¿Qué evolución ha experimentado Equinix en tan solo dos años y medio en los que usted lleva al frente de la compañía?
I. V.: Muchísima, han pasado muchas cosas en muy poco tiempo, y parece que fuera ayer. Creo que hoy tenemos una gran capacidad de interconexión porque somos la plataforma más grande que existe en el mundo. Pero somos más que eso. En España contamos con la plataforma digital más grande del país. Hemos lanzado muchos servicios nuevos que empezaron con Equinix Fabric, y muchos de nuestros clientes están globalizando sus negocios adaptándose a esta nueva situación de digitalización. Yo definirá estos dos años y medio como apasionantes y muy activos. Todavía tenemos mucho que hacer y aportar.
¿Considera que la interconexión es la mayor baza de Equinix? ¿Qué le puede distinguir de otros proveedores ´colo´?
I. V.: Por supuesto que tenemos una gran capacidad de interconexión porque somos la plataforma más grande que existe en el mundo. Contamos con más de 225 data centers en más de 27 países y más de 60 mercados, y eso es algo incomparable. Nuestro siguiente competidor está presente en no más de 11 países, por lo que nos estamos convirtiendo en un estándar de facto para empresas globales que desean ampliar su infraestructura por el mundo.
Pero siempre intentamos ir más allá a través del desarrollo de nuevos servicios. Equinix Fabric en su momento fue bastante revolucionario porque facilitaba esa interconexión global, pero no nos quedamos ahí. Seguimos evolucionando y de hecho lanzaremos nuestros servicios edge de forma más intensiva en los próximos meses. Empezaremos con Network Edge, que permite desplegar todas las funciones de red de forma virtualizada en cualquiera de nuestras ubicaciones, lo que facilita por ejemplo el acceso a distintas nubes ubicadas en otros países, sin necesidad de desplegar una huella física en el data center.
Otro servicio que lanzaremos próximamente es Metal Edge, que es una solución de Bare Metal as a Service actualmente desplegada en Nueva York, Ámsterdam, Silicon Valley y Washington, y el año que viene estará presente en catorce nuevas ubicaciones a nivel global, y una de ellas será Madrid. Con este servicio, un cliente podrá hacer despliegues virtuales masivos sin tener que preocuparse por el hardware. Es un paso más en nuestro compromiso con el mercado.
Está habiendo una interesante proliferación de nuevos ‘players’, ya no solo de hiperescalares como AWS o Microsoft, sino también colocation… ¿no teme que se pueda producir una saturación y que no haya mercado para todos?
I. V.: No lo creo, más bien pienso que es lo contrario. Si queremos que España sea referente en el mundo data center lo primero que necesitamos es una competencia. Y estamos hablando de una competencia sana, con grandes compañías que están aportando mucha innovación. La competencia es buena, igual que las expansiones que se están llevando a cabo. Es positivo, porque si solo hay una opción única, el mercado no puede ser dinámico, y los clientes podrían sentirse atados a lo que hay. Con competencia se enriquece el mercado, que crece y se impulsa. ¿Habrá saturación? Lo mejor es ver qué ha ocurrido en otros mercados más maduros donde esto ya ha pasado. La realidad además es que aún no se llegan a abrir nuevas regiones, y cuando lo hagan, crecerán los ecosistemas, porque aparecerán nuevas empresas de servicios, de software como servicio, de cloud, ciberseguridad… y no hay que olvidar que todos esos ecosistemas son también grandes consumidores de data centers.
España como hub digital, ¿realidad o espejismo?
I. V.: Como uno de los impulsores de la iniciativa, por supuesto que lo veo posible y va a suceder. Están llegando muchos cables submarinos, y nuevos proveedores de hiperescala, que señalan a Madrid como parte del mapa global de hubs de interconexión. Va a suceder y ya estamos dando pasos para hacerlo posible. Y si lo hacemos bien, podremos atraer más inversión, crear riqueza, generar puestos de trabajo, etc. Pero hay que trabajar en esa línea, creando un marco regulatorio eficaz y transparente, con apoyos gubernamentales.
¿Cuántos data centers tiene Equinix en España y cómo van de espacio? ¿Piensan ampliar alguno de ellos o incluso construir nuevos CPDs, tal y como están haciendo algunos de sus competidores?
I. V.: En España tenemos cuatro data centers en tres ciudades: dos en Madrid, uno en Sevilla y uno en Barcelona. Tanto los edificios de Madrid como el de Barcelona son bastante grandes y de gran capacidad, y permiten su expansión, por lo que hasta la fecha no hemos abierto un data center nuevo como tal, sino que los llevamos ampliando en estos dos últimos años, pero también en los próximos meses. En Madrid hemos duplicado la potencia que teníamos en estos últimos tres años, lo cual es un buen indicador de cómo hemos ido creciendo. Hay que tener en cuenta que Madrid 2 es un edificio de 46.000 metros cuadrados. La última fase, que la pondremos en servicio el año que viene ya sí le llevará al límite de su capacidad, y la idea es seguir expandiendo y creciendo según lo necesiten nuestros clientes.
¿Qué aspectos destacaría del último informe del Índice de Interconexión global?
I. V.: Intentamos dar ideas para sacar el mayor partido posible a la digitalización. Medimos y analizamos soluciones en torno a la interconexión. Esta cuarta edición es especialmente relevante porque se ha visto impactada por la pandemia, rompiendo todas las previsiones que habíamos fijado en el informe del año anterior. Ha habido una gran aceleración de lo que en principio preveíamos a tres años vista, y es que el índice de interconexión sigue creciendo más de un 45%. Un punto interesante a destacar es que, si antes había ciertos sectores más reacios a la interconexión, el abanico ahora se ha abierto mucho más.
Siguiendo con esa idea, ¿en qué medida la pandemia ha cambiado el panorama de la tecnología? ¿Qué ha pasado estos meses y qué cree que va a pasar?
I. V.: Creo que muchas cosas han venido para quedarse. El teletrabajo ha pasado de ser ese gran desconocido para las empresas a ahora ser de lo más natural. Pero también han aparecido por ejemplo las comunicaciones virtuales, que han agilizado la manera de hacer negocios y de interconectar con el resto del mundo. Además, aquí España ha destacado espacialmente. Los operadores de telecomunicaciones, nada más empezar la pandemia, tuvieron que redirigir el tráfico residencial para pasar a gestionar el tráfico empresarial, y por tanto esos dos primeros meses de confinamiento supusieron para ellos un ingente esfuerzo y trabajo para hacerlo posible de manera eficaz, porque nuestra red de fibra apenas ha sufrido el impacto de la saturación o caída de redes como consecuencia de la Covid-19.
¿Cómo han vivido Equinix estos meses de pandemia?
I. V.: También nos hemos tenido que readaptar. Todo el personal no esencial para el data center ha estado teletrabajando, y para todo lo que tiene que ver con servicio al cliente hemos creado distintas unidades de negocio con la intención de garantizar que de cualquier circunstancia y manera pudiéramos seguir dando servicio a todos nuestros clientes, siempre por supuesto siguiendo las recomendaciones que marcaba el Gobierno. Ha sido un año intenso, pero quiero destacar la implicación y el compromiso de todo el equipo humano de Equinix. Igualmente, los clientes también han sido los primeros en adaptarse a las nuevas circunstancias. Es verdad que teníamos ventaja porque nuestro portal de cliente permite llevar a cabo muchas tareas de forma remota, es posible por ejemplo levantar puertos virtuales en Equinix Fabric en el caso de necesitar una interconexión mayor de manera rápida, fácil y sin tener que hacer nada nuevo. Por eso es tan importante poder facilitar herramientas de autogestión.
¿En qué medida se ha podido ver afectado el negocio de Equinix a causa de la pandemia?
I. V.: El impacto sobre el negocio ha sido muy bajo, de hecho podría decir que más bien hemos crecido. Los resultados correspondientes al tercer trimestre muestran números cercanos al récord. Este año está por encima de lo esperado en cuanto a objetivos. Estamos muy satisfechos. Demuestra que la digitalización es el camino para superar una crisis. El año que viene se presenta con incertidumbre para todos. Me gusta ser positivo, aunque por supuesto dependemos de nuestros clientes, y nuestros clientes pertenecen a múltiples sectores, unos se verán más afectados que otros. A día de hoy, creo que la perspectiva es buena, tenemos muchos proyectos encima de la mesa, pero habrá que ver la evolución.
¿Cómo se presenta 2021 para la compañía?
Para Equinix la perspectiva es muy buena. Este año hemos continuado con nuestro crecimiento y expansión global, incorporando países como la India o Canadá, pero el año que viene seguiremos abriendo nuevos data centers, y de hecho está pensada la apertura de un nuevo CPD en Melbourne, Australia o Milán. También este año hemos desarrollado nuevas alianzas estratégicas clave: somos partner global de Google Cloud, Nokia nos ha nombrado como proveedor estratégico de toda su red IoT, también con VMware ofrecemos servicios de red virtualizados, y en España hemos ampliado el alcance de Equinix Fabric a Barcelona, lo cual se han multiplicado las ventajas competitivas de nuestros clientes porque implica que es posible conectarse al resto de la plataforma de Equinix a nivel mundial a más de 225 data centers en más de 60 mercados del mundo… De cara al futuro inmediato presentaremos, como he comentado anteriormente, nuevos servicios Edge, esto significa que vamos a seguir invirtiendo y desarrollando nuevos servicios en España.