Las emisiones netas y el consumo de energía verde preocupan a todas las compañías y van muy ligados a la tecnología, tanto por el uso que esta hace de la energía como por su contribución a ser más sostenibles. Pocas personas conocen mejor el mundo de la tecnología y la energía verde como Margarita Fernández de Prada, responsable del área de Transformación Digital de Iberdrola.
Lleva 16 años en Iberdrola, ¿qué tipo de retos ha ido enfrentando y cómo ha visto la evolución en este sector?
La transformación tecnológica del sector energético ha sido apasionante en los últimos años, y más en el caso de Iberdrola, porque hemos sido pioneros en la transición de tecnologías de generación más contaminantes, como el carbón o el gas, por energías limpias. Hace 20 años, el presidente de Iberdrola tuvo la visión de apostar de forma firme por las energías renovables, lo que nos ha dado una posición de liderazgo muy consolidada. Hoy contamos con más de 40.000 megavatios de potencia renovable instalada, y tenemos otros 8.000 en construcción.
Esta transición ha supuesto una inversión de más de 150.000 millones de euros en los últimos 20 años. Y hoy somos la utility más grande de Europa y la segunda o tercera del mundo por capitalización bursátil. Además, la rentabilidad de nuestros accionistas se ha mantenido en estos 20 años en más del 800%. De hecho, el caso de Iberdrola es un caso de éxito que se estudia como tal en la Universidad de Harvard.
Y en cuanto a los retos a los que nos hemos enfrentado en los últimos años, los más ambiciosos han sido la generación de energía renovable y la creación de redes de inteligentes de distribución de la energía, o ‘smart grids’.
¿Han enfrentado estos retos con nota? ¿Cómo lo han conseguido?
Si hacemos foco en lo que son las tecnologías de generación de energía, Iberdrola fue de las primeras en la generación de energía hidráulica en la Península Ibérica hace más de 100 años, y después ha sido pionera en la construcción de energía eólica, tanto ‘onshore’, en tierra, como ‘off-shore’, en el mar; donde contamos ya con varias instalaciones en producción y otras en construcción. Existen muy pocas compañías a nivel mundial que son capaces de hacer esto, porque la tecnología en el mar tiene dificultades añadidas y el nivel de inversión es muy alto. No obstante, también tiene otras ventajas, ya que en alta mar corre mucho más el viento, por lo que vemos que el futuro está en esta clase de generación de energía.
Aparte de la producción de electricidad, también hemos contribuido al desarrollo tecnológico de las redes inteligentes de distribución de la energía. Estas redes se apoyan en los equipos eléctricos tradicionales, los contadores electrónicos y los sistemas de información y telecomunicaciones que permiten recibir la información a distancia. De esta manera, se puede detectar con más rapidez y precisión cuándo una línea sufre una incidencia y solventarla en menos tiempo o, incluso, anticiparse a situaciones de sobrecarga. Iberdrola ya ha instalado más de 10 millones de contadores inteligentes en España.
¿Cómo ha ido evolucionando el papel del CIO o del responsable de TI en los últimos años?
El departamento de TI, hasta no hace tanto, era un elemento auxiliar para los negocios. Pero la tecnología digital ha evolucionado tanto en los últimos años que ha hecho que el área de TI se convierta en el corazón de los procesos de negocio. En paralelo a esta evolución, el rol del CIO ha pasado de ser un proveedor de servicios auxiliares a ser un socio, un facilitador que habilita a los negocios para desarrollar sus activos digitales.
En muchas empresas, el responsable de TI está involucrado en la toma de decisiones de negocio, e incluso forma parte del consejo de administración de la compañía. ¿Es así en el caso de Iberdrola?
En Iberdrola, hasta hace dos años, el ámbito de TI, entendido como TI más tradicional, estaba comprendido dentro del área de Finanzas y Recursos Humanos. Entonces, se produjo un importante cambio organizativo, que fue cuando yo asumí el puesto de directora de Transformación Digital, incluyendo en mi equipo al CIO y al CISO, o responsable de Ciberseguridad. Desde entonces, TI tiene un reporte mucho más directo con el CEO de la compañía, que ha sido el primer promotor de este cambio y de acercar TI al negocio.
Debido a la magnitud de la entidad -con importante presencia a nivel internacional y siendo una de las principales compañías de economías como las de España, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y México-, contamos con multitud de consejos de administración y, aunque la tecnología y la ciberseguridad son parte esencial de todos ellos, yo no soy miembro permanente de ninguno, pero sí que acudo de forma periódica y recurrente a los principales, tanto de Iberdrola España como a nivel global.
En estos dos años como directora de Transformación Digital, ¿cuáles han sido los principales desafíos a los que se ha enfrentado?
En estos dos años ha habido muchos desafíos, pero si tuviera que elegir uno, diría el de ‘transforming while performing’, es decir, el de acometer muchos cambios siendo igual de productivos y haciendo de tracción de la transformación digital de todo el Grupo.
Iberdrola cuenta con 44.000 empleados a nivel mundial repartidos en tres unidades de negocio: energías renovables, redes y comercial. Para que la transformación llegue a todas las patas de la compañía, hemos lanzado un proyecto llamado Digital Boost, basado en tres acciones principales.
Hace dos años hicimos un cambio organizativo por el que descentralizamos la función de TI y la acercamos al negocio
La primera fue la de realizar el cambio organizativo que ya te he comentado, por el que descentralizamos la función de TI y le dimos entidad propia en el área de Transformación Digital. En esta línea, hemos creado centros de excelencia de desarrollo de software dentro de nuestras líneas de negocio. Más de 250 personas han pasado desde TI centralizado a los negocios. Este es un modelo descentralizado, transversal a toda la organización, pero gobernado, por el que cada centro de excelencia trata una disciplina. Desde el área de Transformación Digital tenemos grupos de apoyo. De esta forma, el negocio tiene la responsabilidad sobre lo que construyen y nosotros sobre cómo lo construyen, desde la calidad del software, hasta las fábricas de software, la ciberseguridad, la gestión de proyectos, etc.
La segunda acción del Digital Boost trata de investigar qué oportunidades tecnológicas se pueden extraer de cada proceso de cada área de cada negocio de Iberdrola en todos los países. En Iberdrola tenemos un roadmap muy ambicioso y centrado en priorizar aquellas iniciativas que aportan valor real al negocio.
Y la tercera línea de acción es, sin duda, la ciberseguridad. Desde que se desató la guerra entre Rusia y Ucrania ha aumentado la cantidad de ataques registrados, tanto a nosotros como a nuestros proveedores. Nos esforzamos mucho por conseguir que todo el Grupo Iberdrola, y nuestro ecosistema, tenga un nivel de madurez alto y homogéneo en ciberseguridad, porque somos tan seguros como nuestro eslabón más débil.
¿En qué está basada la estrategia digital de Iberdrola?
Nuestra estrategia tiene tres ejes. Por un lado, el eje organizativo, que consiste en poner al negocio y la entrega de valor en el centro. Otro es el eje de tecnología, en el que estamos muy enfocados en la adopción de cloud como gran habilitadora de la agilidad y la innovación. Dentro de la cloud estamos priorizando la estrategia multicloud y el despliegue de tecnologías open para mitigar el vendor locking.
Y el tercer eje es el de estrategia, basado en el lema ‘people first’. Damos mucha importancia a cuidar de nuestros empleados, tanto en su experiencia de usuario digital como en lo que los lleva a ser más productivos y felices dentro del entorno laboral. Para ello, estamos aplicando metodologías Lean y Agile en todos los equipos, así como una estrategia de trabajo remoto. Esto nos lleva directamente al tema de la retención del talento digital. No competimos por el escaso talento solo con las empresas de nuestra área geográfica, sino que existe una competencia a nivel mundial, por lo que hay que cuidar mucho ese talento para que no se escape.
¿Con qué hiperescalares trabajan?
Nuestros principales partners en cloud son Microsoft Azure y Amazon Web Service (AWS). En el caso de AWS tenemos una sinergia especial ya que somos clientes mutuos, nosotros les compramos servicios en la nube y ellos nos compran energía verde. Los data centers de los hiperescalares tienen un consumo intensivo de electricidad y, a su vez, un compromiso de que esa electricidad sea verde en multitud de países. Por lo que AWS es nuestro partner de innovación y nosotros somos su partner para que consigan sus objetivos de emisiones netas.
¿Qué otras tecnologías han incorporado recientemente?
Precisamente, en la cloud hemos desplegado nuestras plataformas de datos, de Internet de las Cosas (IoT) y, recientemente, de inteligencia artificial (IA) generativa. En este sentido, nuestra inversión en tecnologías de Industria 4.0 ha sido sustancial.
En Iberdrola contamos con millones de sensores y equipos en campo que nos permiten recabar todos los datos de qué es lo que está sucediendo en nuestras instalaciones y de las operaciones en tiempo real. En el ámbito de las ‘smart grids’, hemos digitalizado nuestras redes de forma que no necesitamos desplazarnos físicamente a las subestaciones eléctricas cuando hay una incidencia. Por ejemplo, durante la tormenta Filomena, fuimos capaces de recuperar el 70% de los cortes de electricidad en menos de 20 minutos sin tener que desplazar a nuestras brigadas.
En cuanto a la IA, en Iberdrola llevamos implementándola muchos años para distintos usos. El primero de estos usos es la predicción. Somos líderes en predicción de la producción de energía renovable. Tenemos un modelo in-house que es la joya de la corona, por el cual somos capaces de predecir lo que va a generar cada aerogenerador de cada uno de nuestros parques en cualquier lugar del mundo cada hora, incluso en periodos de 15 minutos. Esto es muy importante para planificar de forma óptima la cantidad de energía que vamos a ser capaces de producir para el mercado. Los modelos avanzados de IA y analítica también nos permiten predecir la demanda de energía de nuestros clientes a corto plazo y los fallos que se pueden dar. Estas tecnologías nos permiten ahorrar costes y recursos, tanto a nosotros como a nuestros clientes.
Tenemos el compromiso de llegar a los 420 millones de euros de inversión en digitalización en 2025, y a los 550 millones en 2030
Para que nuestros clientes optimicen y lleven un mayor control de su consumo eléctrico en tiempo real, hemos desarrollado el asistente Smart. A través de esta tecnología, analizamos los patrones de consumo de nuestros clientes y les enviamos un SMS con sugerencias de tarifas o planes que les puedan interesar. También somos capaces de detectar dónde se puede estar produciendo un posible fraude como, por ejemplo, un enganche ilegal a nuestras redes de distribución. Otro caso de uso de la IA es el análisis de imágenes aéreas de las ciudades para inferir cuáles son los tejados más adecuados para instalar placas solares fotovoltaicas y dirigir hacia estos edificios nuestros esfuerzos comerciales. Y, por supuesto, también utilizamos la IA para la detección de ciberataques.
Por último, aplicamos la IA en la transformación de la atención al cliente. En esta área estamos inmersos en proyectos de procesamiento del lenguaje natural en nuestros call centers para ofrecer un mejor servicio a los clientes.
¿Qué papel ha adquirido la seguridad en Iberdrola en los últimos tiempos?
Como te he comentado antes, en los últimos tiempos ha habido un incremento en número y sofisticación de los ciberataques, y en Iberdrola prestamos un servicio esencial, por lo que no nos podemos permitir la interrupción de nuestro negocio. Para evitarlo hemos implantado un modelo de tres líneas de defensa: la primera línea de defensa es la de los negocios y la parte de TI, que son los primeros que tienen que desplegar las acciones preventivas y responder ante los primeros indicios de ataque. La segunda línea de defensa sería la del CISO y la parte más específica de Ciberseguridad, que se encarga de supervisar que todas las áreas estén avanzando y desplegando las medidas defensivas y de recuperación necesarias. Y la tercera línea de defensa es la auditoría interna.
¿Cuál es vuestro presupuesto anual en digitalización e innovación?
Iberdrola es la utility que más invierte en el capítulo de I+D+i. En la última década hemos invertido más de 2.000 millones de euros a iniciativas de innovación, aunque no todas ellas eran digitales. Tenemos el compromiso con el mercado y con nuestros accionistas de llegar a los 420 millones de euros de inversión en 2025, y a los 550 millones en 2030. Y, englobando todas las áreas, nuestro objetivo es alcanzar los 4.000 millones de inversión total en 2030.
En Iberdrola somos muy intensivos en inversión, en los últimos doce meses hemos invertido, en total en todas las áreas en España, 11.000 millones de euros.
Han hecho una clara apuesta por la energía renovable.
Por supuesto. En Iberdrola tenemos clara -y así lo ha puesto de manifiesto la reciente crisis del coste de la energía- la importancia de que los países tengan autonomía energética. En este sentido, en España tenemos una clara ventaja para producir energías verdes por nuestro clima y nuestra geografía. Reducir el consumo de combustibles fósiles es directamente proporcional a ser más autónomos, porque fuentes de energía como el agua, el viento o el sol constituyen recursos naturales locales. Por lo tanto, las energías renovables son indispensables para alcanzar la independencia energética.
En Iberdrola apostamos por la electrificación del transporte y los procesos industriales. De hecho, somos la compañía con más puntos de recarga de vehículo eléctrico instalados y operativos en España. También hemos construido la mayor planta de producción de hidrógeno verde de Europa, situada en Puertollano, Ciudad Real.
En definitiva, en Iberdrola creemos que la receta para alcanzar la independencia energética es la producción de energía verde, la construcción de más redes de distribución inteligentes, más almacenamiento y más demanda eléctrica en lugar de combustibles fósiles.
