Las empresas europeas están desbordadas por la ingente cantidad de datos que crece impasible, exponiéndose a unos niveles de riesgo sin precedentes. Aunque son conscientes de la amenaza que representa el riesgo de no gestionar bien esta información, la mediana empresa europea carece de las herramientas necesarias para moverse con soltura en este terreno.
Esta es una de las conclusiones que pueden extraerse del ‘Índice de Madurez del Riesgo de la Información’ 2013 en Europa, llevado a cabo por Iron Mountain y PwC, que concreta que la media de brechas de datos está creciendo a un ratio del 50% al año. Sin embargo, menos de la mitad (45%) de las empresas tienen una estrategia activa para la prevención del riesgo de la información y la medición de su eficacia; y un 35% tiene un plan pero no sabe bien si funciona o no.
En este informe también ha quedado evidente que el 75% de las empresas reconoce que una actitud responsable frente a la información es esencial para el éxito, y un 43% cree que el riesgo de una brecha de datos va a ser mayor. Esto, sin embargo, no se traduce en acción: un 46% dice que la dirección de la compañía no considera la protección de datos como algo relevante; un 47% dice lo mismo de sus empleados; y el 66% cree que reducir los costes es más importante que reducir la exposición al riesgo.
Asimismo, hay empresas que parecen haber decidido que, en cualquier caso, no hay nada que puedan hacer. Más de la mitad (53%) afirma que el riesgo de la información cambia a un ritmo tan trepidante que nunca serán capaces de dominarlo, y un 44% considera que la pérdida de datos es algo inevitable en el día a día de las empresas.
“Hace un año, nuestra evaluación del nivel de preparación de las empresas europeas para afrontar el riesgo de la información reveló un panorama de negligencia y descuido que ponía a las compañías en un riesgo inaceptable frente a las brechas de datos”,comenta Ignacio Chico, director general de Iron Mountain España. “El informe de 2013 indica claramente que se está haciendo ‘algún progreso, pero se debería hacer más’. En el entorno híbrido actual que combina la información en papel con la digital, las empresas corren el riesgo de ahogarse en un mar de complejidad y confusión a no ser que tomen control de su información. Un enfoque responsable hacia la información es crucial si las empresas quieren darse cuenta de los beneficios que tiene este activo tan importante. Este enfoque es esencial si las empresas quieren merecer y preservar la reputación de su marca y la fidelidad de sus clientes, que tanto les ha costado ganarse”, añade.