Como explica su fundador y CEO, Vincent Delaroche, CAST ofrece software intelligence, que analiza el ADN de las aplicaciones brindando información detallada sobre su estructura y funcionamiento interno, lo que ayuda a los ejecutivos a tomar decisiones estratégicas sobre su migración a la nube, riesgos de seguridad y legales, así como su impacto ambiental.
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¿Qué aporta CAST al mercado?
En las empresas abunda el software propietario (o ‘personalizado’) que respalda los procesos de negocio y que en muchos casos se trata de aplicaciones extremadamente críticas para el negocio. Los CEOs y CIOs saben mucho de finanzas, infraestructura y procesos, donde abunda la tecnología, pero tienen poca información técnica sobre las aplicaciones personalizadas en sí mismas. Ahí radica el problema. Es difícil gestionar algo que no ves, que no puedes medir. Esta es la motivación de nuestra propuesta de software intelligence al mercado.
¿Cómo define el software intelligence?
Es una tecnología que analiza el ADN de una aplicación, su estructura y funcionamiento interno. Al brindar información sobre esas aplicaciones de negocio, los ejecutivos pueden saber si son aptas para la nube y están listas para la migración. De la misma manera pueden conocer la exposición a los riesgos inherentes al software, tanto legales como de seguridad relacionados con el código abierto con el que fueron desarrolladas. Otro punto que analizamos es sobre el ‘software verde’, esencial para el reto de la reducción de las emisiones de CO2.
Básicamente, lo que CAST hace es analizar el software, y entregar información con una visibilidad ejecutiva a los directivos funcionando como una ‘inteligencia militar’.
¿A qué tipo de empresas y organizaciones se dirige CAST? ¿Qué sectores son los más receptivos?
Empresas que utilizan y construyen una gran cantidad de software personalizado. Es el caso de bancos, operadoras, aseguradoras, instituciones públicas, fabricantes, entre otras. Proporcionamos una ‘resonancia magnética’ del software. Todas aquellas compañías que precisen conocer lo que hay dentro de sus aplicaciones son clientes potenciales. Principalmente se trata de organizaciones de gran tamaño, como Telefónica en España o Wells Fargo en Estados Unidos.
Cuando una de estas organizaciones necesita migrar un sistema personalizado de gran tamaño a la nube, necesita modificar y adaptar esas aplicaciones cuando se trata de consumir servicios nativos cloud. CAST proporciona información detallada y específica de inteligencia técnica que informa a los propietarios de la aplicación sobre qué deben corregir para mover las aplicaciones al entorno de nube y para que funcionen de la manera más eficiente
VINCENT DELAROCHA, CEO DE CAST
¿Cómo ayuda CAST a capitalizar e incrementar el valor de las aplicaciones como activos críticos?
Cuando analizamos el ADN de esas aplicaciones, ayudamos a los líderes digitales y de aplicaciones a mejorar el rendimiento, a mejorar la eficiencia, a mejorar la agilidad, a moverlas a la nube, a mitigar sus riesgos; y por definición, cuando mejoras algo, aportas valor. Específicamente cuando se trata de aplicaciones empresariales que respaldan procesos comerciales críticos.
¿De qué manera se materializa este valor en proyectos estratégicos como los de migración a la nube?
Cuando una de estas organizaciones necesita migrar un sistema personalizado de gran tamaño a la nube, necesita modificar y adaptar esas aplicaciones cuando se trata de consumir servicios nativos de la nube. ¿Cómo pueden modificarse y adaptarse si desconocen lo que hay dentro? CAST proporciona información detallada y específica de inteligencia técnica que informa a los propietarios de la aplicación sobre qué deben corregir para mover las aplicaciones al entorno de nube y para que funcionen de la manera más eficiente.
¿Qué aporta CAST en términos de sostenibilidad del software?
En CAST hablamos de ‘impacto verde’. Analizamos las aplicaciones desde el punto de vista de consumo energético y le decimos al cliente qué se podría mejorar para hacer que la aplicación sea más ecológica. Cuando una aplicación se ejecuta en un centro de datos consume mucha energía y entre el 1% y el 2% del consumo mundial se genera en los CPD. Se trata de un tema no despreciable. Observamos diversos patrones de desarrollo mejorables y proporcionamos información a las personas a cargo de mejorar esas aplicaciones para hacerlas más eficientes y ecológicas.
¿Cómo reduce CAST el nivel de riesgo en el uso de componentes de open-source?
En gran parte de las aplicaciones ‘personalizadas’, entre el 10 y el 30% del código proviene de software open-source. El código abierto es excelente para la productividad al permitir la reutilización de software ya desarrollado y probado; pero pueden surgir ciertos problemas de licenciamiento. Puede suceder que la empresa carezca de derechos legales para el uso de algunos componentes de código abierto o que estén desactualizados. Cuando analizamos el ADN de la aplicación, detectamos qué componentes de código se están utilizando y lanzamos las advertencias específicas aconsejando cuáles son los más idóneos y seguros.
¿Cuál es la visión de su empresa en torno a la inteligencia artificial?
Llevamos utilizando IA desde hace 15 años, aunque ahora se ha convertido en una tecnología de moda. Lo que ha sucedido en el mercado es que se ha introducido una excelente tecnología que rompe la brecha entre el usuario y la máquina. Se podría decir que la IA mejora la colaboración potencial entre un usuario y el software. Ahora estamos utilizando LLM (Large Language Models) para facilitar el diálogo entre nuestro usuario final y nuestro software. Y, por supuesto, la IA nos ayuda a mejorar nuestra capacidad de análisis.
¿Han integrado la IA generativa en su oferta?
La IA es genial, pero tiene una memoria muy corta, y también una visión muy restringida; no tiene una visión amplia como los humanos. Analiza partes pequeñas, y eso lo hace muy bien. Necesita ser entrenada o alimentada. Podemos usar nuestra tecnología para alimentar a la IA y hacerla más poderosa. Para nosotros es una gran oportunidad, podemos posicionar a CAST como un ‘alimentador’, algo que ayude a la IA a funcionar mejor en esos sistemas grandes y complejos que la IA no puede asimilar por sí misma.
¿Cuál es la posición de CAST a nivel global? ¿Qué presencia tiene en el marcado internacional?
CAST es de origen francés, pero más de la mitad de nuestro negocio se genera en Estados Unidos, y representa nuestro principal mercado. Tenemos oficinas en Francia y presencia en España, Reino Unido, Alemania, Italia y la India. Con 30 años de historia, hemos gastado 250 millones de euros en investigación y desarrollo, y estamos creciendo anualmente en un 20%. Somos una empresa rentable y saludable, un referente en software intelligence. No vendemos software, vendemos inteligencia.
¿Cuál es su percepción sobre el mercado español?
España es un mercado pequeño en comparación con Estados Unidos. Sin embargo, España ha sido históricamente un gran país y tiene gran influencia en el resto del mundo, particularmente en Sudamérica. Pero también, España es importante para Europa, donde tiene un gran peso dentro de nuestra compañía. En nuestra región contamos con grandes clientes de diferentes sectores, como Telefónica o Santander, entre otras muchas compañías que usan CAST para analizar sus aplicaciones y optimizar proyectos complejos de modernización o transformación al cloud.