¿Cuál es su visión sobre la evolución de los modelos híbridos y multicloud?
Según el estudio Nutanix Enterprise Cloud Index, para nuestros clientes, los principales obstáculos a la hora de ejecutar y gestionar aplicaciones en la nube y on premise, son las plataformas monolíticas (70%) y las limitaciones de recursos o talento (42%).
Los modelos híbridos y multicloud tienen que consolidarse. Nuestros clientes quieren flexibilidad para ejecutar aplicaciones y datos en cloud pública o privada y en sus propias instalaciones, pero desconocen que hay una forma coherente, sencilla y rentable de hacerlo.
¿Qué demandan los CIO?
Nos encontramos en el momento de la consumerización de la tecnología. Y, en ese sentido, estamos viendo cómo para hacerla posible, las arquitecturas de aplicaciones y datos están evolucionando a modelos más granulares y de escalado horizontal para facilitar una experiencia de consumo ágil y portable. Hemos llegado a un punto en el que la capacidad lógica se está convirtiendo básicamente en una función sobre una información altamente distribuida. En este contexto, las arquitecturas tradicionales de 3 capas no facilitan esta transición.
Por este motivo, los CIO están preocupados porque necesitan urgentemente romper las dependencias con el mundo TI tradicional (a menudo muy vinculado a unos proveedores concretos) y poder aprovechar el modelo operacional que proporciona la nube en cualquier ubicación. El CIO tiene ante sí la posibilidad de estandarizar e industrializar todas las capas que se suelen construir en un entorno de TI: infraestructura, plataforma, aplicaciones… para ofrecerlo como un servicio que facilita y simplifica todos los procesos en la gestión de su ciclo de vida.
Ya no escuchamos hablar tanto de ella. ¿Qué sucede con la hiperconvergencia, se ha convertido en un estándar?
La infraestructura tradicional de tres capas cae en desuso paralelamente a una mayor adopción de infraestructuras hiperconvergentes (HCI). Con este modelo se logra la convergencia de toda la pila del centro de datos, incluido el procesamiento, el almacenamiento, las redes y la virtualización, simplificando y facilitando la automatización de operaciones. Hasta hace un año es cierto que se hablaba más de ‘hiperconvergencia’, pero este concepto ha evolucionado hacia un concepto de ‘infraestructura de nube híbrida’, sobre todo tras la pandemia.
Recientemente su compañía ha celebrado en Chicago su gran evento global .NEXT. ¿Cuáles han sido las principales novedades que Nutanix ha presentado?
Hemos anunciado novedades realmente interesantes, como el Proyecto Beacon, una iniciativa en la que la compañía lleva trabajando varios años para presentar una oferta de servicios PaaS (Plataforma como Servicio) basada en datos y disponible de forma nativa en cualquier ubicación. El objetivo es permitir separar cualquier aplicación y sus datos de la infraestructura subyacente, con lo que los desarrolladores podrán crear aplicaciones una vez y ejecutarlas en cualquier lugar. Por otro lado, Nutanix Central es una solución en la nube que proporciona una única consola para mejorar la visibilidad, monitorización y gestión de la nube pública o las infraestructuras alojadas, on premise o en el edge. Gracias a ello, se mejorará la capacidad de Nutanix Cloud Platform para acabar con los silos y simplificar la gestión de aplicaciones y datos en cualquier lugar.
Otra de las grandes novedades es Multicloud Snapshot Technology (MST), diseñado para ofrecer una mayor movilidad de datos entre nubes.
¿El modelo multicloud no corre el riesgo de quedarse obsoleto o de ser sustituido por otro? ¿Qué pasaría entonces con esas inversiones TI?
Si planteamos el modelo multicloud como un destino, o un conjunto de ubicaciones, es bastante probable que así sea. Si, por el contrario, el planteamiento y el objetivo es entender las aplicaciones y los datos; su arquitectura y qué necesitan para funcionar; así como garantizar unos niveles de servicio con expectativas altas, puede suceder justo lo contrario. Multicloud se convierte en este caso en un habilitador y funciona como puente entre pasado y futuro, entre las necesidades actuales y de las que están aún por llegar. Cambia muy significativamente la perspectiva desde este punto de vista.
¿Cómo impactan los continuos desarrollos de IA en su modelo tecnológico?
Estamos cada vez más inmersos en un mundo de cambio permanente. Más allá de arrimarnos más o menos a un concepto, término, filosofía o nueva tecnología -que pudiera acabar siendo una moda pasajera- lo realmente importante es crear un entorno (personas, procesos y tecnologías) que facilite la posibilidad de incorporar y descartar tecnologías en función de las necesidades de nuestro negocio, sin que suponga un trastorno para la organización.
¿Cómo está marchando el negocio en España, qué perspectivas de crecimiento se han marcado para el cierre del ejercicio fiscal 2023?
En los dos últimos ejercicios hemos multiplicado por tres el volumen de negocio y la tendencia es ascendente. Nuestro ejercicio fiscal se cierra el 31 de julio y las previsiones son de crecimiento, gracias al aumento de suscripciones y el volumen de los proyectos contratados.
Las empresas confían en Nutanix porque es sinónimo de simplicidad y ahorro y esto nos ha permitido aumentar nuestra base de clientes en mediana empresa y llegar a más compañías del IBEX 35. Incluso estamos avanzando con una agilidad mayor que en otros países de nuestra zona.
¿Hasta qué punto están cayendo las empresas en el ‘greenwashing’?
Con la sostenibilidad sucede algo parecido a lo que ha venido pasando con otros conceptos como FinOps. Debe convertirse en una filosofía fundamental en la toma de decisiones de todos los componentes que se incluyen de cara a proporcionar un servicio. Inicialmente, se ha de producir una transición lógica y tratar de optimizar lo existente, para poco a poco ir modernizando cada una de las áreas implicadas para ampliar los valores de dicha filosofía en un ámbito mucho mayor. Acuñarlo como greenwashing puede resultar un tanto excesivo, y probablemente en la mayoría de los casos supone el primer paso necesario, que ha de venir acompañado de más iniciativas y decisiones que la refuercen en todas sus capas.
Las empresas son cada vez más conscientes de que deben reducir el impacto ambiental asociado a sus productos y servicios. La concienciación sobre el cambio climático moviliza al ciudadano a comprar en empresas comprometidas con la sociedad, es decir, con valores. Es cierto que algunas no son honestas con sus estrategias medioambientales, y esto puede causarles un importante daño reputacional.
