El nuevo paradigma de la Industria Conectada 4.0

El 82% de incremento de la eficiencia operativa se da a través de las tecnologías de big data y de analítica avanzada.

Publicado el 04 Feb 2019

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La industria española, en base a los datos oficiales, representa el 13% (17,6% si se incluyen industrias extractivas, suministro de energía y suministro de agua), del valor añadido bruto (VAB) del país y emplea al 11% de la población ocupada, siendo la principal contribuidora a la balanza comercial positiva. Cinco sectores concentran el 50% del valor generado por la industria en términos de valor añadido y ocupación: alimentación y bebidas, manufactura de metales, vehículos de motor y componentes de automoción, químico y textil y confección. El sector de innovadores tecnológicos, conformado por los sectores de fabricación de productos informáticos, equipamientos electrónicos y ópticos, es el de menor peso en España, aportando únicamente un 2% tanto del VAB como del empleo industrial.

El tejido empresarial de la industria española se caracteriza por un peso muy relevante de las pymes, con un 50% del VAB generado por empresas de menos de 50 trabajadores, comparado con el 21% de la UE. Se han puesto de manifiesto las dificultades que encuentran las empresas españolas en su expansión internacional debido, sobre todo, a su tamaño medio menor. Los datos indican que el porcentaje de exportaciones industriales sobre el VAB de España (34%) es comparativamente menor que el de la mayoría de países de la UE, tanto de los más grandes (43% de Alemania) como de los más pequeños (98% de Lituania). El análisis de la estructura económica de la mayoría de los países avanzados de nuestro entorno pone de manifiesto la necesidad de elevar la participación de la actividad industrial hasta el 20% del PIB. Las ventajas de alcanzar ese nivel de industrialización son bien conocidas. Más empleo y de mejor calidad, mejor comportamiento frente a los ciclos económicos, y potenciación de las áreas de I+D+i como palanca de la innovación competitiva.

El reciente estudio elaborado por everis, en colaboración con el Observatorio Industria 4.0 y el Club de Excelencia en Gestión, pone de manifiesto que menos de la mitad de las empresas de los sectores industriales más representativos consideran que tienen los medios suficientes para llevar acabo la transformación digital. Los participantes en el estudio superan una cifra de negocio total acumulada de 43.000 millones de euros en el último año, y una inmensa mayoría de nosotros consideramos que nuestra productividad aumentaría notablemente con un mayor impulso a la digitalización.

Excelentes oportunidades

El concepto de Industria Conectada 4.0 presenta excelentes oportunidades a través de la hibridación entre el mundo físico y el digital, descubriendo nuevas oportunidades en todos los sectores industriales. Plantas más inteligentes y sostenibles, productos inteligentes y personalizados, cadenas de producción adaptables a las necesidades y a los procesos, mejor comunicadas entre sí y con los proveedores y clientes. Estamos ante un cambio de paradigma, y como suele ocurrir en estas situaciones, se abre una gran distancia entre el “qué se quiere conseguir” y el “cómo se puede hacer”. Dedicando tiempo de calidad a redactar convenientemente el enunciado del problema que se pretende resolver es luego mucho más fácil identificar la tecnología habilitadora que permite resolverlo.

Los modelos de negocio de Google o Facebook podrían replicarse en el sector industrial

Un ejemplo ilustrativo. En el año 2017 se contabilizaron 583.425 accidentes laborales con baja, lo que supone un aumento del 5% respecto al número de siniestros de 2016. Desgraciadamente los ratios de siniestralidad siguen creciendo año tras año. Ningún negocio merece la pena si el precio es la vida de un trabajador, y un total de 618 personas fallecieron en España el pasado año, como consecuencia de un accidente laboral. La utilización de dispo-sitivos vestibles (wearables) permite monitorizar al trabajador en el momento que va a realizar una determinada tarea que conlleva un riesgo, mitigándolo, con el consiguiente impacto en la reducción de los índices de frecuencia y de gravedad. La disminución de los índices de gravedad de accidentes observados oscila entre el 10 y 15%, mediante señalización y control digital de zonas de riesgo, aisladas o no suficientemente protegidas. A pesar de ello, existe todavía una resistencia a la utilización de estos dispositivos en España, al confundirse monitorización con control. Grandes empresas de ingeniería española los emplean en otras geografías, en trabajos de alto riego y siniestralidad, habiendo reducido notablemente el número de accidentes de trabajadores.

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Redacción Computing

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