La llamada generación Z cumple su mayoría de edad y empieza a integrarse en los puestos de trabajo de las compañías. Son un soplo de aire fresco porque, como explica Rosalía O’Donnell, “no se conforman fácilmente y han venido a cambiar el mundo”. Para los Z, la realidad es un mundo en el que convergen lo online y lo offline. Tienen una conciencia colectiva mayor y la inmediatez es su tiempo natural.
¿Qué cualidades caracterizan a las personas encuadradas en la llamada Generación Z?
R. O. B.: La Generación Z es clave en la revolución digital y tecnológica en la que nos hallamos inmersos. Tienen la capacidad y la actitud para ello. En cuanto a capacidad, son la generación más preparada de la historia, y la actitud viene condicionada por ser hijos de la crisis. Tal circunstancia ha templado su carácter y les ha convertido en emprendedores natos. Son una generación que no se conforma fácilmente y que ha venido a cambiar el mundo.
¿Hasta qué punto han dejado en segundo plano a los millennials como usadores de tecnología de vanguardia?
R. O. B.: La diversidad, de edad, cultura, género, etc., es siempre beneficiosa para el conjunto de la sociedad, y todos los grupos tienen un papel relevante. Si bien parece que en lo relativo a las tecnologías de vanguardia, la generación Z tiene una ventaja fundamental respecto de sus hermanos mayores: los Z son los primeros nativos digitales reales. Son los primeros que de verdad nacen con un smartphone en la mano. Esto implica, además, que para la comunidad Z la realidad es un mundo en el que convergen lo online y lo offline.
Si bien las nuevas generaciones tienen un potencial de impacto en los negocios, también es cierto que tenemos que encontrar las fórmulas adecuadas para ello
¿Cuál es el patrón de oro para esta generación?
R. O. B.: Utilizan más las redes sociales y las imágenes para comunicarse, pero a diferencia de los millennials prefieren crear contenidos a sencillamente compartirlos. Son dependientes del feedback constante tanto en el mundo online como en el offline. Tienen una conciencia colectiva mayor de lo que estamos acostumbrados a conocer y esto les hace más comprometidos y preocupados por cuestiones como la salud, la ecología y la economía. Se puede afirmar que son de manera natural inquietos y emprendedores, no muy pacientes, siendo la inmediatez su tiempo natural.
Estas son solo algunas de las cuestiones que ya ponen de relevancia cómo estas nuevas generaciones van a generar (y sufrir) tensión en “Los Z son los primeros nativos digitales reales” su incorporación al mundo laboral. Cuestiones como el feedback, las jerarquías, los tiempos, la conciliación, los procesos, la empatía, la gestión por proyectos… van a ser elementos clave en los que poner foco para su efectiva incorporación al tejido productivo.