A medida que las ciudades continúan evolucionando, la colaboración entre tecnología, sostenibilidad y gestión urbana se convertirá en el camino hacia un desarrollo más equilibrado y responsable, con la esperanza de un mundo más justo y eficiente para todos
ÁNGELES VILLAESCUSA, ESRI
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ESRI y la sostenibilidad
Durante un reciente encuentro con prensa especializada, Ángeles Villaescusa, Country Manager de ESRI España, puso énfasis en la mentalidad generalizada en torno a la sostenibilidad. Como subrayó, “las nuevas directrices en sostenibilidad son un paso positivo para cómo se gestionan las ciudades y los negocios”. Esto refleja una tendencia creciente hacia una planificación más consciente que considera no solo los beneficios económicos, sino también el impacto social y medioambiental.
Papel del ESRI en la modernización de las organizaciones
Villaescusa reivindica el papel de ESRI en este proceso de transformación y modernización. Con más de 12,000 empleados y una presencia en más de 200 países, ESRI ha sido un actor clave en la tecnología geoespacial desde su fundación en 1969. La compañía se mueve en un mercado valorado en 30.000 millones de dólares y cuenta con 10 millones de usuarios.
La empresa, que no cotiza en bolsa, se distingue por su enfoque en reinvertir en su tecnología. “Invertimos aproximadamente un 28% de nuestros ingresos anualmente en desarrollo e innovación”, afirmó Villaescusa, subrayando la importancia de mantenerse relevante en un sector que evoluciona rápidamente. Entre sus clientes se encuentran administraciones públicas, como Hacienda o el Ministerio de Agricultura, o empresas privadas del sector telco, utilities, o gestión del agua (Telefónica, Renfe, Iberdrola, Metro. Correos, Canal de Isabel II…).
La geografía como herramienta de resolución de problemas
Villaescusa sostiene que “la geografía es una forma de pensar diferente que permite resolver problemas de manera innovadora”, apuntando la relevancia de la información geográfica en la toma de decisiones. La tecnología geoespacial permite a los gestores de ciudades y empresas visualizar datos en múltiples capas, facilitando así la identificación de patrones y relaciones que no serían evidentes en una representación alfanumérica tradicional.
La importancia de este enfoque se ve reflejada en su aplicación práctica: “Todo pasa en algún lugar”, aclara Villaescusa, lo que resalta cómo la geografía se convierte en un elemento esencial para la planificación y gestión urbana. Esto incluye la administración de recursos naturales, el diseño de infraestructuras y la mitigación de riesgos, lo que demuestra que la geografía tiene aplicaciones en casi todos los sectores.
Innovación y retos sociales
En el contexto actual, Villaescusa observó que la innovación está presente en todos los sectores, desde la industria hasta los servicios al ciudadano. Sin embargo, innovación conlleva retos significativos. “Nos enfrentamos a problemas de crecimiento poblacional, planificación urbana y equilibrio social”, explicó. La necesidad de viviendas asequibles, la distribución equitativa de servicios y la sostenibilidad son desafíos que requieren soluciones creativas y efectivas.
Para abordar estos problemas, Villaescusa considera imperativo incorporar prácticas sostenibles en la gestión empresarial. “Las empresas deben ser responsables no solo desde el punto de vista económico, sino también medioambiental”, afirma, sugiriendo que la clave para el éxito a largo plazo radica en un enfoque holístico que contemple el bienestar social y ambiental.
La conexión entre tecnología y sociedad
La tecnología geoespacial no solo sirve para visualizar datos, sino que también proporciona herramientas para simular y predecir escenarios futuros. “La aproximación geográfica, combinada con tendencias como la inteligencia artificial, permite realizar simulaciones y predicciones de lo que podría suceder en el futuro”, indica Villaescusa. Este enfoque es crucial para que las empresas y administraciones públicas puedan tomar decisiones informadas que minimicen riesgos y maximicen oportunidades.
Además, resalta que la democratización del acceso a la información geográfica permite a un mayor número de personas comprender y manejar los datos sobre su entorno. “Los mapas son un lenguaje del siglo XXI que ayuda a organizar y entender el mundo”, dice. Esta accesibilidad no solo empodera a los ciudadanos, sino que también fomenta una mayor participación en la toma de decisiones que afectan sus comunidades.
Un futuro prometedor
Ángeles Villaescusa se muestra optimista sobre el futuro de la gestión urbana y el papel crucial que desempeñará la tecnología en este proceso. La integración de la geografía en la planificación y la operación de ciudades y empresas no solo es beneficiosa, sino necesaria para abordar los desafíos del siglo XXI. “La geografía es más que una herramienta; es la clave para resolver problemas contemporáneos y construir un futuro más sostenible”, concluyó.
