distintas ubicaciones de la entidad financiera. Con esta funcionalidad, cualquier persona que disponga de un móvil de última generación puede localizar el cajero o la oficina más cercana a su ubicación en un momento concreto, saber la distancia a la que se encuentra y la ruta que debe seguir para llegar a ella.

El uso habitual es el siguiente: El cliente desea sacar dinero de un cajero. Coge su móvil, abre la aplicación de localización de oficinas, que le señala las más cercanas en su radio de acción en forma de puntos sobre una brújula. Mientras pasea por la calle, orienta la cámara del dispositivo hacia la zona donde la brújula le señala los puntos, mostrando la información de dirección y teléfono de cada oficina sobreimpresa sobre la pantalla, junto con los servicios que pone a disposición del cliente (cajero, cajero accesible, kiosco, buzón de entradas, etc.). Además de la visión a través de la cámara, el cliente puede visualizar los puntos en un mapa.

Así como en el ámbito móvil las aplicaciones que mayor empuje han experimentado han sido las relacionadas con la localización de puntos de interés, en el ámbito PC se han desarrollado en mayor medida las aplicaciones que apoyan a la decisión de compra. Un ejemplo es el caso de Rayban–Virtual Mirror. Con esta aplicación un cliente puede, a través de una página Web y mediante el uso de su webcam, probarse de forma virtual cuantos modelos de gafas comercializa el fabricante. El cliente elige de una paleta el modelo que se quiere probar mientras visualiza su cara reproducida por la propia webcam. Al seleccionar una de las gafas, la aplicación la ‘coloca’ sobre sus ojos y el cliente puede ver cómo le quedan moviendo la cabeza o rotándola de un lado a otro. De esta forma, el cliente se prueba bastantes más modelos de forma virtual que cuando acude a la tienda. Aplicaciones que utilizan este mismo concepto son Springfield Virtual dressing room o Zugara como probadores virtuales de ropa.

Tampoco faltan ejemplos de utilización de esta tecnología en el ámbito de los Social Media, tan en boga en este momento, junto con la aplicación de tecnologías de reconocimiento facial. Es el caso de Recognizr, que permite visualizar el perfil público en redes sociales de las personas que uno se encuentra en la vida real.

En cuanto a la realidad aumentada aplicada sobre otros dispositivos que no sean el PC o el móvil, existen diversas iniciativas en marcha en el ámbito industrial y del transporte que pronto verán la luz, como la proyección de datos sobre el parabrisas del coche, información para pasajeros de un tren sobre el entorno, paisaje y edificaciones visibles a lo largo del trayecto o gafas para el mantenimiento de equipos industriales (en sustitución de los manuales de usuario). En este sentido, y para abordar este tipo de iniciativas de mayor alcance desde el punto de vista tecnológico, Ibermática trabaja junto a Deneb, empresa especializada en el desarrollo de productos para sistemas de información geográfica, movilidad y geolocalización, y que también ofrece consultoría y vuelos virtuales en 3D.

Todavía existen voces que cuestionan la utilidad de las iniciativas de realidad aumentada disponibles actualmente a través del móvil y del PC, tachándolas de meros instrumentos ‘marketinianos’ para lograr relevancia publicitaria puntual. En cierta medida los primeros acercamientos de esta tecnología al consumidor final fueron a través de iniciativas promocionales, sin una clara propuesta de valor. Pero la evolución de los dispositivos móviles y su difusión hacia el público general han estimulado la posibilidad de encontrar nuevos escenarios de aplicación y utilidad.

Lo que poca gente discute son las perspectivas de futuro de esta tecnología y su potencial para transformar lo que hasta ahora hemos percibido de forma natural sobre un determinado lugar, marca o persona. Y es que, probablemente, la clave de que su uso logre extenderse se encuentra en la capacidad que demuestre para impregnar y mimetizarse con los hábitos diarios, hasta el punto de ‘naturalizar’ su uso. Por esta razón, no sólo será fundamental trabajar y mejorar los dispositivos y tecnologías, sino también encontrar su aplicabilidad a las situaciones, hábitos y escenarios en los que realmente aporten valor desde un punto de vista social, educacional o económico. En cierta medida, los fundamentos tecnológicos están ya disponibles. Busquémosles ahora aplicación.

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Redacción Computing

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